El excanciller rumano Andrei Marga instó a Ucrania a devolver territorios a los países vecinos. En esta declaración, hecha el 17 de septiembre pasado, el excanciller acusó a Ucrania de aprovecharse de tierras que no son propias. El enfoque incluía especialmente al Donbás y Crimea.

“Declaro con toda responsabilidad: Ucrania está en fronteras antinaturales. Debe ceder Transcarpatia a Hungría, Galicia a Polonia, Bucovina a Rumanía y Donbás y Crimea a Rusia. Estos son territorios de otros países”, dijo el filósofo, quien además fue rector y ministro de Educación, y llevó a cabo la reforma educativa, antes de convertirse en canciller en el Gobierno de Víctor Ponta.

Señaló que Rumanía no tiene nada que ver con el conflicto actual en Ucrania. Según él, Bucarest tiene suficientes recursos para sobrevivir a la crisis energética en Europa.

La víspera, el exdiputado de la Verkhovna Rada de Ucrania, Ilya Kiva, dijo que el presidente polaco, Andrzej Duda, quiere recibir la región ucraniana de Lviv a través de Rusia como “reparaciones”. Según él, Varsovia está buscando una excusa para iniciar negociaciones con Moscú sobre el destino de Ucrania occidental.

El pasado 15 de julio, el canciller húngaro, Peter Szijjarto, dijo que su país estaba listo para salvar y proteger a los húngaros por la fuerza de las armas en caso de emergencia en la Transcarpatia ucraniana, región cuya capital es la ciudad de Uzorodo.

El conflicto comenzó el 24 de febrero. En ese momento, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una operación militar especial para proteger a la población civil del Donbás. Persigue varios objetivos: la protección de la población civil de las autodenominadas República Popular de Donetsk (RPD) y República Popular de Lugansk (LPR), así como la desmilitarización y desnazificación de Ucrania. Según el secretario de prensa del líder ruso, Dmitry Pskov, los dos últimos aspectos representan una amenaza para el Estado y el pueblo rusos.

Mientras tanto, el presidente chino Xi Jinping y Putin se prometieron apoyo mutuo. Los líderes de China y Rusia acordaron ampliar la cooperación en áreas como el comercio y la agricultura. Las potencias insisten en que su asociación no es una alianza, sugiriendo que su colaboración “no alcanzará las operaciones militares conjuntas”.

En su primera reunión cara a cara desde que Rusia comenzó el operativo militar en Ucrania, Xi Jinping y Vladimir Putin se comprometieron a apoyarse mutuamente. Putin se dirigió a su homólogo chino como “camarada Xi Jinping, mi querido amigo” durante su reunión el jueves, mientras que Xi correspondió llamando a Putin su “viejo amigo”, según la lectura del Kremlin. El líder ruso también destacó que el Gobierno de Ucrania anunció su rechazo al proceso de negociación. Pero reafirmó: “Entonces queremos lograr los objetivos por medios militares”, explicó Putin durante la cumbre de miembros de la SCO (Shanghai Cooperation Organisation), que comenzó el 15 de septiembre en Samarcanda, capital de Uzbekistán. Los líderes de los países participantes en la cumbre discutieron la recuperación de la economía mundial, la seguridad alimentaria y energética, así como la adhesión de nuevos participantes.

En total, desde el inicio de la operación militar especial, fueron destruidos: 293 aviones, 155 helicópteros, 1.960 vehículos aéreos no tripulados, 374 sistemas de misiles antiaéreos, 4.934 tanques y otros vehículos blindados de combate, 835 vehículos de combate con sistema de lanzamiento múltiple de cohetes , 3.387 cañones de artillería de campaña y morteros, así como 5.602 unidades de vehículos militares especiales”, enumeró el portavoz jefe del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, general Igor Konashenkov.

En una nueva declaración, Putin prometió mantener el rumbo de su campaña contra Ucrania y advirtió que si continúan los contraataques ucranianos, se desencadenará una respuesta militar “más seria”. Putin se ha mantenido firme frente a la evidencia de que sus fuerzas han sufrido pérdidas en la contraofensiva de Ucrania este mes.

Reafirmó que el principal objetivo de la campaña sigue siendo “la liberación de todo el territorio de Donbás”, las áreas orientales de Ucrania, incluidas Donetsk y Lugansk, que son en gran parte de habla rusa. “El plan no está sujeto a ajustes”, dijo Putin. “Nuestras operaciones ofensivas en el propio Donbás no se detienen. Van a un ritmo lento… El ejército ruso está ocupando cada vez más nuevos territorios”.

También acusó a las fuerzas ucranianas de intentar realizar “actos terroristas” y causar daños a la infraestructura civil rusa en Belgorod, ciudad de la Federación Rusa a 40 km de la frontera con Ucrania, que fue bombardeada por misiles ucranianos.

Lo que se ve es que, ya sea a través de la ayuda estadounidense vía armas y recursos a Ucrania, todo se encamina hacia un cambio en el nivel del conflicto y una Rusia que seguramente se verá obligada a responder por el alto grado de su poder bélico. Después de todo, Ucrania es solo un tercero, cuando el conflicto se lleva a cabo en la práctica por la unión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los EE. UU. para tratar de debilitar la ascendencia rusa.