Unión Palestina de América Latina (UPAL) – UPAL
Desde hace más de siete décadas, el proyecto sionista nunca ha ocultado sus verdaderas intenciones respecto al pueblo palestino. Su propósito jamás fue la convivencia ni la paz, sino desmantelar la sociedad palestina, borrar su identidad y convertir a su pueblo en grupos fragmentados, sin capacidad de resistencia ni cohesión interna. La destrucción del tejido social palestino no es un efecto colateral, sino un objetivo estructural del sionismo.
Este proyecto se ha sostenido sobre tres pilares fundamentales:
1. Vaciar la tierra de su pueblo originario
Desde la Nakba de 1948, el sionismo ha empleado el desplazamiento forzado, las masacres, la demolición de pueblos y la expulsión sistemática. Lo que hoy ocurre en Gaza y en la Cisjordania ocupada es la continuación directa de este plan: destruir hogares, arrasar barrios completos, incendiar cultivos y convertir la vida diaria en una lucha por la supervivencia.
2. Romper el tejido social
El enemigo sabe que la fuerza del pueblo palestino reside en su familia, en sus comunidades, en sus instituciones y en su fuerte identidad colectiva. Por eso ataca estos pilares mediante detenciones masivas, persecución a la juventud, judaización de la educación, criminalización de organizaciones civiles y estímulo de divisiones internas para instalar desconfianza entre palestinos.
3. Controlar la conciencia y la narrativa
La maquinaria mediática sionista, respaldada por grandes potencias, lleva décadas intentado imponer una narrativa que convierte a la víctima en culpable. Buscan que las nuevas generaciones olviden su historia, pierdan su vínculo con la tierra y acepten como natural vivir bajo un régimen de ocupación y apartheid. Tratan de sustituir la memoria nacional por distracciones, miedo y resignación.
Pero han fallado… y seguirán fallando
Pese a la destrucción y al enorme sufrimiento, el pueblo palestino ha conservado lo esencial:el arraigo a su tierra, la unidad familiar, la cultura de resistencia y su identidad indestructible.
No han logrado borrar la memoria.
No han logrado quebrar la voluntad.
No han logrado imponer su mentira como verdad.
Por el contrario: cada intento de destruir la sociedad palestina la ha hecho más fuerte, más consciente y más decidida a recuperar sus derechos.
Conclusión: Palestina no es solo una tierra, es un pueblo imposible de destruir
La estrategia sionista de desmantelar la sociedad palestina es tan antigua como su propio proyecto. Sin embargo, la resistencia de ese pueblo —en Palestina y en la diáspora— es la prueba viva de que ningún poder puede destruir una identidad construida sobre memoria, justicia y sacrificio.
Desde UPAL reafirmamos nuestra responsabilidad:
elevar la voz, defender la verdad histórica y acompañar a nuestro pueblo en cada frente de la lucha nacional.
Un pueblo como el palestino no desaparece.
Un pueblo así, simplemente, no se rinde.
Unión Palestina de América Latina (UPAL)
25 de noviembre de 2025