Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL
El reciente anuncio de Mahmoud Abbas, mediante el cual emite un “decreto constitucional” otorgando al vicepresidente del Comité Ejecutivo de la OLP la autoridad para asumir temporalmente la presidencia de la Autoridad Palestina en caso de vacancia, representa un nuevo intento de blindar el control político dentro de una estructura caduca y carente de legitimidad popular.
Este acto, lejos de ser una medida institucional, es una maniobra desesperada de quien ha permanecido dos décadas en el poder sin elecciones presidenciales ni legislativas, mientras la ocupación sionista sigue desangrando a Palestina y las cárceles israelíes albergan a miles de prisioneros políticos.
Abbas pretende garantizar la continuidad de su círculo, evitando cualquier posibilidad de renovación democrática o liderazgo genuinamente representativo del pueblo palestino. La fórmula del “vicepresidente del Comité Ejecutivo de la OLP” no es más que una fachada jurídica para mantener el control en manos de la misma élite que coopera con la ocupación mediante la infame “coordinación de seguridad”.
Mientras Gaza resiste el asedio y Cisjordania sufre la expansión de colonias y la represión diaria, la llamada Autoridad Palestina dedica sus esfuerzos a preservar cargos, sellar pactos internos y acallar toda voz disidente. Este decreto no busca estabilidad institucional, sino continuidad del sometimiento político y económico que Israel exige a su administración colaboradora en Ramala.
La verdadera autoridad palestina emana de la resistencia, del pueblo que no se rinde ni negocia su libertad. No de un escritorio rodeado de privilegios y silencio. La OLP debe recuperar su papel histórico como representante legítimo de todos los palestinos, dentro y fuera de la patria ocupada, devolviendo la voz a los refugiados, a los presos, a los mártires y a la diáspora.
Ningún decreto impuesto desde arriba podrá detener el despertar popular ni encubrir el vacío moral y político de un liderazgo agotado. Palestina no necesita “reemplazos administrativos”; necesita liberación, unidad y elecciones verdaderamente libres bajo una sola bandera: la de la dignidad y la resistencia.
Unión Palestina de América Latina – UPAL
27 de octubre de 2025