
▲ Bruce Springsteen, en un concierto hace unos días en Inglaterra, invocó el poder justo del arte, de la música y del rocanrol en estos tiempos peligrosos
y denunció: mi casa, Estados Unidos, que amo, está en manos de un gobierno corrupto, incompetente y traicionero
, lo que le valió una serie de ofensas del presidente Donald Trump, en redes sociales. La imagen es de 2018, en Nueva York.Foto Ap
En Estados Unidos se quitan las ganas de bailar y cantar, pero eso es, a propósito, parte de la estrategia de la derecha en Estados Unidos. Para ellos, como para todos sus antepasados en el mundo, la música, el baile, el teatro y la palabra escrita que no se subordinan a ellos son peligrosos.