Fuente: La Jornada Ángel Guerra Cabrera 20.10.22
La segunda vuelta de las elecciones brasileñas, el 30 de octubre, es probablemente el más importante y enconado enfrentamiento electoral efectuado en nuestra América desde la elección de Hugo Chávez en 1998. Esta elección va más lejos que decidir sólo quién gobernará al gigante sudamericano en los próximos cinco años, el país más extenso, poblado y con la economía más importante de nuestra región, octava en el mundo por su PIB. Tampoco decidirá sólo quién regirá el país entre neoliberalismo y antineoliberalismo, pues en Brasil lo primero que está en juego es la defensa y reconquista de los derechos democráticos básicos, ya muy mermados los sociales y laborales por Temer y Bolsonaro, que el ex militar amenaza con arrollar junto a los políticos, para cumplirle a los empresarios que lo apoyan. Esta elección se trata también –¡cuánto!– de si se va a dar el golpe de muerte a lo que queda de bosque amazónico, pulmón de oxígeno del planeta, como es el objetivo de los capitales del agronegocio socios de Bolsonaro.



