Una cumbre mientras Gaza sangra — se necesitan medidas, no solo palabras

Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL                        UPAL– Unión Palestina de América Latina                                                      15 de septiembre de 2025

Arabia Saudita ha convocado a una cumbre extraordinaria de países árabes y musulmanes para expresar respaldo tras el ataque israelí contra una delegación en un Estado del Golfo. La defensa de la soberanía de cualquier nación agredida es justa y necesaria. Pero mientras se discute la seguridad de un país, la Franja de Gaza continúa sometida a un asedio y bombardeos que han derivado en una catástrofe humanitaria de proporciones inimaginables.
No es tiempo para ceremonias ni comunicados tibios. La comunidad árabe y musulmana debe transformar la rabia y el dolor en decisiones políticas y económicas capaces de detener la masacre y frenar la expansión de la violencia. Si la cumbre quiere ser algo más que una fotografía, debe traducirse en exigencias concretas, verificables y con plazos definidos.


Se necesitan medidas inmediatas: impedir que los puertos y aeropuertos de la región sirvan para abastecer de armas a Israel; cerrar los cielos árabes a todo transporte que sostenga la agresión; aplicar sanciones económicas y diplomáticas reales que tengan impacto; garantizar corredores humanitarios bajo supervisión internacional para salvar vidas; y, sobre todo, fortalecer el reconocimiento y la defensa de Palestina en los foros internacionales.
Estas acciones no serían simbólicas: afectarían intereses económicos y estratégicos, y por eso requieren coraje político. Pero la historia exige ese coraje. Si los líderes no actúan ahora, la narrativa de impotencia e hipocresía será irreparable.
La cita en Riad —o en cualquier capital donde se celebre— puede ser una oportunidad histórica si se decide actuar con contundencia. No basta con declaraciones de “preocupación” ni con llamamientos al “diálogo” mientras los barrios de Gaza son reducidos a escombros. Proteger a un país del Golfo por un ataque es justo; proteger a Gaza es un deber supremo.
El pueblo palestino resiste y el mundo observa. La cumbre debe demostrar que la hermandad árabe y musulmana no es un eslogan, sino acción: cortar las cadenas de suministro militar, cerrar las rutas de apoyo a la agresión y aplicar sanciones efectivas hasta que cese la violencia.
Si los líderes eligen la inacción, la historia los juzgará. Si eligen actuar, podrán reivindicar su dignidad y convertirse en la barrera que hoy exige la justicia.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *