Mision Verdad 13/11/24
Las confrontaciones internas de la facción prointervención extranjera de la oposición venezolana cobran protagonismo de nuevo, esta vez a raíz de las declaraciones recientes de Edmundo González Urrutia, quien ha admitido que hay sectores políticos y mediáticos que operan en su contra a través de una campaña, mientras él intenta insuflar un sentido de utilidad y trascendencia a sus movimientos por Europa.
González reaccionó en su cuenta de X a una publicación del exdirector de El Nacional, Sergio Dahbar, quien en una publicación habló sobre el “ambiente tóxico” existente en la oposición venezolana.
“El ambiente tóxico de la oposición venezolana acorrala a Edmundo González Urrutia en Madrid. Quieren que declare. Quieren controlarlo. Campaña en medios. Con amigos así, quién necesita enemigos”, señaló.
“Lamento profundamente esta campaña”, dijo el excandidato presidencial, al mismo tiempo que aseguró que estaba dedicado al “trabajo internacional que me corresponde”.
Edmundo “desconcierta y preocupa”
Aunque Dahbar no identifica de manera explícita a los destinatarios de sus críticas, sus comentarios surgen después de un artículo publicado por El Nacional en el que se cuestiona severamente a González Urrutia por su “silencio absoluto” en relación con las declaraciones ante los medios de comunicación tanto venezolanos como internacionales desde su llegada a Madrid.
“González ha optado por un silencio absoluto, lo cual ha generado desconcierto y críticas en la comunidad venezolana e internacional. Este silencio y su negativa para hablar con los medios levantan dudas sobre su apoyo al periodismo, a la libertad de expresión y a la transparencia”.
El Nacional caracteriza como esporádica y distante la conducta del opositor venezolano al tratar con los medios. En particular, se menciona su participación en la VI edición del Foro de La Toja, que tuvo lugar del 3 al 5 de octubre pasado.
Durante esta actividad González, quien asistió a un diálogo entre los expresidentes españoles Felipe González y Mariano Rajoy, así como el presidente electo del Consejo Europeo, António Costa, limitó su interacción con los medios a una rueda de prensa de solo cuatro minutos.
Se le critica especialmente que evite comunicarse con “canales que han sido aliados informativos de la causa venezolana”, es decir, aquellos comprometidos con el despliegue narrativo más radical contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. El periódico venezolano nombra a NT24 y a sí mismo, y señala que el excandidato “ha decidido guardar silencio y no responder a este medio”.
Las disputas que ventilan desde Madrid
En un segmento, el artículo se dedica a atacar los viajes realizados por el excandidato en Europa, en los cuales ha intentado consolidar un respaldo de gobiernos europeos que pueda ser comercializable para la audiencia venezolana, sin lograr los resultados esperados.
En uno de sus últimos destinos, Italia, se reunió con la primera ministra Giorgia Meloni. Aunque esta expresó que su gobierno respaldaba “los esfuerzos para facilitar la transición democrática”, se limitó a referirse a Edmundo González como premio Sájarov por la libertad de pensamiento, y omitió cualquier mención a su autodesignación ilegal como “presidente electo”.
El artículo del medio venezolano habla de la gira europea como viajes que “están rodeados de un estricto secretismo”. Se señala que los mismos cuentan con un equipo considerable cuya presencia y número “no se comprenden en propósito”, además de insinuar una “agenda oculta” debido a la falta de acceso a información relevante sobre la misma.
“La escasa información disponible proviene de publicaciones esporádicas en redes sociales o de breves comunicados de su equipo, que eluden cualquier detalle sobre su agenda”.
Los señalamientos en cuestión adquieren una notable relevancia al considerar que Antonio Ledezma, prófugo de la justicia venezolana, integra el equipo que acompaña a González Urrutia en su agenda por Europa. En Italia, Ledezma estuvo presente en una reunión con un grupo de parlamentarios italianos el 30 de octubre.
El 11 de noviembre se reunió con el ministro de Estado alemán, Tobias Lindner, quien le dijo que “Alemania seguirá defendiendo la democracia” en Venezuela. Actualmente González Urrutia se encuentra en Bruselas, en la sede del Parlamento Europeo.
La búsqueda de apoyo internacional al cambio de régimen, que comenzó hace dos meses con encuentros en España, está teniendo un desenlace desastroso debido, en parte, a la reticencia de la Unión Europea a embarcarse en un escenario similar al que se implementó con el respaldo a Juan Guaidó, y a las acusaciones entre sectores de la oposición que señalan que Edmundo no está haciendo lo suficiente.
No sería desatinado intuir que María Corina Machado se alinea con el tono de presión del artículo publicado por El Nacional. Como es bien sabido, la relación entre González y ella mostró sus debilidades cuando él, a espaldas de la responsable de Vente Venezuela, decidió entablar un diálogo con el gobierno venezolano a fin de abandonar el país, a cambio de reconocer las instituciones del Estado y comprometerse a no usurpar el cargo presidencial.
El cambio que después adoptó en su discurso al llegar a España, violando los acuerdos, ha resultado políticamente beneficioso para el sector opositor que opera en Madrid, representado no solo por Ledezma sino también por figuras como Leopoldo López, quienes previamente se aprovecharon del control de los activos venezolanos secuestrados bajo la figura del falso gobierno de Guaidó, y que ven en esta nueva situación una oportunidad para reeditar este esquema de corrupción.
Machado busca recuperar protagonismo con Trump
En un contexto que la aleja cada vez más del centro de atención, María Corina Machado parece ver en la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos una oportunidad para recuperar el timing perdido por la agenda de cambio de régimen, instando a que se traslade el tema venezolano desde Madrid hacia Washington.
Este movimiento no es fortuito dadas las afinidades que ella mantiene con el Partido Republicano, especialmente con actores políticos de Florida como Marco Rubio y Rick Scott, quienes abogan abiertamente por las agresiones económicas y las intervenciones que promovieron durante el primer gobierno de Trump.
La posibilidad de que el presidente electo estadounidense opte por una política exterior de “máxima presión”, similar a la que se implementó en administraciones anteriores, aun está por confirmarse. Sin embargo, esta incertidumbre refuerza la necesidad de Machado de posicionarse como la “líder” de esta nueva fase, en la que no dudará en capitalizar los réditos que de ello se deriven.
En este sentido, las fracturas internas que emergen no se originan únicamente en visiones distintas sobre la estrategia opositora en su conjunto sino que surgen dentro del sector más extremista, el cual persigue un camino de inestabilidad política.
Con la inminente llegada del 10 de enero de 2025 y la confirmación del fracaso del intento de golpe electoral, sumados a la desmovilización de las bases opositoras a escala nacional, las disputas parecen centrarse en quién podría, bajo un Guaidó 2.0, asumir el control del manejo de los activos venezolanos que permanecen secuestrados en el extranjero.
Lo que se presentó como una gira internacional destinada a alcanzar una simulación de legitimación política y la consolidación de la narrativa del “presidente electo” Edmundo González ha derivado, en cambio, en un predecible desplome, lo que evidencia no solo la falta de respaldo concreto por parte de las instancias europeas sino también la manifiestación de la creciente fractura dentro del espectro opositor.
Venezuela. El efecto búmeran de la gira por Europa de Edmundo González