EEUU. UPS elimina 12.000 empleos: la clase gobernante acelera su política de desempleo masivo

Fuente:https://www.wsws.org/es/articles/2024/02/02/pers-f02.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                    Jerry White                                                                            02/02/24

El Comité de Base de los Trabajadores de UPS celebrará una reunión en línea de emergencia este domingo, 4 de febrero, a las 7:00 p.m. hora del este de EE.UU., “¡Organiza a las bases para luchar contra los recortes de empleo en UPS! Únete a los trabajadores automotores, tecnológicos y toda la clase obrera contra los despidos”.

Inscríbete para la reunión aquí.

Conductor de UPS, Joe Speeler, hace una entrega el 21 de septiembre de 2021 [AP Photo/Gene J. Puskar]

El miércoles, United Parcel Service (UPS) anunció que despedirá a 12.000 trabajadores asalariados —el 14 por ciento de su personal administrativo global— según recorta $1 mil millones en costos. Los despidos masivos en la gigantesca empresa de logística que entrarán en vigor en la primera mitad del año, forman parte de una ola acelerada y global de eliminación de empleos en las industrias automotriz, tecnológica, y otras.

En una conferencia con inversores, la directora ejecutiva de UPS, Carol B. Tomé, presumió que su equipo ejecutivo había recortado la fuerza laboral de 540.000, cuando “la demanda por COVID llegó a un máximo” a 495.000 en la actualidad. Incluso si aumenta el volumen, dijo, los gerentes no serán recontratados.

A pesar de que el sindicato Teamsters afirma que estas medidas no afectarán a los trabajadores sindicalizados de la empresa, las posiciones administrativas se están reduciendo porque UPS planea tener menos trabajadores que administrar, incluyendo conductores y aquellos en los almacenes y haciendo entregas. Pocas horas después del anuncio, los trabajadores de Baltimore reportaron en Facebook que se había eliminado el turno de día, siendo este al menos el tercer centro de distribución que pierde su turno diurno en las últimas semanas.

Tomé afirmó que UPS acelerará el uso de tecnologías que disminuyen la mano de obra para exprimir más volumen con menos trabajadores. Señalando la nueva instalación UPS Velocity en Louisville, Kentucky, dijo: “La llamamos Velocity porque aprovecha la robótica, la automatización, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para agilizar las operaciones de despacho”.

Los recortes de empleo se anunciaron justo después de que la compañía presentara su informe financiero anual, el cual mostró que en 2023 la compañía obtuvo 9.900 millones de dólares en ganancias operativas, incluidos 5.500 millones de dólares en EE.UU., a pesar de una caída en el volumen. UPS también anunció que había repartido 7.600 millones de dólares entre sus accionistas a través de recompras de acciones y mayores dividendos. Mientras los grandes inversores cosechaban este enorme botín, los trabajadores vieron reducidas sus horas de trabajo en casi un 10 por ciento durante el último trimestre, ya que la empresa intentó compensar el aumento del 12 por ciento de los salarios en su nuevo acuerdo con el sindicato Teamsters.

Los recortes de empleo ponen al descubierto las mentiras del presidente de los Teamsters, Sean O’Brien, y sus relacionisas públicos en los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés), que afirmaron que el sindicato había conseguido un contrato “histórico” el año pasado tras desafiar a los 350.000 trabajadores que votaron de forma casi unánime a favor de hacer huelga. La burocracia de los Teamsters sabía que se avecinaban los recortes de empleo y ofreció su colaboración en la destrucción de los medios de vida de los trabajadores.

A propósito de los recortes de empleo en UPS, el Wall Street Journal escribió:

Muchas empresas estadounidenses están despidiendo a gente mientras los ejecutivos buscan recortar costes, eliminar puestos redundantes y acelerar la toma de decisiones. Más allá del ajuste presupuestario que suele producirse a principios del año natural, los ejecutivos y analistas afirman que existe una creciente sensación de que el adelgazamiento no ha terminado.

Estos recortes se han extendido por amplios sectores de la economía. Después de que el año pasado se eliminaran 260.000 empleos tecnológicos, en el primer mes de 2024 se han recortado otros 24.000. Entre los despidos del sector tecnológico figuran los de PayPal (2.500 empleos), la división de videojuegos de Microsoft (1.900), Unity Software (1.800), Google (1.000), EBay (1.000), Salesforce (700), la plataforma de mensajería Discord (170) y cientos de puestos en las divisiones Prime Video, MGM Studios y Twitch (transmisiones en vivo) de Amazon.

El miércoles, Novavax, fabricante de la vacuna de COVID-19, anunció un recorte adicional del 12 por ciento de su plantilla, que se suma al 25 por ciento que había anunciado en mayo pasado, con el fin de reducir drásticamente sus costes.

Por otra parte, el fabricante de impresoras Xerox recortará más de 3.000 puestos. las tiendas Macy’s eliminarán 2.350 puestos de trabajo, y el minorista en línea Wayfair 1.650 empleos. Citigroup recortará 20.000 puestos de trabajo hasta finales de 2026, y Blackrock ha anunciado la eliminación de 600 empleos. Miles de periodistas están perdiendo sus puestos de trabajo en CNN, NBC News, Los Angeles TimesNew York Daily NewsForbesSports Illustrated y otros medios.

La próxima semana, casi 4.000 trabajadores de las plantas automotrices de Stellantis en Toledo, Ohio, y Detroit, Míchigan, serán despedidos pocas semanas después de que cientos de empleados suplementarios (temporales) fueran despedidos de forma abrupta. Ford y GM también están despidiendo a miles de personas. Las empresas de automóviles están llevando a cabo una reestructuración global, recortando costes y puestos de trabajo y tratando de ganar ventaja en el mercado de los vehículos eléctricos. En Alemania, Francia e Italia, miles de trabajadores están siendo despedidos en Stellantis, Volkswagen, Bosch, Continental, ZF y otras empresas de automóviles y componentes.

La destrucción del empleo es una política de clase deliberada y apoyada por los Gobiernos capitalistas de todo el mundo. Su criminal respuesta a la pandemia ha provocado cerca de 30 millones de muertes en todo el mundo, mientras que millones más se han quedado sin trabajo debido al COVID persistente. Esta “escasez de mano de obra” dio lugar a un pequeño repunte de los salarios, después de décadas de disminución o estancamiento, algo que la clase dominante ha considerado inaceptable.

En nombre de la lucha contra la “inflación salarial”, la Reserva Federal de EE.UU. elevó los tipos de interés a su nivel más alto en más de 22 años para aumentar drásticamente el desempleo y rechazar las demandas de los trabajadores de aumentos salariales que siguieran el ritmo de la inflación. El alza en los tipos de interés de la Reserva Federal ha sido emulada por bancos centrales de todo el mundo.

Citando las cifras de empleo de diciembre de 2023, el Wall Street Journal señaló el martes con satisfacción que el ritmo al que los trabajadores abandonaron sus puestos a finales del año pasado había caído por debajo del ritmo justo antes de que comenzara la pandemia. Sin embargo, insatisfecha con el nivel de desempleo, la Reserva Federal no cambió los tipos de interés el miércoles, manteniendo su bota en el cuello de la clase trabajadora. “Si viéramos un debilitamiento inesperado en el mercado laboral, eso nos haría recortar los tipos antes”, declaró el jefe de la Fed, Jerome Powell.

La clase dominante estadounidense está llevando a cabo una guerra en dos frentes. Está respaldando el genocidio de Israel en Gaza, expandiendo sus operaciones militares en Oriente Próximo y preparándose para un conflicto directo con Rusia y China para reafirmar su hegemonía sobre el mundo, sus recursos y sus reservas de mano de obra barata. Al mismo tiempo, está empobreciendo deliberadamente a la clase obrera en su propio país e imponiendo los niveles de explotación y las condiciones dictatoriales en las fábricas y otros lugares de trabajo que necesita para librar la Tercera Guerra Mundial.

Al implementar esta política, la Administración de Biden se apoya en las burocracias que dirigen los sindicatos para sofocar las huelgas o traicionarlas si se producen. Al igual que los Teamsters, los supuestos acuerdos “históricos” firmados por los sindicatos SAG-AFTRA, Writers Guild y United Auto Workers (UAW) han allanado el camino para una gran ofensiva contra el empleo. Las burocracias sindicales han sido bien compensadas por sus servicios y se han integrado aún más en los planes de Biden para la guerra en el extranjero y la austeridad salvaje en casa.

La semana pasada, el aparato del UAW respaldó oficialmente a Biden para presidente. Su jefe Shawn Fain tomó la mano del “genocida Joe” mientras manifestantes que pedían un alto el fuego eran arrastrados fuera de la conferencia. Los Teamsters aún no han dado su apoyo a ningún candidato, aunque su dirección se reunió con Trump el miércoles, tras una reunión entre O’Brien y Trump a principios del mes. Ya sea apoyando a los demócratas o a los republicanos, las burocracias sindicales funcionan como instrumentos de la clase dominante, suprimiendo la oposición de la clase obrera a la desigualdad, la guerra y la dictadura.

La clase obrera no puede aceptar ni aceptará la miseria. Hay que iniciar una contraofensiva contra el ataque al empleo. Pero solo es posible librar una lucha real si se lleva a cabo independientemente de las burocracias sindicales, uniendo a todos los sectores de la clase obrera, organizándose y coordinándose más allá de las fronteras nacionales. Esta lucha requiere la expansión de la red de comités de base y de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB).

La lucha contra los recortes de empleo y la explotación capitalista debe estar conectada con el desarrollo de un poderoso movimiento político de la clase obrera contra la clase dominante, sus partidos controlados por la patronal —incluyendo a los demócratas y republicanos en Estados Unidos— y sus políticas de guerra, austeridad y dictadura.

El desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica tiene la capacidad de aumentar enormemente la productividad de la humanidad. Para que estas tecnologías que economizan la mano de obra sean utilizadas en beneficio de la sociedad, reduciendo la semana laboral y aumentando el nivel de vida, en vez de empobrecer a la clase trabajadora, las grandes corporaciones deben transformarse en servicios públicos bajo propiedad colectiva y el control democrático de la clase trabajadora, como parte del establecimiento de una economía mundial socialista planificada.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 31 de enero de 2024)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *