Javier Sáenz Munilla*
Cuando, al fin, comienzan a escucharse voces en Occidente en favor del fin de la guerra y del inicio de negociaciones entre Rusia y Ucrania, Anne Applebaum promueve desde el diario ‘El País’ la tesis de que Europa debe plantar cara a Rusia en Ucrania…
Nunca fue nada neutral el diario de la progresía madrileña en política internacional. Quizá porque la política internacional y su diplomacia siempre se han movido al calor de intereses. Aun recuerdo cuando en El País, y en todo el grupo Prisa, comandados por Jesús de Polanco, se afanaban en dulcificar ciertos capítulos de la sanguinaria represión en el Chile de Pinochet, mientras “Jesús del Gran Poder” y su aliado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el cuñado de Fraga, Carlos Robles Piquer, a la sazón Secretario de Estado de Exteriores, colocaban en los colegios públicos de Chile y de gran parte de Latinoamérica, los textos escolares de la Editorial Santillana, de Polanco. O cuando en plena y no menos sanguinaria presidencia del narco-paramilitar Uribe en Colombia, el diario dizque progresista escatimaba informaciones sobre matanzas y otras lindezas, o las aderezaba para no entorpecer la solicitud de Prisa para la concesión de un canal de televisión en Bogotá. Y no digamos, muerto ya Polanco, la deriva ultra de tan progresista diario cuanto aterrizó en su dirección el neocon Antonio Caño y sus “objetivos” secuaces.
¡A la guerra, que hay botín!
Desde que los europeos “estamos en guerra”, como proclamó Josep Borrell, en una diplomática declaración pública, El País está aun más alineado y en pie firme dispuesto al combate. Su información sobre la guerra de Ucrania, tampoco muy distintas de las del resto de los medios españoles, de derechas o no, ni de las de la Europa alineada, dan fe de ello.
Pero el pasado domingo 1 de Diciembre, El País, violando una vez más su propio Libro de Estilo, se lanzó al vacío con su cuadernillo dominical “Ideas“. Primera página completa y páginas 2, 3 y 4, cuatro páginas llenas de un artículo-discurso en favor de la guerra.
“El pacifismo ante Putin es una trampa rusa”. Titular del panfleto, en realidad el discurso pronunciado por la periodista, historiadora y escritora norteamericana Anne Applebaum al recibir en octubre el Premio de la Paz de los libreros alemanes y que también publicó la revista The Atlantic. ¡Un alegato en pro del armamentismo y la guerra, para promover la paz!
Quién es Anne Applebaum
Cuando, al fin, comienzan a escucharse voces en Occidente en favor del fin de la guerra y del inicio de negociaciones entre Rusia y Ucrania, Anne Applebaum promueve en este artículo la tesis de que Europa debe plantar cara a Rusia en Ucrania, para evitar que Putin, como Hitler, expanda su imperialismo. Comienza recordando sus investigaciones sobre el Gulag, sobre lo que denomina “el asalto soviético a Europa del Este” y sobre “la hambruna en Ucrania, la tragedia fundamental dentro del intento de Stalin de erradicarla como nación” (Forma parte del actual discurso nacionalista de Zelensky la denuncia del llamado “Holodomor” -matar de hambre- que no se circunscribió a Ucrania, sino que fue el terrible efecto en gran parte del territorio soviético de la errónea política de colectivización de la tierra emprendida por Stalin hacia 1932-33).
Sobre la actual Ucrania y la invasión rusa, la señora Applebaum calla mucho más de lo que cuenta, porque la realidad de la Ucrania post Maidán perjudicaría a su discurso, que sólo pretende que esa guerra no termine en una mesa de negociaciones, sino en el campo de batalla, con más y más muerte y destrucción. Claro y más y más ganancias para la industria armamentista de los Estados Unidos, la industria petrolera y de las empresas que después se dedicarán a la reconstrucción.
Y así, cita la autora a Thomas Mann quien en 1938 escribió : “el pacifismo, que en lugar de alejar la guerra la provoca“, o a George Orwell : “El pacifismo es objetivamente profascista”. Y añade de su cosecha: “Quien estorba el esfuerzo bélico de un bando, está automáticamente facilitando el del otro“. E insiste: “Muchos de los que en Alemania y Europa reclaman hoy el pacifismo frente al ataque ruso son, en efecto, objetivamente prorrusos“.
Medios atlantistas y pro-sionistas
Como decía, el texto que ayer difundió El País, fue publicado antes en The Atlantic, una de las revistas más influyentes de los Estados Unidos, de la que la autora es colaboradora. Es propiedad de Laurence Powel Jobs, viuda del expresidente de Apple, Steve Jobs. Su editor-jefe es Jeffrey Goldberg, conocido periodista pro-sionista. Los artículos de The Atlantic a veces son muy polémicos, siempre a favor del sistema, lógicamente. Uno de los textos que publicó la revista crearon una gran discusión pública, al estar dedicado a alabar al líder de la Iglesia de la Cienciología David Misca. Tanto esa secta como The Atlantic no han dejado de ser acusados de presunta vinculación a los servicios de inteligencia norteamericanos. Tampoco se priva de ello nuestra autora.
La NED, la ‘nueva’ CIA
Anne Applebaum es también colaboradora de la NED, National Endowment dor Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), una colaboradora especial, como puede verse en la página web de la fundación.
La NED, creada por Reagan para la lucha contra el comunismo, dio a Washington una herramienta menos visible y menos controvertida que la CIA, y con el mismo objetivo: desestabilizar los gobiernos no amigos, mediante la financiación a sus opositores. Presente no sólo en Cuba, Nicaragua, Venezuela, sino en toda Latinoamérica y no sólo. También en Iraq, Afganistán, Libia, Corea, Ucrania, Polonia…
Su actual Presidente es Damon Wilson, antiguo asesor para asuntos europeos en el Consejo Nacional de Seguridad, sirvió también en la embajada de los EEUU en Bagdad como Primer Secretario y Jefe de Staff durante la invasión y la ocupación. Posteriormente fue vicedirector de la secretaria del Secretario General de la OTAN Lord Robertson, entre otros puestos belicosos.
Ahí colabora nuestra Appelbaum, cuyo esposo, Radostaw Sikorky, fue Ministro de Defensa y también Ministro de Exteriores de Polonia y que vuelve a ser en el actual gobierno, de nuevo, jefe de la diplomacia polaca. Es miembro del Club Bilderberg, que agrupa a las personas más poderosas del planeta y al que se acusa de conspirar para establecer un gobierno mundial. También fue alto cargo del think-tank conservador Instituto Americano de Empresa en Washinton D.C.
Anne Appelbaum declaraba en noviembre al diario La Vanguardia: “Putin influyó en el `procés’ porque alienta todo lo que socava el sistema democrático“. Como pueden ver un pensamiento profundo, fundamentado, un discurso no alineado, neutral, independiente el que nos ha servido “El periódico global” este fin de semana. Esperamos, en vano creo, un artículo que refleje la opinión del otro lado del globo. Y aun mejor, los datos puros y simples, los hechos sin adobar, lo que de verdad ocurre. La esperanza, no se pierde. ¡Qué risa!
* Miembro del Colectivo editorial de LoQueSomos. En Twitter: @pepitorias
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