Editorial de la Unión Palestina de América Latina –
UPAL 15/10/25
UPAL 15/10/25
En su reciente discurso ante el Knéset sionista, Donald Trump habló con abrumador orgullo de haber “dotado a Israel con las armas necesarias para defenderse”.
Pero no fueron armas para defenderse. Fueron armas para asesinar palestinos.
Pero no fueron armas para defenderse. Fueron armas para asesinar palestinos.
Cada misil, cada bomba y cada bala entregada bajo su administración cayó sobre cuerpos inocentes en Gaza. Trump se jacta de haber armado a un Estado que, desde hace décadas, ha usado su poder militar no para protegerse, sino para sostener una ocupación brutal y un régimen de apartheid contra el pueblo palestino.
Lo que él llama “defensa” es, en realidad, una estrategia de exterminio. Las armas que entregó no fueron dirigidas contra ejércitos enemigos, sino contra niños, médicos, periodistas y familias enteras. Gaza se ha convertido en un cementerio colectivo, y Trump celebra su contribución a esa tragedia como si se tratara de un mérito político.
Según el derecho internacional, quien provee armas, financiación o respaldo político a un Estado que comete crímenes de guerra o actos de genocidio se convierte en cómplice directo.
Y Donald Trump, al declararlo públicamente, ha confesado su complicidad ante el mundo.
Y Donald Trump, al declararlo públicamente, ha confesado su complicidad ante el mundo.
No se trata solo de una cuestión moral. Se trata de una responsabilidad penal internacional.
Sus palabras, pronunciadas con soberbia ante el Knéset, constituyen prueba suficiente para que la Corte Penal Internacional investigue su papel en el genocidio de Gaza.
La justicia no puede seguir mirando hacia otro lado.
El pueblo palestino exige verdad, memoria y reparación.
El silencio de los gobiernos y la complicidad de quienes arman al verdugo son parte del mismo crimen.
El pueblo palestino exige verdad, memoria y reparación.
El silencio de los gobiernos y la complicidad de quienes arman al verdugo son parte del mismo crimen.
La historia recordará a los que callaron, pero señalará con mayor fuerza a los que celebraron el horror.
UPAL – Unión Palestina de América Latina