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El ejército alemán ha firmado su contrato más cuantioso con Rheinmetall, el principal fabricante de equipos militares de Alemania, para suministrar munición de artillería de calibre 155 milímetros, que es el canon en la OTAN. La magnitud del pedido no tiene precedentes: 8.500 millones de euros.
El Grupo Rheinmetall anunció que las municiones estarían disponibles a partir del año que viene, con el objetivo de reponer las existencias y brindar apoyo directo a Ucrania en su guerra contra Rusia.
El rearme alemán también comprende la construcción de una nueva fábrica en Unterlüss, al norte de Alemania, que se convertirá en el centro de producción más grande de Rheinmetall en el país. El objetivo anunciado es producir hasta 700.000 proyectiles de artillería al año hasta 2025, un aumento considerable respecto a la producción actual que oscila entre 400.000 y 500.000 proyectiles.
La OTAN tiene muchas dificultades para satisfacer las necesidades militares del ejército ucraniano, destacando las limitaciones de la industria de guerra occidental, y especialmente la europea, para hacer frente a guerras de alta intensidad.
Al mismo tiempo, el agotamiento de los arsenales es el pretexto ideal para una escalada armamentista sin precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que va acompañada de una campaña acerca de la “amenaza rusa”.
El reame alemán vulnera los tratados de paz firmados en 1945, que impusieron la desmilitarización.
Además, durante las décadas posteriores al final de la guerra, Alemania mantuvo siempre una política de no suministrar armamento bélico a ninguna de las partes beligerantes en una guerra, otro principio tradicional que se ha acabado.
En 2022 el gobierno aprobó el mayor gasto para el departamento de Defensa de los últimos 83 años. El canciller Olaf Scholz, que asumió el cargo en diciembre de 2023, modificó la Constitución para crear un fondo de 100.000 millones de euros destinado a la guerra.
El presupuesto para ete año prevé destinar 51.800 millones de euros al rearme, lo que representa un nivel récord.
El gobierno alemán firma el mayor contrato de suministro militar con la industria de guerra