Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/03/14/venezuela-por-que-boris-johnson-realizo-una-silenciosa-visita-a-caracas/ Ociel Alí López, RT 14/03/24
Boris Johnson, el ex primer ministro de Reino Unido (2019-2022), habría visitado Venezuela en febrero para reunirse con el presidente Nicolás Maduro en un lugar en las afueras de la capital. Esta información fue develada por el medio británico The Sunday Times y ha sorprendido al mundo político, ya que bajo su administración, arreció la ofensiva contra el país caribeño y, en concreto, contra el actual mandatario.
Bajo su gestión, Johnson desconoció al Gobierno de Maduro y, en cambio, reconoció el supuesto interinato de Juan Guaidó. De hecho, recibió a este último personalmente en Londres, ofreciéndole un tratamiento de mandatario.
Una investigación del periodista inglés John McEvoy reveló en 2023 que, durante su gestión, “Gran Bretaña destinó decenas de miles de libras en apoyar a Guaidó”.
Reino Unido ha sido una punta de lanza de Occidente en contra de Venezuela, en tanto logró atacarle en diversas dimensiones. Fue mucho más allá de retirar su embajador de Caracas y promover la salida de Maduro, también fue un fiel cumplidor de las sanciones emanadas por el Banco de Tesoro de EE.UU., lo que conllevó a que el Banco de Inglaterra represara 2.000 millones de dólares en oro de las reservas internacionales de Venezuela, que se encontraban custodiadas por dicho banco.
Pero el principal enfrentamiento de Venezuela con Reino Unido en la actualidad tiene que ver con el apadrinamiento que hace este último sobre Guyana, en relación al territorio Esequibo, en reclamo por ambos países suramericanos, y donde se han descubierto importantes yacimientos petroleros en los últimos años. De hecho, a finales del año pasado, el buque de guerra británico HMS Trent fue enviado a Guyana cuando las tensiones tocaban su punto más álgido, lo que llevó al gobierno venezolano a desplegar una acción conjunta de sus fuerzas armadas como reacción a la avanzada.
Como sabemos, Boris Johnson no es cualquier personaje. No solo por su investidura y su cercanía con el expresidente de EE.UU., Donald Trump, sino porque los últimos días ha comenzado a sonar como probable sustituto del actual primer ministro Rishi Sunak, ambos del Partido Conservador.
Reino Unido ha sido una punta de lanza de Occidente en contra de Venezuela, en tanto logró atacarle en diversas dimensiones.
De la misma forma, el medio de comunicación que develó la visita es uno de corte conservador, hermano de The Times, fundado en 1821 y propiedad del conservador y famoso Rupert Murdoch, lo que quiere decir que sus informaciones cuentan con fuentes de primera mano.
Además, según The Sunday Times, Johnson interfirió unas vacaciones familiares en República Dominicana para asistir al encuentro con el presidente venezolano, lo que otorgaría mayor importancia a la visita.
¿Qué fue a hacer Boris Johnson a Venezuela?
Las motivaciones del viaje no están del todo claras. Las razones dispuestas por el medio parecen más bien respuestas automáticas. Según la nota de prensa que registró la visita, Johnson se encontró con Maduro “a fin de enfatizar la necesidad de que Venezuela adopte un proceso democrático adecuado”, para confirmar que “no puede haber normalización de relaciones hasta que Venezuela abrace plenamente la democracia” y también para que Maduro “respete la integridad de sus vecinos” (en clara referencia a Guyana).
El descubrimiento de grandes yacimientos petroleros, tanto en Guyana como en el Esequibo, han generado cierta ansiedad en las petroleras británicas, especialmente en la Shell.
Pero más allá de estas justificaciones oficiosas del encuentro, sabemos que un líder de esa magnitud no es enviado por Reino Unido para reiterar lo que se ha declarado insistentemente desde Londres: es evidente que lo que vino a discutir Johnson a Caracas fue algo grueso, ¿acaso negocios?
Y es que, el descubrimiento de grandes yacimientos petroleros, tanto en Guyana como en el Esequibo, han generado cierta ansiedad en las petroleras británicas, especialmente en la Shell, quien se ha posicionado en el territorio, así como la British Petroleum, quien desea entrar en el negocio en campo de gas ‘Dragón’, al noreste de Venezuela, y en el Delta del Orinoco, pero las sanciones se lo han impedido.
Y no solo los recientes descubrimientos generan ansiedad inglesa. También la dependencia europea que ha dejado el conflicto en Ucrania hacia el gas natural licuado (GNL) estadounidense, está trayendo enormes problemas. Las últimas decisiones del presidente Joe Biden quien, en medio de elecciones y demandas medio ambientales, ha paralizado la construcción de nuevas terminales para la exportación del combustible e incluso ha detenido la exportación del mismo a varios países, está generando desasosiego energético.
Por su parte, la capacidad instalada para generar GNL, dispuestas en Trinidad y Tobago, aún no desarrolla su máxima capacidad, en espera de un aumento de la explotación requerida en Guyana y Venezuela.
Explotación que se encuentra en riesgo, por un lado, debido a la posibilidad de que, en abril, Washington retome con fuerza las sanciones financieras contra Venezuela, y por otro, debido a las tensiones militares entre Guyana y Venezuela por el mencionado territorio Esequibo.
Europa necesita de la cabal activación del campo ‘Dragón’, uno de los más prolijos en gas, ubicado en el mar Caribe al noreste venezolano, que serviría para reiniciar el tren de licuefacción inactivo en Trinidad y que podría proveer de GNL a toda Europa.
Entre zanahorias y garrotes
Pero sería lógico elucubrar que Johnson no solo vino a abrir nuevas rutas de abastecimiento para las petroleras de su país.
El próximo mes de abril, la Corte Internacional de Justicia decidirá sobre la disputa entre Guyana y Venezuela por el territorio Esequibo. También, el mismo mes, la Casa Blanca deberá decidir si regresan las sanciones sobre Venezuela. De la misma forma, los tribunales ingleses deben fallar de forma definitiva sobre la custodia del oro retenido que pertenece a las reservas internacionales venezolanas. Todas ellas, un conjunto de decisiones próximas en las que el ex primer ministro podría ser un actor de importancia a la hora de que se tomen las respectivas decisiones. Cabe destacar que Johnson informó al actual gobierno británico sobre su visita a Venezuela, lo que significa el cabal conocimiento de Londres de las cuestiones a negociar.
Así las cosas, Johnson, después de tanto arremeter contra Maduro, ha tenido que visitarle en su país. Las razones aún no están del todo develadas, pero hay un conjunto de procesos abiertos que, de llegar a buen término, pueden ser beneficiosos para Reino Unido y Venezuela y es bastante probable que todo eso se haya discutido entre estos dos viejos adversarios.
Pronto veremos si el encuentro efectuado sirvió para acercar a las partes o las distanciará de modo definitivo.