El gobierno de Estados Unidos aún no ha hecho comentarios sobre el caso de Jeremy Loffredo, un periodista independiente estadounidense que permanece detenido por la policía israelí bajo sospecha de “poner en peligro la seguridad nacional”. Loffredo podría enfrentarse a una posible condena de cadena perpetua o de muerte tras informar sobre los lugares donde cayeron misiles iraníes en el ataque lanzado por Irán a principios de este mes.

Los funcionarios estadounidenses se abstuvieron de hacer comentarios a pesar de un informe del Yedioth Ahronoth del jueves que afirmaba que representantes de la Embajada de Estados Unidos asistieron al Tribunal de Magistrados de Jerusalén para una audiencia sobre la solicitud de la policía de extender su detención. 

En su informe , Loffredo afirmó que los ataques alcanzaron objetivos entre los que se encontraban la base aérea Nevatim del ejército israelí y una base de inteligencia en el centro de Israel.

“Desde los ataques con misiles, las autoridades israelíes han intentado restar importancia a los ataques, censuraron las ubicaciones de los impactos de los misiles en las publicaciones de los medios y afirmaron que los misiles iraníes tenían como objetivo a civiles israelíes”, afirmó Loffredo.

“Lo que vi hoy, aquí en Israel, es una prueba clara de que Irán tenía en la mira la misma infraestructura militar y de inteligencia israelí que se ha utilizado durante el año pasado para llevar a cabo brutales asesinatos y ataques”.

Grayzone, el medio para el que Loffredo ha estado informando desde su llegada a Israel, emitió un comunicado diciendo que la policía lo tiene oficialmente detenido “bajo sospecha de graves delitos de seguridad por publicar públicamente… las ubicaciones de lanzamientos de misiles cerca o dentro de instalaciones de seguridad sensibles, con el objetivo de poner esto en conocimiento del enemigo y así ayudarlos en sus futuros ataques”.

Grayzone agregó que el informe de Loffredo mostró las consecuencias de los ataques iraníes contra objetivos militares y de inteligencia dentro de Israel, que aparecieron abiertamente en informes transmitidos por los principales medios de comunicación estadounidenses ABC News y PBS, ninguno de los cuales enfrenta actualmente tales cargos.

“Publicó la información abiertamente y en su totalidad, sin intentar ocultar nada. Si esta información constituye una ayuda al enemigo, muchos otros periodistas en Israel, incluidos reporteros israelíes, también deberían ser arrestados”, dijo la abogada que defiende a Loffredo, Leah Tsemel. “Un espía no habría actuado de manera tan pública y transparente”.

Originalmente, el juez que supervisaba el caso de Loffredo ordenó su liberación, diciendo que dado que los censores militares israelíes acordaron permitir que los medios israelíes publicaran tanto «la palabra sobre el arresto de [Jeremy] como las publicaciones que llevaron a su arresto», Israel «ya no podía justificar su detención continua», agregó The Grayzone .

Sin embargo, la policía israelí apeló esta decisión y Loffredo permanece detenido.

Grayzone afirmó: “Lucharemos contra estas acusaciones y le pediremos que se comunique con el Departamento de Estado y lo inste a actuar en defensa de su ciudadano detenido en Israel. Estados Unidos tiene la obligación de defender a sus periodistas, quienes simplemente están cumpliendo con su obligación ética de informar al público sobre hechos pertinentes”.

Kit Klarenberg, colaborador de Grayzone y The Cradle , dijo que Loffredo fue arrestado por oficiales militares israelíes mientras cruzaba un puesto de control en Cisjordania ocupada ilegalmente.

Klarenberg continuó: “Jeremy no ha hecho nada malo y estas son acusaciones que pueden llevar a cadena perpetua o a la pena de muerte”.

Señaló además que Revital Gotliv, miembro del Knesset israelí y del partido Likud, había solicitado recientemente cadena perpetua o la pena de muerte para Yuli Novak, director ejecutivo de B’Tselem, una organización israelí de derechos humanos que documenta los abusos del gobierno israelí contra los palestinos.

En marzo, Loffredo se incorporó a los nacionalistas judíos israelíes que intentaban bloquear la ayuda humanitaria que se necesitaba desesperadamente en la frontera de Gaza. “Disfrutaron de pasteles con los militares mientras confesaban crímenes de guerra y aplaudían el genocidio”, informó Loffredo.

En enero, Loffredo informó desde el barrio ocupado de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Oriental, donde documentó ataques terroristas de colonos contra comercios palestinos. Entrevistó a activistas locales que le dijeron que temían ser arrestados y golpeados por la policía israelí por denunciar el ataque a Gaza.