Un tribunal condena a Bélgica por crímenes contra la humanidad cometidos en África

mpr21                                                                                                                               Redacción

Un tribunal de Bruselas ha ordenado a Bélgica pagar una indemnización a cinco mujeres mestizas secuestradas y separadas de sus madres en el Congo durante su infancia. Según el tribunal, este “plan sistemático de búsqueda y secuestro” por parte del Estado belga, dirigido a niños mestizos “por su origen”, constituye un “crimen contra la humanidad”.

El 2 de diciembre el tribunal ordenó al gobierno belga pagar una indemnización a cinco mestizas que fueron separadas por la fuerza de sus familias cuando aún eran niñas durante el dominio colonial en el “Congo Belga”, antiguo nombre del territorio de la actual República Democrática de Congo (RDC), antes de su acceso a la independencia en 1960.

El tribunal dictaminó que el Estado belga había cometido un crimen contra la humanidad contra estas cinco mujeres, como parte de un caso histórico que se refiere al pasado colonial de Bélgica en África. En aquel momento, el Estado belga seguía una política, considerada “sistemática” por el tribunal, de “buscar y secuestrar” a niños nacidos de madres negras y padres blancos, lo que constituye un crimen contra la humanidad.

En 2021 un tribunal inferior rechazó esta acusación, argumentando que la política del Estado belga, aunque “inaceptable”, no formaba parte “de una política generalizada o sistemática, deliberadamente destructiva, que caracteriza un crimen contra la humanidad” y que se debería admitir dentro del contexto del colonialismo europeo.

El tribunal ordena al Estado belga compensar a las demandantes por el daño moral causado por la pérdida de contacto con sus madres, así como por el daño causado a su personalidad y a su vínculo con su entorno de origen. Las cinco demandantes tenían entre 2 y 4 años cuando fueron secuestradas a petición de la administración colonial belga. Luego fueron internadas en orfanatos gestionados principalmente por la Iglesia católica.

Las cinco mujeres, que ahora tienen entre 70 y 80 años, presentaron su demanda en 2020, después de que Bélgica se viera cada vez más presionada para confesar los crímenes de su pasado colonial en el Congo, Ruanda y Burundi.

La República Democrática del Congo fue colonia de Bélgica de 1908 a 1960. En 2019 el gobierno belga pidió disculpas oficialmente a unas 20.000 víctimas de los secuestros y la separación forzosa de sus familias en la República Democrática del Congo, así como en Burundi y Ruanda.

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