Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/07/10/pers-j10.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Andre Damon 10.07.23

El jefe técnico de campo del Grupo de Asesoría sobre Minas, Nick Guest, inspecciona una bomba en racimo cerca de la ciudad libanesa de Ouazaaiye, 9 de noviembre de 2006, arrojada por Israel. [AP Photo]
El viernes, el Gobierno de Biden anunció el envío de bombas en racimo a Ucrania. Son municiones que dispersan bombas pequeñas sin estallar, asesinando y mutilando a civiles por décadas.
Ante el fracaso de la ofensiva militar de Kiev, Estados Unidos está recurriendo desesperadamente al suministro de armas cada vez más destructivas e indiscriminadas para revertir sus reveses en el campo de batalla.
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