PRAVDA.RU
çhttps://port.pravda.ru/news/mundo/59057-grandiosa_gaza/ 15/10/25 Ricardo Mohrez Muvd*i
Muchos descendientes de palestinos —hijos y nietos de quienes fueron arrancados de sus tierras por la ocupación— proclaman su lealtad y defensa de la causa palestina. Sin embargo, esta lealtad a menudo se desvanece cuando el asunto entra en conflicto con sus intereses personales, económicos o políticos. La memoria histórica se convierte entonces en mero adorno, utilizada cuando conviene y relegada a un segundo plano cuando se vuelve confusa.
La diferencia con el sionismo es evidente. Los sionistas, sin importar el coste humano ni la verdad histórica, no dudan ni un instante en apoyar a la entidad criminal «Israel». Lo hacen con una ceguera ideológica, una disciplina y una constancia que rayan en la complicidad. En cambio, algunos descendientes de palestinos prefieren el silencio, la conciliación o incluso la justificación del verdugo cuando sienten que sus intereses o privilegios se ven amenazados.
La causa palestina no es un eslogan en redes sociales, ni un símbolo cultural vacío exhibido en una foto posando con una keffiyeh. La causa es la resistencia, la dignidad, la justicia y la memoria de un pueblo que sigue siendo masacrado, desposeído y silenciado. No aceptamos la doble moral ni el silencio de los cobardes.
El sionismo ha comprendido que su fuerza reside en una unidad inquebrantable, incluso si se trata de una unidad en el crimen. En cuanto a Palestina, necesita que sus hijos y nietos estén a la altura de los sacrificios de sus antepasados y padres. La cuestión no es caer en la nostalgia, sino mantener la coherencia: apoyar siempre a Palestina, aunque nos cueste décadas, amistades o beneficios políticos.
La verdadera lealtad no se mide por lo fácil que sea defender Palestina, sino por lo costoso que resulte. Esta es la diferencia entre quienes hacen de la causa una búsqueda de por vida y quienes la convierten en un accesorio pasajero.
Porque Palestina no es una moda ni un recuerdo: es una herida abierta que exige dignidad y acción continua.
Ricardo Mohrez Muvdi* es palestino, nacido en Beir-Jala, Palestina (1952). Refugiado en Colombia, es administrador de empresas y presidente de la Unión Palestina de América Latina (UPAL).
|
|