Fuente: https://www.mundoobrero.es/2022/10/25/una-mujer-de-altura/
- IÑAKI CHAVES 25/10/2022
Una mujer entregada a cumplir sus papeles como señora adinerada de la alta sociedad con pocas luces, cuyas inocentes y bobaliconas réplicas a las diatribas marxistas la sitúan entre las grandes comediantes del Hollywood de la época.
Daisy Juliette Baker, más conocida como Margaret Dumont, fue una actriz cómica nacida en Brooklyn (Nueva York, EE. UU.) el 20 de octubre de hace ciento cuarenta años. Coqueta, se restaba edad, y elegante, sus papeles en las siete películas de los hermanos Marx en las que participó le dieron fama, un lugar en el universo fílmico y una relación más allá de bambalinas, dicen que oculta pero real, con el más marxista de los Marx.
Antes del cine ya había formado parte de dos de las obras teatrales de los hermanos Marx, “The coconuts” y “Animal crackers”. En la gran pantalla, sus conversaciones con Groucho forman parte de la historia de los mejores diálogos cinematográficos sinsentido. En escena le seguía la corriente a un siempre simpático y charlatán personaje que pretendía embaucarla mientras ella se dejaba querer y engañar.
Aunque lo aparentara, ella no era tonta. Lucía magistral en su papel de mujer de clase alta que soportaba a un grupo de grandes actores algo pagados de sí mismos que, pese a respetarla, le hacían la vida imposible.
Stefan Kanfer, en su libro Groucho, una biografía, cuenta que, tras una de las interminables y pesadas bromas sufridas a manos de los Marx, también fuera del escenario, ella terminó en una estación de tren donde Groucho la encontró llorando y, haciéndose el arrepentido, le dijo: “Oh, Maggie. No te enfades. Sabes que nunca haríamos nada que te pudiera herir”. Ambos sabían que era una mentira, pero también sabían que a ella “le encantaba aquel papel, que era insustituible y que necesitaba el trabajo”.
En el mismo texto, el autor señala que el guionista George S. Kaufman admiró su trabajo en la comedia “The Fourflusher” y, mientras la veía sentada con gran dignidad, concentrada en sus palabras, pensaba que “estaría fabulosa como gran dama de Florida”. El propio Kanfer la califica como “una minuciosa profesional que se sabía bien sus papeles y los bordaba” a pesar de ser víctima de las cansinas travesuras de Groucho y sus hermanos.
Pese a todas las historias sobre su valía y sobre su aguante, en 1974, en la gala en la que Groucho recibió el Oscar honorífico a toda su carrera, la recordó como una gran mujer, aunque insistiendo en que no entendía sus bromas. Algo que, seguramente, formaba parte de la misma broma. Porque años después Victoria Dumont, sobrina de la actriz, declaró haber encontrado en un baúl un montón de cartas entre ella y el cómico llenas de cariño y fino e inteligente humor. Fueron dos grandes actores, cada uno en su papel, que no podemos separar porque forman parte fundamental de las películas de los hermanos marxistas.
Así lo confirma Simon Louvish en Monkey business: vida y leyenda de los Marx al escribir que “Los hermanos Marx sin Margaret Dumont son como sopa de pollo sin fideos, como un bagel sin queso crema”.
Este año se ha publicado Straight Lady – The Life and Times of Margaret Dumont “The Fifth Marx Brother”, escrito por Chris Enss y Howard Kazanjian, un merecido reconocimiento para esta mujer de altura, artística y física, medía 175 cms., que siempre supo estar al nivel de sus compañeros en el escenario y que cumplía con creces sus papeles teatrales y cinematográficos como la “quinta” de los hermanos Marx.
Filmografía con los hermanos Marx:
“The cocoanuts” (1929), como Mrs. Potter.
“Animal crackers” (1930), como Mrs. Rittenhouse
“Duck soup” (1933), como Mrs. Teasdale
“A night at the opera” (1935), como Mrs. Claypool
“A day at the races” (1937), como Mrs. Upjohn
“At the circus” (1939), como Mrs. Dukesbury
“The big store” (1941), como Mrs. Phelps
Uno de los más famosos diálogos de Margaret Dumont con Groucho Marx en la escena de la recepción presidencial en “Duck soup”
Antes del cine ya había formado parte de dos de las obras teatrales de los hermanos Marx, “The coconuts” y “Animal crackers”. En la gran pantalla, sus conversaciones con Groucho forman parte de la historia de los mejores diálogos cinematográficos sinsentido. En escena le seguía la corriente a un siempre simpático y charlatán personaje que pretendía embaucarla mientras ella se dejaba querer y engañar.
Aunque lo aparentara, ella no era tonta. Lucía magistral en su papel de mujer de clase alta que soportaba a un grupo de grandes actores algo pagados de sí mismos que, pese a respetarla, le hacían la vida imposible.
Stefan Kanfer, en su libro Groucho, una biografía, cuenta que, tras una de las interminables y pesadas bromas sufridas a manos de los Marx, también fuera del escenario, ella terminó en una estación de tren donde Groucho la encontró llorando y, haciéndose el arrepentido, le dijo: “Oh, Maggie. No te enfades. Sabes que nunca haríamos nada que te pudiera herir”. Ambos sabían que era una mentira, pero también sabían que a ella “le encantaba aquel papel, que era insustituible y que necesitaba el trabajo”.
En el mismo texto, el autor señala que el guionista George S. Kaufman admiró su trabajo en la comedia “The Fourflusher” y, mientras la veía sentada con gran dignidad, concentrada en sus palabras, pensaba que “estaría fabulosa como gran dama de Florida”. El propio Kanfer la califica como “una minuciosa profesional que se sabía bien sus papeles y los bordaba” a pesar de ser víctima de las cansinas travesuras de Groucho y sus hermanos.
Pese a todas las historias sobre su valía y sobre su aguante, en 1974, en la gala en la que Groucho recibió el Oscar honorífico a toda su carrera, la recordó como una gran mujer, aunque insistiendo en que no entendía sus bromas. Algo que, seguramente, formaba parte de la misma broma. Porque años después Victoria Dumont, sobrina de la actriz, declaró haber encontrado en un baúl un montón de cartas entre ella y el cómico llenas de cariño y fino e inteligente humor. Fueron dos grandes actores, cada uno en su papel, que no podemos separar porque forman parte fundamental de las películas de los hermanos marxistas.
Así lo confirma Simon Louvish en Monkey business: vida y leyenda de los Marx al escribir que “Los hermanos Marx sin Margaret Dumont son como sopa de pollo sin fideos, como un bagel sin queso crema”.
Este año se ha publicado Straight Lady – The Life and Times of Margaret Dumont “The Fifth Marx Brother”, escrito por Chris Enss y Howard Kazanjian, un merecido reconocimiento para esta mujer de altura, artística y física, medía 175 cms., que siempre supo estar al nivel de sus compañeros en el escenario y que cumplía con creces sus papeles teatrales y cinematográficos como la “quinta” de los hermanos Marx.
Filmografía con los hermanos Marx:
“The cocoanuts” (1929), como Mrs. Potter.
“Animal crackers” (1930), como Mrs. Rittenhouse
“Duck soup” (1933), como Mrs. Teasdale
“A night at the opera” (1935), como Mrs. Claypool
“A day at the races” (1937), como Mrs. Upjohn
“At the circus” (1939), como Mrs. Dukesbury
“The big store” (1941), como Mrs. Phelps
Uno de los más famosos diálogos de Margaret Dumont con Groucho Marx en la escena de la recepción presidencial en “Duck soup”