Una explosión en un vuelo de Alaska Airlines pone de manifiesto los continuos fallos catastróficos de los Boeing 737 MAX

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/01/10/49ee-j10.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                  Kevin Reed                                                                                    10.01.24

Las compañías aéreas internacionales y el sector de los viajes están conmocionados tras el reventón, el viernes por la mañana, de un ‘tapón de puerta’ en un Boeing 737 MAX 9 con destino a Ontario, California, procedente de Portland, Oregón, poco después del despegue.

Esta foto muestra un enorme agujero donde había estado la puerta con paneles en la zona del tapón del fuselaje del vuelo 1282 de Alaska Airlines el domingo 7 de enero de 2024, en Portland, Oregón. [AP Photo/National Transportation Safety Board]

A los veinte minutos de vuelo del vuelo 1282 de Alaska Airlines, cuando el avión alcanzaba una altitud de 16.000 pies, una puerta de la cabina no utilizada se separó del aparato y el fuselaje se despresurizó inmediatamente. Las máscaras de oxígeno se cayeron y, como dijo un aterrorizado pasajero al New York Times: ‘Lo primero que pensé fue: ‘Voy a morir».

La tripulación reaccionó con rapidez, descendiendo el aparato a 10.000 pies y devolviendo el avión siniestrado al aeropuerto internacional de Portland para un aterrizaje de emergencia. Nadie a bordo resultó herido de gravedad. Como han señalado los expertos de la aerolínea, si el avión hubiera llegado a mayor altitud, el fallo del tapón de la puerta habría tenido un desenlace muy distinto.

El 5 de enero, poco después de que el vuelo 1282 de Alaska Airlines despegara de Portland, se abrió un enorme agujero en la puerta del avión Boeing 737 Max 9, que obligó al avión a regresar al aeropuerto internacional de Portland. [AP Photo/National Transportation Safety Board]

El sábado, la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó a las compañías aéreas estadounidenses que dejaran de volar algunos aviones Boeing 737 MAX 9 hasta que fueran inspeccionados. En un comunicado de prensa, el administrador de la FAA, Mike Whitaker, dijo que la agencia ‘está requiriendo inspecciones inmediatas de ciertos aviones Boeing 737 MAX 9 antes de que puedan volver a volar’. No explicó por qué se requería la Directiva de Aeronavegabilidad de Emergencia (EAD) sólo para 171 aviones en todo el mundo.

El lunes, United Airlines informó de que había encontrado pernos sueltos y otros ‘problemas de instalación’ en algunos de sus aviones 737 MAX 9 después de que fueran inspeccionados. Un comunicado de la aerolínea con sede en Chicago decía: ‘Desde que comenzamos las inspecciones preliminares el sábado, hemos encontrado casos que parecen estar relacionados con problemas de instalación en el tapón de la puerta, por ejemplo, pernos que necesitaban un apriete adicional’.

El lunes, la FAA aprobó unas directrices para inspeccionar los tapones de las puertas de los reactores MAX 9 y repararlos. En otro comunicado, la agencia federal afirmaba someramente que su ‘prioridad es siempre mantener la seguridad de los estadounidenses’ y prometía ‘inspecciones mejoradas’ y ‘requisitos de acción correctiva’ que debían cumplir las compañías aéreas.

El lunes por la mañana, Alaska Airlines se remitió a un mensaje multioperador (MOM) de Boeing que ‘proporcionaba detalles de inspección para los aviones 737-9 MAX, que han sido aprobados por la FAA’. La aerolínea declaró además: ‘Mientras esperamos más información de la FAA y trabajamos en estos importantes pasos, nuestros técnicos han preparado cada avión para que esté inmediatamente listo para la inspección requerida cuando se finalicen las instrucciones’.

Por su parte, Boeing emitió un comunicado de tres frases sobre el catastrófico fallo en pleno vuelo de su avión que decía: ‘La seguridad es nuestra máxima prioridad y lamentamos profundamente el impacto que este suceso ha tenido en nuestros clientes y sus pasajeros’. La multinacional fabricante de aviones, valorada en 150.000 millones de dólares, también se mostró en desacuerdo con la agencia gubernamental estadounidense: ‘Estamos de acuerdo y apoyamos plenamente la decisión de la FAA de exigir inspecciones inmediatas de los aviones 737-9 con la misma configuración que el avión afectado’.

No cabe duda de que Boeing y las compañías aéreas son culpables de anteponer los beneficios a la seguridad de los pasajeros. Una visita a la página web de Boeing sobre el 737 MAX muestra que la promoción de esta línea de aviones de pasajeros se centra en la ‘mayor eficiencia’, la ‘excelente economía’ y el ’14 por ciento menos de costes de mantenimiento de la célula’ del modelo.

El historial de Boeing y las compañías aéreas con el 737 MAX ha sido de una continua falta de seguridad y consecuencias mortales para las tripulaciones de vuelo y el público viajero. Hubo dos accidentes, el primero en octubre de 2018, en el que un 737 MAX 8 operado por la indonesia Lion Air se precipitó al mar de Java y mató a 189 personas, y un segundo en marzo de 2019, en el que un vuelo de Ethiopian Airlines cayó en picado tras el despegue y mató a 157 pasajeros.

Durante las investigaciones que siguieron a estos accidentes mortales —que establecieron que la causa fue un mal funcionamiento del Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS) del avión que forzó a los aviones a una caída en picado irrecuperable— se estableció que Boeing ignoró las advertencias de los empleados sobre el potencial de fallos del sistema.

Ahora se ha informado de que se restringió el uso del avión Boeing para vuelos más largos a Hawái después de que se encendiera en tres vuelos diferentes una luz de advertencia que indicaba un problema de presurización.

Según un informe de ABC News, ‘Alaska Airlines decidió no permitir que el avión realizara vuelos largos sobre el agua para que ‘pudiera regresar muy rápidamente a un aeropuerto’ si la luz de advertencia volvía a aparecer’. Esta declaración fue hecha el domingo por Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de enero de 2024)

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