Uno de los cerebros de los recientes disturbios en la provincia de Sistán y Baluchistán, vinculado a los servicios de espionaje extranjeros, ha huido del país.

Abdul Qafar Naqshbandi, quien “desempeñó un papel clave en perturbar la seguridad e incitar disturbios en Sistán y Baluchistán” (sureste de Irán) ha huido y se ha refugiado en un país vecino, ha informado este miércoles la agencia oficial de noticias IRNA, citando a una fuente informada que habló bajo condición de anonimato.

La fuente detalla que Naqshbandi, quien vivió escondido durante un período, se ha dado a la fuga “después de que se emitiera una orden de arresto en su contra y por temor a que salieran a la luz sus conexiones con agencias de espionaje [extranjeras]”.

El fugitivo, agrega la fuerte, “había sido un peón en manos de agencias de espionaje extranjeras durante mucho tiempo y sus amos lo ayudaron a huir del país después de que los chiíes y suníes de la provincia se enteraron de sus malas intenciones”.

La fuente fidedigna explica que Naqshbandi también estuvo implicado en el asesinato del clérigo suní Mostafa Yangi Zehi en un atentado terrorista ocurrido el 20 de enero de 2012. El destacado predicador recibió un disparo mortal mientras viajaba por una carretera entre la ciudad portuaria de Chabahar, en el sureste de Irán, y la ciudad de Sarbaz.

Sistán y Baluchistán ha sido una de las provincias más afectadas por actos de violencia callejera y atentados terroristas ocurridos durante los disturbios, apoyados desde el exterior, registrados tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini a mediados de septiembre.

Los enemigos recurrieron a cualquier herramienta —desde la transferencia de armas traficadas desde el exterior, hasta el envío de células armadas— para alimentar la inseguridad en esta provincia de mayoría suní y donde también viven musulmanes chiíes, y, por ende, desatar un conflicto sectario. Sin embargo, los complots fallaron tras los esfuerzos de las fuerzas de seguridad para restaurar la paz y seguridad en el país.

HispanTV