La Comisión Europea recomendó que el bloque suspenda alrededor de 7.500 millones de euros en ayudas a Hungría por una supuesta infracción a los principios del Estado de derecho en ese país, sobre todo en materia de lucha contra la corrupción y fraude en los procedimientos de contratación pública..
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El Colegio de Comisarios respaldó por «unanimidad» la propuesta de suspender el «65 por ciento» del dinero comprometido para tres programas húngaros de la política de Cohesión y la prohibición de concluir licitaciones de interés público con gestión directa o indirecta de programas europeos.
En una rueda de prensa en Bruselas, el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, dijo que «La decisión de hoy es una clara demostración de la determinación de la Comisión de proteger el presupuesto de la UE y de utilizar todas las herramientas que hay a nuestra disposición para garantizar este importante objetivo».
Hahn recordó que este caso comenzó cuando la CE notificó a Budapest en abril su preocupación por las infracciones de los principios del Estado de Derecho, en el contexto de que podían suponer un riesgo para el buen uso del presupuesto comunitario.
El organismo inició dicho procedimiento dos días después de la victoria del partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán en las elecciones parlamentarias celebradas en abril.
Desde Budapest acusaron a Bruselas de «cometer un error», e instaron a la cúpula dirigente del bloque comunitario a aceptar la decisión del pueblo húngaro y abstenerse de castigarlo por no votar como Bruselas deseaba.
Hungría ha sido un aliado de Rusia, luego que iniciaron las sanciones unilaterales de la UE y Estados Unidos contra Moscú, luego que el ejército ruso inició en febrero pasado una operación militar especial en Ucrania.
Anteriormente, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, calificó como un chiste el informe del Parlamento Europeo sobre el estado de la democracia en el que Bruselas considera que ha dejado de ser una democracia plena para convertirse en «un régimen híbrido de autocracia electoral».
«No se trata de la formación de una opinión objetiva sino de un ataque partidista (de la izquierda), y no es el primer ataque de ese tipo a Hungría. Ese documento puede calificarse como un panfleto», afirmó Orbán.