Las últimas ofensivas de las bandas armadas en Arcahaie, Solino, Tabarre, Bas-Delmas y Pont-Sondé atestiguan una complicidad maliciosa entre Estados Unidos, que aún no ha tomado medidas para impedir el suministro de armas y municiones a las bandas. Estas últimas disponen así de los medios necesarios para seguir aterrorizando a la población haitiana. Un informe de la ONUDC también confirma que las armas y municiones utilizadas por las pandillas provienen principalmente de Estados Unidos y de la frontera con República Dominicana.
Si Estados Unidos realmente quisiera ayudar a Haití a luchar contra las bandas armadas, bloquearía este tráfico de armas y municiones, afirma el sindicalista Josué Mérilien. La pregunta fundamental es, pues, la siguiente: ¿por qué los Estados Unidos, que se autodenominan amigos de Haití, no intervienen para bloquear este tráfico criminal que está hundiendo al país en un caos insoportable?
Las organizaciones sindicales también acusan a las autoridades políticas haitianas, en particular al Primer Ministro, acusado de mantener como rehén al Consejo Superior de la Policía Nacional (CSPN) y de preferir el teatro político y el cinismo a medidas concretas para combatir a las bandas armadas, que sigue desafiando a la policía.
Durante una conferencia de prensa conjunta de varias organizaciones sindicales, en particular el Sindicato del Ministerio de Educación Nacional y Formación Profesional (SPMENFP), el Sindicato de Defensa de los Empleados de la OAVCT, el Sindicato de Agentes judiciales de la República de Haití (SNHRH), la Asociación Nacional de Transportistas Visionarios de Haití (ANSTVH), la Asociación Nacional de Taquígrafos Haitianos de la Justicia (ANAGH) y el Colectivo de Profesores para la Renovación de la Educación en Haití (CEREH), Josué Mérilien criticó duramente la inacción del gobierno ante los abusos de las bandas armadas.
Para los sindicalistas, las amenazas pronunciadas por los líderes de las pandillas la víspera del 17 de octubre de 2024 deberían haber sido suficientes para anticipar la pérdida de vidas y los graves daños que siguieron. En este contexto, los servicios de inteligencia parecen inútiles, ya que los líderes de las bandas se encargan de alertar a las autoridades sobre los ataques previstos contra barrios de Puerto Príncipe y otras comunas.
El gobierno, sin embargo, persiste en una postura de inacción y permanece sordo a los gritos de angustia de la población amenazada, interviniendo a menudo sólo después de que se han producido masacres, como la de Pont-Sondé. A pesar de los repetidos pedidos de ayuda, el gobierno no tomó medidas serias para evitar esta masacre, lamenta Mérilien.
Está claro que sin el régimen de impunidad establecido en Haití y la supuesta complicidad entre ciertos líderes estadounidenses, las autoridades haitianas y las bandas criminales, estas últimas ya habrían sido neutralizadas, afirman los sindicalistas. Además, según Mérilien, varios altos funcionarios del Estado haitiano se habrían convertido en ejecutores de los intereses estadounidenses y del CORE GROUP.
Según una fuente creíble, se movilizarían cada mes cerca de 40 millones de gourdes a nivel de la Oficina del Primer Ministro para financiar los servicios de inteligencia en Haití, además de otros fondos disponibles de los Ministerios del Interior, de Justicia y del CPT (Consejo Presidencial de Transición). ¿Han permitido estos recursos financieros obtener resultados tangibles? Los sindicalistas exigen, en esta etapa, la creación de un Consejo de Seguridad Nacional para fortalecer las acciones contra la inseguridad.
Para poner fin a este ciclo infernal, los dirigentes sindicales alientan a la población a movilizarse contra esta situación insostenible. Una plataforma sindical debería ver la luz el 18 de noviembre, con el objetivo de dar nueva vida a la lucha sindical. Se ha anunciado un calendario de actividades de movilización: los días 8 y 9 de noviembre se organizarán dos talleres para los dirigentes que se sumarán a la nueva central sindical, seguidos de una ceremonia y una marcha el 15 de noviembre para conmemorar el lanzamiento oficial frente a la Villa d’Accueil, indica Josué Mérilien.
Las demandas incluyen el fin de la inseguridad, el respeto a los derechos de los migrantes haitianos expulsados por las autoridades dominicanas en violación de acuerdos internacionales, así como la liberación de carreteras controladas por las bandas armadas. Los oradores también piden que se eliminen las medidas contrarias a los intereses de la comunidad adoptadas por el ex Primer Ministro, Dr. Ariel Henry.
La sindicalista Esther Eloy pide que se tomen medidas para facilitar el regreso de los estudiantes a clases. Ella aboga por el desarrollo de algunas escuelas secundarias para que puedan acomodar a los estudiantes de la secundaria en espacios adecuados.
Hervé Noël
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Fuente: https://rezonodwes.com/?p=345128