Fuente: https://literafricas.com/2022/09/11/etiopia-se-deshace-de-sus-cliches-en-historia-de-etiopia-de-mario-lozano/
Si escribimos la palabra “Etiopía” en el buscador de Google, el segundo resultado que nos arroja es un artículo de la revista National Geographic con una estupenda selección de fotografías que narra las experiencias vividas en un viaje a este fabuloso país. Bajo el título “Etiopía, el país del Nilo azul” comienza un relato que destaca lo siguiente: “El continente africano podría dividirse en tres partes: África del norte y musulmana, el África negra y Etiopía. Este país es el único territorio africano que nunca fue colonizado”.
Esta manera de distinguir a Etiopía alude a su singularidad, lo que lo convierte en uno de los lugares más interesantes del mundo. Frente a la imagen que ha poblado el imaginario occidental sobre el mismo, cubriéndolo de oscuridad, hambre y pobreza, los historiadores insisten en desmentirlo, mostrando una trayectoria antiquísima repleta de hitos luminosos que nos hablan de una tierra que siempre ha defendido su cultura y su fuerte identidad. Pero llegar a tener esta visión no es tan fácil.
Desde la literatura, el lector hispanoparlante apenas tiene traducciones que permitan adentrarse, desde la visión propia, en los más de 3.000 años de historia que tiene este país. Más allá de las novelas de Abraham Verghese, Maaza Mengiste o Dinaw Mengestu, no existen títulos que permitan conocer a fondo la trayectoria del país en paralelo con las vivencias más personales y cotidianas. Lo que no significa que no se escriba literatura allí, sino que la que se produce no parece interesar a las editoriales occidentales.
Si queremos recurrir a la historia, tampoco hay demasiado donde rascar, aunque lo que hay es excelente. Hasta ahora la única síntesis en castellano que se podía encontrar estaba firmada por el misionero comboniano Juan González Núñez que llegó a Etiopía en 1974. Él es el autor de dos libros imprescindibles para adentrarse en el mundo etíope: Etiopía entre la historia y la leyenda (Ed. Mundo Negro, actualizado a 2018) y Pequeñas exploraciones entre los Gumuz.
Por suerte, a Núñez se ha unido este mismo año el historiador especializado Mario Lozano Alonso con su obra Historia de Etiopía asumiendo el reto de condensar la riqueza y diversidad de este lugar en 181 páginas. “Soy consciente de que el experto puede necesitar más, de ahí que cite las obras que he utilizado para que quien lo desee pueda profundizar. Lo ideal sería que fuese una obra viva y que la pudiese actualizar con cierta frecuencia, ya que la historia etíope, tan increíblemente compleja por ser la obra coral de cerca de 80 etnias, se tiene que actualizar conforme a los descubrimientos que, casi cada año, confirman o desmienten lo que hasta hace un tiempo se daba por cierto”, comenta Lozano en conversación telefónica, al respecto.
Un lugar mítico y un personaje olvidado por la historia
Este apasionado de la historia etíope y profesor de ge´ez (etiópico clásico) ya volcó sus conocimientos en dos libros anteriores que ayudan a complementar el que este año se ha publicado.
El primero, en 2018, Lalibela y el segundo, en 2019, Pedro Páez y las Fuentes del Nilo Azul. Diplomáticos, misioneros y aventureros en la Etiopía de los siglos XVI y XVII. Ambos libros tienen como foco de atención algunos de los lugares y personajes que han suscitado desde siempre un amplísimo interés.
Lalibela (National Geographic) es un hermoso volumen monográfico repleto de fotografías y reproducciones de láminas artísticas que nos ayudan a adentrarnos en este lugar mítico excavado bajo tierra. Leerlo es fascinarse ante la capacidad creadora del ser humano al mismo tiempo que comprender diversos aspectos del alma etíope a través de sus obras arquitectónicas. Un libro extraordinario que nos acerca ese conjunto bañado en historias y leyendas que es Lalibela.
Por otro lado, Pedro Páez (cuya Historia de Etiopía, idéntico título que el elegido por Lozano, fue traducida también al castellano) el desconocido aventurero y misionero jesuita, nacido en 1564, que fue el primer occidental en llegar y escribir sobre el Nilo azul. A él dedicó Mario Lozano su segunda obra publicada.
Más allá de la historia única
En Historia de Etiopía, Lozano hace un recorrido desde el próspero reino de Aksum hasta los tiempos actuales en los que el país se encuentra inmerso en otro período de inestabilidad.
Sin duda, se trata de un ejercicio impresionante para acercar al lector los hechos que han marcado el devenir de estos pueblos. Pero, al leer el nuevo volumen publicado por Lozano, se descubre también que lo poco que solemos conocer acaba circunscrito a unos límites determinados, unos grupos humanos, unos hechos históricos. Vuelve a darse la circunstancia con este país que se pierden relatos, se pierden vidas y se pierden, en definitiva, trayectorias humanas en las que nadie parece haber reparado, pero que no por ello dejan de existir y perdurar. En este sentido, el autor de Historia de Etiopía nos comenta: “La historiografía tradicional se ha centrado mucho en los habesha (los habitantes semitas de las tierras altas, los amharas y tigrinos), ya que eran el corazón del reino cristiano. Sin embargo, la historia de los oromos y de muchos de los pueblos del sur, accesible en muchos casos sólo mediante la antropología o la arqueología, merece ser contada”.
Otro tanto ocurre al leer sobre la población musulmana. Una de las imágenes más repetidas cuando se habla de este país es su cristianismo, religión oficial desde el año 327. Sin embargo, en el poliedro etíope conviven más creencias. Así, nos aclara Lozano: “Hoy en día más del 31% de los etíopes son musulmanes. Entre ellos hay, incluso hoy, una sensación de agravio con respecto a los cristianos ortodoxos, que tradicionalmente gozaron de más derechos durante el imperio. Por eso su historia merece ser contada: si Etiopía no integra a los musulmanes, que son mayoría en el este, estos acabarán sintiéndose alienados y optarán por otras alternativas”. Y continúa: “Algo similar sucede con los protestantes, especialmente los pentecostales o P’ent’ay, que ya son el 22%. Han crecido principalmente en las tierras del suroeste, conquistadas por Menelik II a finales del siglo XIX y que hasta fechas relativamente recientes eran de religiones tradicionales. A día de hoy, los protestantes ya han dado dos primeros ministros: Hailemariam Dessalegn y el propio Abiy Ahmed, actual primer ministro”.
En este sentido, el libro va más allá de un texto introductorio sobre la historia de este increíble país. Ayuda a encuadrar y dar claves sobre la preocupante situación actual en una tierra cuyo tejido humano es un cruce de culturas, lenguas y religiones, pero también un entramado de agravios históricos y de resiliencia.
“Creo que el libro explica bien que los problemas que sufre el país tienen raíces históricas profundas. Como en todos los países, hay una serie de grupos de poder que han ido cambiando con el paso del tiempo. También creo que supera el enfoque tan manido de la etnia en África: es cierto que durante el imperio los amharas impusieron su lengua, pero sin la cooperación de la nobleza oromo desde el siglo XVII, probablemente se hubiera disuelto mucho antes. Estos grupos de poder son hoy diferentes: en la actualidad vemos que hay una guerra entre el TPLF, que representa a los intereses de una élite de Mekelle de base tigrina, frente a los de Addis Abeba, una élite nueva, más centralista y que no se identifica con ninguna etnia ya que muchos provienen de familias donde se mezcla lo oromo y lo amhara”, responde el autor cuando le preguntamos sobre la cuestión.
Tras la lectura de este libro muchas son las imágenes que acuden a nuestra mente. Desde el esplendor de Aksum y un pasado de reinos que lucharon entre sí, hasta los tiempos del Negus Haile Selassie y su imperio feudal pasando por el gobierno dictatorial de Mengistu. Sin olvidar a figuras de la talla de la emperatriz Taitu, referente en la lucha contra los italianos.
El siglo XXI, convulso a nivel global, atrapa a Etiopía en un camino incierto. Su historia nos muestra que, ante todo, está poblado por gentes con una capacidad altísima de resistencia, dignidad y generosidad. Gracias a la dedicación ahora de Mario Lozano, y antes de Juan González Núñez, esta maltratada tierra tan estereotipada por el mundo occidental y tan preciada para el mundo rastafari, entre otros, se muestra más cercana y sigue causando sorpresa.
Pero sobre todo para los que amamos esta tierra supone volver, aunque sea a través del papel, y de una manera magnífica, tanto como esta obra breve pero larga en aliento, nos lo permite. Con aires renovados y mentes dispuestas a no dejar ninguna arista sin contemplar, indagar en la historia de esta manera se muestra fascinante. Un reto aceptado por Mario Lozano y un placer para sus lectores.
Etiopía entre la historia y la leyenda Juan González Núñez. Ed. Mundo Negro, actualizado a 2018
Historia de Etiopía Mario Lozano Alonso. Ed. Libros de la Catarata. Casa África, 2022
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