Fuente: http://loquesomos.org/viva-la-republica-separatista/ Nònimo Lustre
Nònimo Lustre*. LQS. Abril 2020
Oigo a toda hora el martilleo continuo de un lema digno de 1984, “todos estamos en guerra contra un enemigo común, todos juntos lo venceremos”. ¿Todos toditos juntos?, ¿todos juntos, víctimas y victimarios, herederos y desheredados?
Yo quiero ser separatista… pero los omnipotentes no me dejan porque ellos han ocupado todas las separaciones posibles. Ellos, marginadores compulsivos y segregacionistas de profesión, son los primeros separatistas. Y también los últimos puesto que siguen dominando todos los rincones del planeta en los que me gustaría separarme. ¿A usted le gustaría separarse del mundanal ruido en una isla paradisíaca?: lo siento, es propiedad privada. ¿Querría usted vivir en una vivienda urbana sin ruido?: ya está vendida y mejor no se acerque –la protegen perros de presa. Pero, si usted no es individualista sino que es individuo perteneciente a alguna colectividad política, territorial, religiosa, etc. tampoco podrá ser separatista porque su burguesía local y la gran burguesía estatal, internacional y mundial, ya comen de usted, ya cagan en su dormitorio y en su Senado, ya le han dejado sin aire, ya sólo le han dejado su propia historia –jibarizada desde el Eje Central, por supuesto.
Por todo ello, hoy quiero explicar qué entiendo por ‘separatista’. Y no me refiero al uso habitual del término sino a un caso muy concreto, el de aquí y ahora sanitario. Me refiero a que oigo a toda hora el martilleo continuo de un lema digno de 1984, “todos estamos en guerra contra un enemigo común, todos juntos lo venceremos”. ¿Todos toditos juntos?, ¿todos juntos, víctimas y victimarios, herederos y desheredados?
En estas semanas de brutal prisión domiciliaria –confinamiento es un eufemismo-, aherrojados por la barbarie estatal que ha implantado la ley marcial –contradictio in terminis, lo marcial es antagónico de la ley-, yo no quiero estar con los genocidas que han destrozado la sanidad pública. Ni yo ni nadie podemos estar al lado de los privatizadores opulentos. Ni podemos ni queremos estar con ellos codo con codo –es la moda salutatoria que venden como salutífera-. Coexistir con esa panda de hideputas neofranquistas poco disimulados es mefítico, mórbido, letal e insalubre. Por ende, enfermaré si me acerco a sus cubiles y moriré si les doy la mano –o el codo.
Huelga añadir que el terrorismo de las monarquías es el terrorismo más comprehensivo y, si cabe, más holístico porque pulveriza la Razón y porque introduce un factor de irracionalidad que contamina la sociedad hasta la pudrición
Quien siga pregonando eso de “todos juntos”, es reo de majadería suprema -sea anatema. Quien no distinga entre los verdugos y los condenados, es imbécil –sea anatema. Quien no sepa que los separatistas son ellos, que escuche a su conciencia –y sea anatema si no la escucha. Son ellos los que han militarizado este país; léase, son esos delincuentes los que han puesto en manos de los zafios más cerriles nuestra movilidad, los que deciden que la salud de los niños está por debajo del paseo de los perros, los que asuelan nuestra privacidad; en suma, los que se burlan de nuestros derechos fundamentales. Quizá otros países ‘de nuestro entorno’ tengan unos profesionales de la represión menos hoscos e insociales pero aquí, en esta país con jueces abiertamente fascistas, con policías de extrema derecha y con un ejército propenso al golpismo, dar carta blanca a esa manada de insolentes ha logrado atemorizarnos, humillarnos y, sobre todo, aterrorizarnos –i.e., agredirnos mediante el terrorismo.
Huelga añadir que el terrorismo de las monarquías es el terrorismo más comprehensivo y, si cabe, más holístico porque pulveriza la Razón y porque introduce un factor de irracionalidad que contamina la sociedad hasta la pudrición. Comparado con este daño profundo, nacional y colectivo, que la realeza sea cretina por endogámica es una fruslería; además de no ser biológicamente exacta porque la endogamia favorece la repetición de algunos rasgos que no necesariamente son los peores, aunque así lo sean en el caso de las casas reales, herederas de criminales y progenitoras de más criminales. Por cierto, si los bebés de alta cuna no matan desde los tres años es porque hay plebeyos en todos sus árboles genealógicos; por ejemplo, El Campechano es tataranieto de Puig-Moltó, un sicario guardaespaldas de Isabel II.
Por estas razones, la república es la menos mala de todas las formas de gobierno. Pero, ojo, sabemos que el corona-virus las contagia con cierta facilidad. O sea, que hay dinastías “republicanas”: los Bush, Kennedy, Rockefeller, Nehru-Indira Gandhi, Bhutto, Lacalle en Uruguay, Guzmán Blanco en Venezuela… y, oteando el otro lado de la corrección política, Al Assad y la más famosa de todas, la de los Kim norcoreanos. Pero, volvamos al equilibrio: todos los desmanes cometidos por todas estas dinastías republicanas, no llegan en crueldad ni a la travesura de un gran duque Romanov o de un Bonaparte en pañales y no digamos de un Borbón en celo adolescente.
Otrosí, tenemos que separarnos de la lacra coronada no sólo por los motivos antes enumerados sino también por razones morales: porque el covid-19 es chiquito e inimputable pero los reyes lo son aún más, aunque sean la vera efigie de la obesidad realmente mórbida. Y es que el Papa es sólo un Vicario que rinde cuantas a su Dios pero los reyes no rinden cuentas ni ante ese Señor del Gran Poder. De esa inimputabilidad se desprende impunidad y con ella se refuerza la suprema irracionalidad de sus crímenes. Porque los reyes no delinquen por algún secreto designio. No. Matan por herencia, por genética y por costumbre libremente adquirida. Siendo esto demostrable por la Historia, no tiene sentido achacarles sentidos ocultos, ni siquiera los de índole sexual. Realmente, son claros y transparentes: delinquen porque les da la real gana. Punto.
En fin, si no se asustan de la República, menos aún deben mosquearse por el separatismo. Recordemos que calumniar al separatismo (nacional) va por barrios: si es en Europa, es malo de infinita perversidad. Pero si está planificado para mayor gloria de los intereses europeos u occidentales, entonces es buenísimo. Los ejemplos abundan: los dos Pakistanes fueron separados de India porque así le dio la gana a la otrora emperatriz Elizabeth, separatista doméstica que ahora quiere separar a uno de sus nietos de su esposa mestiza. Y luego, Bangla Desh se alejó del otro Pakistán y su separatismo fue maravilla pura –para Occidente. Y no mencionaremos el caso reciente de Sudán del Sur -junto con Yemen la nación más asesinada del planeta. No lo mencionaremos porque, como apuntamos hace tiempo, el separatismo del petróleo es bueno (ver en perezia, “Las estrellas del alquitrán”, 01.V.2017)
Asumiendo todo lo anterior, aplaudiremos el glorioso advenimiento de la República Separatista de las Desheredadas y los Desheredados. Que trabajen los reyes romanos que tienen el pecho’e lata. Y, por supuesto, ni olvido ni perdón.
En el 14 abril 2020. 89º aniversario de la II República española
– Imagen: Obra de Marivi Gallardo «Abanderada»
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