Fuente: https://www.grupotortuga.com/15-120-02-millones-de-euros-de Juan Carlos Rois Sábado.31 de diciembre de 2022
El consejo de ministros y ministras, gran aliado del gasto militar.
No es una inocentada, pero he preferido dejar que pase el día 28 de diciembre para publicarlo.
El Consejo de ministros del gobierno de España ha aprobado durante 2022 gasto militar por al menos 15.120,02 millones de euros.
Eso sí que es un verdadero «escudo» pero en detrimento del escudo social.
Un gasto que no consolida la paz ni la busca, sino que refuerza la preparación de la guerra y la participación de España en la política de dominación/violencia impuesta por el bloque militar al que estamos adscritos.
Un gasto que nos vuelve intervencionistas en términos político/militares, que nos convierte en peligrosos y enemigos para pueblos que nos sufren, y que consolida el nefasto papel de las empresas españolas en alimentar la venta de armas.
Un gesto que abunda en consolidar los sempiternos males de nuestro militarismo, desde el gigantismo de su estructura y el exceso de su personal, a su peligroso papel de vigías de nuestras instituciones.
Un agravio comparativo para quienes mas sufren la crisis y menos atención tienen de nuestras fatuas autoridades.
El cuadro completo puede verse en este enlace.
Gasto militar que se ha ido ejecutando en parte en 2022 y que se ejecutará, en otra gran parte, en los próximos años, porque 2022 ha sido, como otros años desde que Doña Margarita Robles es el muñeco parlante del militarismo, un año más en el nuevo ciclo de rearme de España.
Si, amigos, un gasto autorizado y llevado al Consejo de ministros en más de 30 ocasiones y aprobado sin rechistar en todas y cada una de ellas.
Un gasto militar que las comisiones de secretarios de estado y subsecretario han agendado en más de 30 ocasiones para que los ministros titulares de las diversas carteras, en los Consejos de ministros sucesivos, fueran aprobándolo con pleno conocimiento de causa.
Ello quiere decir, además, que el grado de conocimiento de dicho gasto alcanzaba no solo a los ministros, cabezas visibles, sino a sus colaboradores, secretarios de estado, subsecretarios . . . Mucho cómplice. ¿Con qué cara podrán algunos ahora, cuando nos cercan las anodinas elecciones, inflamarse contra el militarismo o contra la OTAN cuando antes formaron parte de los engranajes que condujeron a autorizar este despropósito militarista?
El nuevo gobierno que llegue y suceda al actual, sea del color que sea, asumirá el legado de este gobierno promilitarista que vive su último año. Y lo hará condicionado por las autorizaciones de gasto militar del gobierno más progresista de la historia que se atrevió en un solo año a regalar más de 15.000 millones para fortalecer el militarismo. Condicionado porque revertir compromisos tan voluminosos implica sanciones e indemnizaciones a las empresas agraciadas por esta lotería e indisposición de los más de dos millones y medio de personas (y votos cautivos) que comen del gasto militar, entre militares y guardia civiles en activo, reservistas, pensionistas y familiares, personal civil, contratistas y trabajadores dependientes de la defensa que comen del presupuesto de la defensa.
El año siguiente seguiremos en la misma tónica. Tristemente seguiré realizando crónicas negras, si no me canso antes, y alentando de una irresponsabilidad para la que, salvo honrosas excepciones, la sociedad adormecida sigue haciendo oídos sordos.