Tel Aviv., El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, visitó Cisjordania ayer, al considerar que la gobernante Autoridad Nacional Palestina (ANP) debería tener un papel central en el futuro de la franja de Gaza. Blinken pasó los puestos de revisión israelíes para reunirse con el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, en la ciudad de Ramalá, en su segunda visita a la región desde que combatientes palestinos de Hamas lanzaron un ataque sorpresa en el sur de Israel el 7 de octubre, donde mataron a mil 400 personas y capturaron más de 240 rehenes.

Mientras Israel continuó su campaña de ataques aéreos, que según funcionarios de salud de Gaza han causado la muerte de más de 9 mil 700 palestinos, Blinken desdeñó los llamados de funcionarios árabes a un alto el fuego, luego de apelar un día antes a Israel, sin éxito, para hacer pausas limitadas en los combates.

Blinken ha encabezado el esfuerzo comandado por Estados Unidos para encontrar una solución pacífica duradera a la violencia en Gaza, pero es un plan que se basa en la erradicación de Hamas, al contrario de los llamados extendidos en países occidentales a un cese inmediato de los combates, acción que dejaría al grupo militante en el mando.

Sin embargo, subsisten considerables dudas acerca de la Autoridad Nacional Palestina, pese a la creencia de que es la única alternativa a Hamas. Ghaith al-Omari, quien fue consejero de Abbas, declaró a The Independent que la mayoría de los palestinos, tanto de Gaza como de Cisjordania, ven a la ANP como un pasivo, no un activo. Encuestas recientes han sugerido de manera abrumadora que los palestinos no están a favor de que la ANP regrese a la franja.

En este momento, la Autoridad Nacional Palestina es incapaz de gobernar incluso Nablus o Jenin (en Cisjordania), así que pensar que pudiera entrar en Gaza a corto plazo es una fantasía, dijo Al-Omari. La mayoría la ve como un pasivo, no un activo, así que no tendría respaldo político para venir a Gaza, y menos montada en los tanques israelíes.

Abbas dijo ayer a Blinken que Gaza es parte integral del Estado que quieren los palestinos, de acuerdo con un recuento de la reunión difundido por la agencia oficial palestina, Wafa, el cual sugirió que cualquier participación de la ANP en el gobierno de Gaza tendría que ser parte de un acuerdo más amplio en el conflicto, que se ha extendido por décadas. Asumiremos plenamente nuestras responsabilidades dentro del marco de una solución política integral que incluya toda Cisjordania, la cual comprende Jerusalén este y la franja de Gaza, expresó Abbas según el recuento de Wafa.

Esto ocurre a la vez que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó los crecientes llamados a un alto el fuego hasta que los más de 240 rehenes sean devueltos. No habrá alto el fuego sin el regreso de los rehenes. Esto debe ser retirado por completo del diccionario, declaró Netanyahu a equipos de noticias en la base Ramon de la fuerza aérea, en el sur de Israel, reiterando la postura del gobierno: decimos esto a nuestros amigos y nuestros enemigos: sencillamente continuaremos hasta derrotarlos. No tenemos alternativa.

Mientras Israel ha estado sujeto a la presión internacional para minimizar las muertes de civiles palestinos y permitir una pausa humanitaria en los combates, Netanyahu también enfrenta considerable presión doméstica de las familias de los rehenes israelíes. La policía tuvo que rechazar el sábado pasado a los manifestantes de la residencia de Netanyahu en Jerusalén, entre creciente indignación por los fracasos que condujeron al ataque de Hamas el mes pasado. Ondeando banderas israelíes blancas y azules y coreando ¡cárcel ahora!, cientos de personas empujaron las barreras de la policía cerca de la casa del primer ministro. Varias fueron arrestadas más tarde.

Los ataques aéreos continuaron sobre Gaza mientras se realizaban las protestas. Unos misiles dieron el sábado en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de Gaza, mataron por lo menos a 40 personas e hirieron a 34, según el Ministerio de Salud, gobernado por Hamas.

Arafat Abu Mashaia, quien vive en ese campo, relató que el ataque aplastó edificios de varios pisos, donde se albergaban personas que habían tenido que abandonar sus hogares en otras partes de Gaza. Fue una verdadera masacre, expresó ayer temprano, parado en los escombros de hogares destruidos. Todos aquí son gente de paz. Reto a cualquiera que diga que aquí había gente de la resistencia.

El campamento, ubicado en una zona residencial, está en la zona de evacuación en la que los militares israelíes han apremiado a los civiles palestinos a buscar refugio mientras enfocan su ofensiva militar en el norte.

Otro ataque aéreo dio en una casa cerca de una escuela en el campo de refugiados de Bureji, en el centro de la franja, y personal del hospital Al-Aqsa informó que por lo menos 13 personas perecieron. Se calcula que este campamento alberga a unas 46 mil personas y ya había sido atacado el jueves anterior. El Ministerio de Salud afirmó que más de 9 mil 700 palestinos han muerto en el territorio en casi un mes de guerra, número que probablemente aumente conforme las fuerzas israelíes avancen dentro de vecindarios urbanos de alta densidad.

En tanto, el ex primer ministro británico Boris Johnson se reunió ayer con soldados israelíes durante una visita sorpresa al país para expresar solidaridad y apoyo por el ataque del 7 de octubre. Imágenes filmadas mostraron a Johnson hablando con soldados casi tres semanas después de que el primer ministro actual, Rishi Sunik, visitó Israel, al parecer por las mismas razones.

Por otro lado, la agencia Afp informó que Blinken viajó ayer por sorpresa a Irak y se reunió con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia Sudani, en un contexto de temor a una escalada del conflicto entre Israel y la franja de Gaza, ya que desde el inicio de la guerra, las bases estadunidenses en Irak han sido blanco de 17 ataques en Irak y 12 en Siria.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya