Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL
La voz del pueblo palestino vuelve a resonar con claridad: no más imposiciones, no más Autoridad Palestina bajo la sombra de la ocupación, y no más liderazgo desconectado de la realidad del pueblo.
La figura de Mahmoud Abbas y su círculo cercano —encabezado por Hussein al-Sheikh— representa hoy el agotamiento de un proyecto que perdió su legitimidad, su esencia y su vínculo con la resistencia.
Mientras Gaza resiste con sangre, mientras Cisjordania enfrenta detenciones, asesinatos y confiscación de tierras, la Autoridad Palestina continúa coordinando con el ocupante y reprimiendo cualquier voz libre dentro de su territorio. Lo que alguna vez se presentó como un paso hacia la independencia, se convirtió en un instrumento de control interno al servicio de los intereses del ocupante y de las potencias que lo sostienen.
El rechazo popular a Abbas no es solo una cuestión de nombres: es el grito de un pueblo cansado de intermediarios, de falsos representantes que negocian mientras el suelo palestino se fragmenta. Es la afirmación de que la legitimidad no proviene de acuerdos firmados en oficinas extranjeras, sino del sacrificio de quienes defienden cada palmo de Palestina, desde Gaza hasta Beit Jala, desde Jenin hasta Jerusalén.
Hoy la juventud palestina exige una nueva representación surgida desde el corazón del pueblo, libre de corrupción y de sumisión, una dirección que hable el lenguaje de la dignidad y la resistencia.
UPAL reafirma su posición: ningún liderazgo impuesto podrá reemplazar la voluntad del pueblo palestino, que sigue firme en su derecho a la libertad total y al retorno.
La historia no absolverá a quienes traicionen esa causa.
Unión Palestina de América Latina – UPAL
9 de noviembre de 2025