La semana pasada, Ford España anunciaba que rechazaba millones de euros de un fondo de rescate corporativo del Gobierno español, alejando una ‘perspectiva revisada para Europa’. Esto indica la intención de Ford de aumentar los ataques contra los trabajadores y potencialmente cerrar la planta de Almufasses en Valencia, incumpliendo sus compromisos anteriores.

Es una denuncia aplastante de la traición de los sindicatos españoles y del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)-Podemos, que hace solo unas semanas celebraba los compromisos de inversión de Ford como una gran victoria. En junio, Ford anunció planes para producir vehículos eléctricos (EV) después de que la Unión General de Trabajadores (UGT) impusiera recortes salariales históricos a los trabajadores para garantizar que la planta ‘ganara’ un concurso de licitación fratricida contra la planta alemana de Ford en Saarlouis.

El miércoles pasado, Ford anunciaba que había retirado su solicitud para acceder a los fondos de rescate de la Unión Europea (UE). Aprobado el año pasado por el Gobierno, con el apoyo del partido neofascista Vox, el fondo consiste en 140.000 millones de euros para los bancos y las corporaciones del Ibex-35, supervisados por Podemos y los sindicatos. El rescate, que desenmascaro las afirmaciones oficiales de que no había dinero para detener el COVID-19, está siendo pagado por los trabajadores con ataques a las pensiones, reformas laborales y recortes salarios.

Los fabricantes de automóviles en España recibirán €700 millones (694.8 millones de dólares). Ford solicitó los fondos en mayo para invertir en el lanzamiento de vehículos eléctricos en junio de 2025. El mes pasado, recibió €106 millones ($105.2 millones).

Los fondos tienen como premisa realizar ataques brutales contra los empleos y salarios. SEAT, parte de Volkswagen, recibirá €167 millones y está trabajando con los sindicatos para recortar 2.100 de sus 15.000 empleos en España. Mercedes recibirá €159 millones. El mes pasado, el sindicato impuso recortes salariales de facto al aceptar aumentos de sueldo solo del 2,25 por ciento entre 2023 y 2026, muy por debajo de los niveles de inflación del 10 por ciento.

D-Hub, un consorcio de empresas tecnológicas y grandes firmas españolas del índice bursátil Ibex 35, recibirá €105 millones para ‘reindustrializar’ las antiguas instalaciones de Nissan en Barcelona. En agosto de 2020, los sindicatos firmaron el cierre de las tres fábricas de Nissan en Barcelona, recortando más de 2.500 puestos de trabajo en estas plantas y otros 20.000 indirectamente.

El anuncio de la renuncia de Ford de los fondos es significativo. La compañía afirma que, si aceptaba la financiación, tendría que comenzar a producir vehículos eléctricos a partir del 2026. Dado que no puede cumplir con estos plazos, citando una ‘perspectiva revisada para Europa’, Ford afirma que está posponiendo sus planes de inversión para producir vehículos eléctricos en 2030, pero que esto no representa una cancelación.

Tales declaraciones no pueden tomarse en serio. Los fondos de rescate iban a ayudar a la planta de Almussafes a adaptar sus instalaciones a la fabricación de vehículos eléctricos. Que Ford esté rechazando este dinero gratis para las inversiones a realizar hasta 2026, cuando el Mustang Mach-E supuestamente comenzará su producción, sugiere que el cierre de la planta es una posibilidad.

Ford afirma que trabajará con las autoridades locales para identificar otros posibles fondos públicos a medida que trasladen la producción a una flota de vehículos de pasajeros totalmente eléctrica para el año 2030. Esto plantea la pregunta de qué sucederá hasta ese año. En marzo, Ford dividió las operaciones en negocios separados, Ford Blue y Ford Mobil E, el primero centrado en motores de combustión interna y el otro en vehículos eléctricos.

Almufasses seguirá siendo una planta de combustión Ford Blue, no Mobil E. Pronto, solo habrá un automóvil en producción con un motor de combustión. Ford Blue se está liquidando en toda Europa. La razón para retirarse de los fondos, citando que la situación en Europa ha cambiado, plantea la siguiente pregunta: ¿Qué ha cambiado? Todo apunta a sentar las bases para nuevos grandes ataques en Valencia, además del cierre de Saarlouis.

Además, se esperan pérdidas de empleos y nuevos recortes salariales hasta 2026. Según un artículo de Economía Digital de marzo, había 3.000 empleos en riesgo con la nueva conversión eléctrica. Esto era antes del anuncio de Ford de que no habría nueva producción de vehículos eléctricos en 2025-2026. Según los informes, Mondeo y la camioneta Transit Connect dejarán de fabricarse para el mercado estadounidense el próximo mes. Ambos representan alrededor del 20 por ciento de la producción de la fábrica. Además, entre finales de 2023 y 2024 finalizará la producción de los S-Max, Galaxy y Transit Connect para el mercado europeo. Estos tres modelos representan otro 20 por ciento de la producción.

En junio, Ford advirtió sobre ‘significativos’ recortes globales de empleos. El mes siguiente, en junio, Bloomberg informaba que se estába planeando hasta 8.000 despidos este año, centrados en los trabajadores de motores de combustión interna. Esto fue seguido por el anuncio de la semana pasada de que Ford planea despedir a 3.000 trabajadores en los Estados Unidos, Canadá e India, a partir del 1 de septiembre.

Como advirtió el World Socialist Web Site la semana pasada, estos ataques son un preludio de una ofensiva más amplia contra los puestos de trabajo. Luchando por dominar los mercados de vehículos eléctricos y otras nuevas tecnologías, los gigantes del automóvil están reestructurando sus operaciones, recortando costos y saqueando aún más a los trabajadores para obtener ganancias.

También es parte de un crecimiento internacional más amplio de la lucha de clases. La clase dominante, sintiéndose bajo asedio, está empleando la inflación para contrarrestar las crecientes protestas y huelgas entre los trabajadores.

Los trabajadores de Valencia requieren una nueva estrategia para defender sus puestos de trabajo y sus salarios. No pueden confiar en el PSOE y Podemos o en los sindicatos, que tratan de restar importancia al anuncio de Ford.

El Ministerio de Industria del Gobierno PSOE-Podemos indicó que ‘La renuncia se debe exclusivamente a una decisión corporativa que redefinirá el calendario y el alcance de las inversiones a realizar en España, centradas en una nueva plataforma de vehículo eléctrico y en el nuevo modelo de negocio que llevará asociado’, insistiendo en que esta retirada no pone en duda la decisión de Ford de invertir en Valencia.

UGT, el sindicato mayoritario en el comité de empresa de Almussafes, llamó a la ‘calma’ en la planta’ ya que no está en cuestión acometer las inversiones’ y eso garantiza ‘miles de empleos en muy buenas condiciones’. Añadió: ‘ Lo realmente decisivo y fundamental para la asignación de la nueva plataforma eléctrica de Ford era que los trabajadores alcanzásemos un acuerdo con la dirección, que asegurase un clima laboral estable …’

Las mentiras de UGT, que pide a los trabajadores que colaboren con la patronal y el gobierno del PSOE y Podemos, sacrifiquen sus salarios y condiciones de trabajo por las ganancias de Ford para ‘salvar su planta’, y lo hagan contra sus hermanos y hermanas en Saarlouis, ha llevado al desastre. La UGT tiene una estrategia para la derrota.

En abril, UGT y Ford-España firmaron un convenio colectivo que impuso el ataque más salvaje a los trabajadores en los 46 años de historia de la planta de Valencia. Elaborado entre los sindicatos y la dirección, impone una congelación salarial de cuatro años e impresionantes recortes a los salarios reales a través de la inflación. Con las últimas cifras del Índice de Precios al Consumo (IPC) en un 9,8 por ciento, esto significaría recortes salariales reales del 20 por ciento o más para 2026.

Conscientes del creciente enfado, la UGT se negó a someter el acuerdo a referéndum, aunque el 97 por ciento de los trabajadores sindicalizados son miembros de ese sindicato. En cambio, optaron por someter el acuerdo a una votación que era una farsa en febrero. Sin el acuerdo disponible y público, los trabajadores se vieron obligados a votar a través de una aplicación del sindicato, y, por lo tanto, era imposible contar los votos.

Al mismo tiempo, para adelantarse a la oposición a esa falsa votación, la UGT atacó al WSWS. Consciente de que la principal oposición a su acuerdo estaba entre los trabajadores, UGT publicó un video de YouTube atacando al WSWS y describiendo sus artículos como noticias falsas. Ahora es UGT la que se ha desenmascarado como el mayor productor de noticias falsas en la planta.

El World Socialist Web Site insta a los trabajadores en Valencia a ponerse en contacto con el comité de base en Saarlouis y construir la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB) para organizar la lucha contra Ford y conectar a los trabajadores en un número creciente de industrias. Los comités de base, controlados democráticamente por los trabajadores, son la única forma de avanzar para organizar una lucha contra los recortes de empleos.

Para ponerse en contacto con el WSWS sobre la lucha de Ford, envíe un mensaje de WhatsApp al +491633378340.

(Publicado originalmente en inglés el 28 de agosto de 2022)