Fuente: La Jornada/Manuel Pérez Rocha 05.03.2020
estructurales(como la pobreza, la desigualdad y la marginación), y al mismo tiempo, con razón, se horroriza por incontables actos de barbarie. Sin duda ambos aspectos de la vida social están interrelacionados. En la estructura del inhumano sistema vigente, para la mayoría de los mexicanos no hay otro destino que ser mercaderes, mercancía o basura.
Un factor común de los crímenes que tanto duelen es el desprecio total por la humanidad y por la vida, la inclemencia ante los cuerpos humanos que el agresor con absoluta frialdad llega a tocar, oler, pesar, oír y destruir. Es obvio, pero es necesario resaltarlo, pues este desprecio por la vida y la humanidad tiene que ser objeto de la reflexión y la acción de todos, de manera particular de los universitarios.