Alfonso Insuasty Rodríguez*
Las elecciones presidenciales en Venezuela (2024) han adquirido una relevancia geopolítica significativa, marcadas por el enfrentamiento, la generación de odio y la desinformación. ¿Por qué? ¿Qué está en juego realmente?
La participación de la extrema derecha en estas elecciones donde el vencedor es el presidente reelecto, Nicolás Maduro, representó un cambio notable de estrategia y negociación, tras nueve años de intentos de desestabilización, incluyendo sanciones económicas, propaganda negativa y violencia callejera, orquestados por y desde Estados Unidos con el objetivo de desestabilizar y derrocar el actual gobierno bolivariano de Venezuela. Este cambio de estrategia impulsado por la presión estadounidense se suponía buscaba una solución negociada a la crisis política en el país, (Boron 2024) pero todo indica que lo que ganaron fue tiempo para el montaje de las condiciones de posibilidad para acentuar el odio y sembrar el caos.
María Corina Machado, una figura prominente de la extrema derecha venezolana y aliada de Estados Unidos, se postuló como candidata en estas elecciones, sin embargo, fue inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia debido a su implicación en intentos de golpe de estado y corrupción. A pesar de ello, continuó haciendo campaña junto a Edmundo González, quién ocupó su lugar en calidad de candidato presidencial. (Novaez Guerrero 2024)
Interés Geopolítico sobre Venezuela
Los siguientes factores, bien pueden resaltar la importancia de estas elecciones (2024) en el marco de un orden geopolítico emergente:
- Ascenso de China, Rusia e Irán: Estos países, adversarios de Estados Unidos, han brindado apoyo crucial a Venezuela para resistir las sanciones unilaterales y aumentado su influencia en la región.
- Formación de bloques regionales: La posible integración de Venezuela a los BRICS, un bloque de economías emergentes que desafía el orden mundial unipolar liderado por Estados Unidos, aumenta su importancia estratégica. (Fazio 2024)
- Amazonía. El valor especial de Venezuela como contención de los intereses de Estados Unidos sobre la Amazonía, un tema estratégico, considerando el control territorial del Esequibo.
- Riqueza en recursos naturales: Más allá del petróleo, Venezuela posee importantes reservas de recursos estratégicos, entre ellos el oro, cobre, coltán, además de su biodiversidad, convirtiéndo al país en un objetivo codiciado para las potencias mundiales. (Vega Cantor 2012)
En este contexto, estas elecciones se traducen en un punto de inflexión crucial por sus implicaciones para el presente y el futuro de América Latina.
La profunda crisis global en materia energética, la consolidación de una creciente influencia de China, Rusia e India en el escenario mundial desafiando la hegemonía de Estados Unidos, el surgimiento de un nuevo orden multipolar y claro, las vastas reservas de petróleo de Venezuela y otros recursos que desea controlar EEUU motivan este especial interés.
El país del norte preveía entonces que, la victoria de Nicolás Maduro sin duda fortalecería los movimientos progresistas en la región y el avance de los BRICS+ una amenaza para sus intereses.
Vale resaltar que en febrero de 2023, la General Laura Richardson quien tiene a cargo la dirección del Comando Sur de los EEUU, de manera franca y abierta expresó la importancia de América Latrina y en ella de Venezuela, en el marco de nuevo orden mundial multipolar, Nos referimos a las declaraciones dadas en una conferencia organizada por la oenegé Atlantic Council, un tanque de pensamiento de la OTAN, allí y de manera abierta se refirió a las vastas reservas de petróleo y gas del país, de las más grandes del mundo, riqueza que convierten a Venezuela en un actor estratégico en un mundo donde la energía fósil sigue siendo crucial para mantener la tambaleante hegemonía norteamericana (Vega Cantor 2012)
La General abiertamente enfatizó la idea de usar cualquier medio para mantener el control de la región, acceder a sus recursos estratégicos y contener el avance de China y Rusia (Richardson 2023), de lo dicho deviene el muy especial interés de EEUU en una victoria, así sea inventada, teatralizada, ficcionada, de la derecha venezolana a quienes apoyan e impulsan.
Tácticas de Estados Unidos para Desestabilizar a Venezuela
Estados Unidos ha probado una simultaneidad de tácticas para intentar mantener la región alineada a sus intereses políticos y económicos, incluía como objetivo de suyo, derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, una combinación de múltiples estrategias las cuales ya llevan décadas implementando sin éxito, pero con graves consecuencias sociales, acá se enumeran algunas de estos métodos:
- Golpe de estado (2002): Apoyo a un intento de golpe contra el presidente Hugo Chávez.
- Paro petrolero: Intento de paralizar la economía dependiente del petróleo. (Novaez Guerrero 2024)
- Apoyo a grupos de oposición: Financiación y apoyo a grupos que han utilizado la violencia y el terrorismo para desestabilizar al gobierno.
- Guerra económica: Sanciones económicas, incluyendo la congelación de activos y la prohibición de transacciones con empresas estatales.
- Propaganda negativa y desinformación: Campañas de propaganda acusando al gobierno de corrupción y violaciones de derechos humanos.
- Intentos de magnicidio: Intentos de asesinar al presidente Nicolás Maduro, incluyendo un ataque con drones.
- Invasión mercenaria: Intento de captura de Maduro por un grupo de mercenarios en 2020 gestados desde EEUU y Colombia.
- Presión diplomática: Intentos de aislar diplomáticamente al gobierno.
- Bloqueo de recursos: Impedimentos para acceder a insumos médicos y financieros durante la pandemia de COVID-19.
- Promoción de la abstención electoral: Aliento a la oposición a boicotear las elecciones. (Novaez Guerrero 2024)
- Reconocimiento de gobiernos paralelos: Reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino en 2019. (Boron 2024)
- Hacer de la OEA un centro de inestabilidad regional y ejecución de plenes e intereses de EEUU.
Estas tácticas han tenido un impacto devastador en la economía y la sociedad venezolana, pero no han logrado derrocar al gobierno ni el proyecto político que lo acompaña.
Vega Cantor (2012) sostiene que la estrategia estadounidense se basa en la «guerra irregular», que va más allá de los conflictos tradicionales e incluye la desestabilización de gobiernos, la intervención en asuntos internos y el apoyo a grupos opositores en países como Venezuela.
Por ellos es importante resaltar que, Estados Unidos ha establecido una presencia militar significativa en Colombia a través del Plan Colombia presentado oficialmente como una iniciativa para combatir el narcotráfico pero que sirvió en realidad para atacar la insurgencia armada, aumentar la presencia militar estadounidense en la región y además, avanzar en sus intereses estratégicos en relación con gobiernos vecinos no alineado como en su momento Ecuador y por supuesto Venezuela, hoy esta estrategia continúa ahora desde el Comando Sur y la OTAN.
El caos inducido como estrategia.
La generación de un caos multifuncional, ampliamente utilizada en Haití, luego Ecuador, Perú, pretende instaurarse impactando como tendencia hoy, en el auge de una guerra con características urbanas (Insuasty Rodríguez 2024)
Rivero (2024) advierte que Estados Unidos ha revitalizado su interés por la guerra urbana, como lo demuestra la aprobación de la «Ley de Autorización de Defensa Urbana» en 2020 y la publicación del Manual Conjunto del Ejército y la Infantería de Marina, Operaciones Urbanas (URBAN OPERATIONS, ATP 3-06/MCTP 12-10B) en 2022.
Aumentar la presión política entonces, irá de la mano de la creación de una red-fuerza paramilitar que opere en conjunto con grupos delictivos organizados para librar una guerra en la «zona gris». Los principales grupos delictivos organizados de Venezuela, con el apoyo de narco-paramilitares colombianos, se van posicionando estratégicamente cerca de sitios importantes desde el punto de vista militar, como centros de producción de hidrocarburos, puertos, aeropuertos y centros industriales. Esta ubicación estratégica, junto con los indicios de un dispositivo que se está organizando alrededor de Caracas, sugiere un plan para desafiar el control político-militar del país (Rivero 2024).
Se trata ahora, del uso de una estrategia de caos inducido, pre – fabricado, un método de terror orquestado desde el país del norte como herramienta para socavar la estabilidad y el control político en Venezuela.
El Papel de los Medios
Los medios en este contexto juegan un papel crucial en la configuración de la narrativa en torno a la situación política de Venezuela. Guerra psicológico de masas.
Esta red de medios hegemónico, se les describe con frecuencia como actores con agendas específicas que influyen en la opinión pública (Novaez Guerrero 2024). Medios de comunicación de derecha, especialmente en América Latina y el Caribe, colaboran con Estados Unidos y los intereses de grandes corporaciones en un intento de socavar gobiernos no afines, en este caso refinan su matriz mediática en contra del actual gobierno venezolano, difundiendo propaganda y desinformación para buscar un cambio violento a favor de los intereses corporativos norteamericanos.
Lamentablemente se evidencia que, algunos medios alternativos también han caído en este juego, utilizando estándares poco realistas para analizar al gobierno bolivariano, lo que genera mayor confusión en el promedio de la población. La narrativa de fraude electoral ha sido promovida a pesar de la falta de pruebas y la presencia de observadores internacionales que validan el proceso. Estos medios dan gran fuerza a la voz de la oposición con el fin de cuestionan la legitimidad de las elecciones sin más. (Novaez Guerrero 2024)
Sin duda, los medios de comunicación de masas, hegemónicos, corporativos, hacen gala de un inmenso «poder de la mentira y la desinformación,» que influye negativamente en la población, moviendo emociones y exacerbando el odio.
Retos.
Es crucial para América Latina fortalecer la soberanía regional, la integración y la cooperación entre los países para navegar por este nuevo orden mundial multipolar y resistir el intervencionismo estadounidense, manteniendo una postura unificada y sólida ante cualquier forma de injerencia extranjera.
Fortalecer alianzas para detener y contrarrestar el avance del fascismo en América latina, lo que estamos viendo y evidenciando, en últimas, es el fortalecimiento de una extrema derecha de corte fascista, negadora de la historia, de los básicos derechos de los pueblos, excluyente, rabiosa, violenta, clasista, racista, tramposa, evitar que esta tendencia se instaure en la región es imperativo.
Fortalecer la diplomacia basada en la hermandad entre los pueblos y entre gobiernos vecinos será esencial, evitando que Estados Unidos utilice a toda costa países vecinos como plataforma para avanzar en su interese imperialista en la región en su búsqueda por asegurar el flujo de recursos naturales y energéticos para sí.
El reto para el movimiento social y popular de América Latina es grande, fortalecer la formación y las redes autónomas, comunitarias, colectivas y populares, así como las redes digitales y de comunicación alternativas para contrarrestar esta influencia mediática negativa.
Fortalecer la base popular, comunal, economías propias, la defensa de la fuerza comunal. del poder popular, tejiendo articulaciones y luchas desde abajo, esto ha demostrado ser central tanto en Bolivia, Ecuador y deberá ser el centro en esta nueva etapa en Venezuela y desde Venezuela para la región.
El reto será avanzar en la construcción de un proyecto regional sólido, fortalecer bloques regionales, potenciar las redes de lucha popular y territorial, la justicia social, ambiental, insistir e insistir en la paz regional (Celac, 2014) la integración latinoamericana, el bien y buen vivir, la soberanía y la dignidad de los pueblos. El reto no es menor.
Analizar, cuestionar y aprender de estos acontecimientos y coyunturas marcada por constantes ataques pero también triunfos, siempre de manera crítica y ubicada será esencial para construir una región marcada por una paz con cambios, de soberanía real, defensa de la diversidad de los pueblos potenciando el multicolor de la vida, los saberes y la alegría en Nuestra América.
*Docente investigador universitario, integrante de la Red Interuniversitaria por la Paz y grupo autónomo Kavilando.