Fuente: https://www.afribuku.com/ngugi-wa-thiongo-micere-githae-mugo-homenaje/ Ngūgī wa Thiong’o 23/01/24
El escritor e intelectual Ngūgī wa Thiong’o rinde homenaje a la poeta, dramaturga y activista keniana, Mĩcere Gĩthae Mũgo, fallecida el 30 de junio de 2023. Una figura fundamental de la literatura y las luchas anticoloniales en los primeros años de las independencias africanas.
Recuerdo aquella mañana con Mĩcere Gĩthae Mũgo. Estábamos en los pasillos del Nuevo Departamento de Literatura de la Universidad de Nairobi, que surgió de la abolición del Departamento de Inglés. Lamentábamos el hecho de que Jomo Kenyatta, antiguo héroe de la lucha por la Independencia, se hubiera rodeado de anglófilos y personas leales a la colonización como Charles Njonjo. Dedan Kĩmathi y los héroes y heroínas de la Tierra y Libertad de Kenia estaban siendo eliminados del calendario de la independencia por la que habían sacrificado sus vidas. A Mĩcere y a mí se nos ocurrió la misma idea. Escribir una obra de teatro sobre Dedan Kĩmathi. Pero ¿dónde y cómo empezar?
Fuimos conduciendo hasta Karũnainĩ, en Nyeri, el lugar de nacimiento de Dedan Kĩmathi. Nos reunimos con hombres y mujeres, algunos de los cuales habían sido estudiantes de Kĩmathi. Señalaron un lugar en el bosque. Allí fue donde fue herido de bala por un traidor africano. En el transcurso de nuestras conversaciones, mencioné algo sobre la muerte de Kĩmathi, pensando en su ejecución por los británicos en 1957. Una de las mujeres me miró con ojos fríos. «¿Muerto? Pues entonces ve y muéstranos su tumba».
Esa campesina inspiró el tema de nuestra obra. Para el pueblo keniano, Kĩmathi seguía vivo. Jomo Kenyatta y sus secuaces neocoloniales no pudieron eliminarlo de la memoria de los agradecidos trabajadores y campesinos de nuestro país. La obra de teatro El Juicio de Dedan Kĩmathi retrataría a un Kĩmathi desafiante, negándose a declararse culpable o inocente, rechazando así la legitimidad de las leyes del sistema colonial. «No voy a declarar ante una ley en cuya creación no participamos», le dijo Kĩmathi al juez colonial.
La invitada de honor en la noche de apertura de la obra en el Teatro Nacional de Kenia en 1976 fue Mũkami Kĩmathi, a quien trajimos desde su casa de Njabini. Mĩcere Mũgo interpretó el personaje de la mujer desafiante, inspirado en la propia Mũkami. Patrick Shaw y su escuadrón de policías asesinos se sentaban en las terrazas del hotel Norfolk. El asesino de Kĩmathi, Ian Henderson, retratado en nuestra obra como Shaw Henderson, solía pararse allí a tomar una copa y recibir los aplausos de los colonos blancos por el trabajo que había hecho tan bien con la Caza de Dedan Kĩmathi. Al final de la representación, la verdadera Mũkami Kĩmathi se puso de pie y gritó: «Ese era mi Kĩmathi», y se quedó hasta altas horas de la noche contando historias a estudiantes universitarios. Más tarde, Mĩcere Mũgo acompañaría a otros actores al Festac’77 en Nigeria, presentando el caso de Dedan Kĩmathi al resto de África. Kĩmathi y el Ejército de Tierra y Libertad de Kenia fueron los primeros en romper con la huella global y la arrogancia de las colonias de blancos en las Américas, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que se habían declarado independientes. Kenia mostró el camino. Zimbabue y Sudáfrica seguirían el ejemplo de Kenia.
Más tarde fui llamado a la sede de la CID en Nairobi. Me preguntaron: ¿por qué Mĩcere Mũgo y yo estábamos interfiriendo con el Teatro Europeo en el Teatro Nacional de Kenia? Un año después, me llevaron a la Prisión de Máxima Seguridad de Kamĩtĩ, y a Mĩcere Mũgo a las celdas policiales para torturarnos. El dictador Moi nos obligaría al exilio.
Mĩcere nunca abandonó su lucha por la justicia social. Donde hubiera una lucha popular, como la lucha armada en Zimbabue, Mĩcere allí estaba. Los generales de la lucha en Zimbabue la conocían: había organizado el envío de ropa y dinero a los combatientes por la libertad de Zimbabue, siguiendo los pasos del personaje femenino que retrataba en El Juicio de Dedan Kĩmathi. La propia obra fue interpretada por guerrilleros de la Unión Nacional Africana de Zimbabue (ZANU) y los militantes del Congreso Nacional Africano (ANC). Dondequiera que un pueblo luchara por los derechos humanos y la justicia social, incluso en el exilio en Estados Unidos, Mĩcere Mũgo allí se encontraba, impulsada por su creencia en Utu: Soy porque tú eres. Tenía un gran sentido del humor, incluso durante sus años de lucha contra el cáncer, Mĩcere seguía contando chistes.
Recuerdo otro momento. Uhuru Kenyatta me invitó a mí, a Mĩcere y a Mũkami Kĩmathi a la inauguración del renovado Teatro Nacional de Kenia. Imagina esto: el hijo de Jomo Kenyatta había traído a Mĩcere Mũgo y a Mũkami Kĩmathi a Nairobi como invitados especiales. El abrazo entre Mĩcere Mũgo y Mũkami Kĩmathi fue conmovedor: quizás ambas recordaron la noche del estreno del El Juicio de Dedan Kĩmathi con Mĩcere Mũgo interpretando el personaje femenino inspirado en Mũkami Kĩmathi. Ambas fallecieron en el mismo año.