
Chemtal Kirui 22/07/25
KISUMU, Kenia – En junio, la empresa keniana de tecnología climática Tera se convirtió en el primer desarrollador de proyectos africanos en obtener la validación independiente y el registro de su iniciativa de eliminación de carbono según Riverse, una norma europea para soluciones climáticas de ingeniería.
La validación confirma que el diseño del proyecto y el marco de supervisión digital de Tera cumplen los estrictos criterios científicos de Riverse, lo que le permite emitir créditos de carbono una vez verificados.
El proyecto figura ahora en el Registro Rainbow de Riverse, de acceso público, que proporciona documentación transparente de los proyectos validados y realiza un seguimiento de los créditos a través de su emisión y retirada.
Tera recoge bagazo, el material seco y fibroso que queda después de triturar la caña de azúcar, de los molinos de Kisumu, la tercera ciudad más grande de Kenia en la cuenca del lago Victoria, conocida por sus plantaciones y fábricas de caña de azúcar que la circundan.
En su planta piloto, los residuos de caña de azúcar se introducen en una unidad de pirólisis, una máquina especializada que calienta el material en ausencia de oxígeno para producir biocarbón, una sustancia porosa y rica en carbono.
Cuando se aplica al suelo, el biocarbón ayuda a que la tierra retenga el agua y los nutrientes, lo que mejora la salud de los cultivos y, al mismo tiempo, retiene el carbono para que no se escape a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO₂), según Erick Kiplangat Ronoh, experto en biosistemas e ingeniería medioambiental de la Universidad de Agricultura y Tecnología Jomo Kenyatta de Kenia.
«A diferencia de los residuos vegetales comunes, que se descomponen y liberan carbono, el biocarbón lo estabiliza en una forma que puede permanecer en el suelo durante largos periodos», explica Ronoh.
A menudo se describe como un proceso que convierte los residuos agrícolas en una «esponja» que mejora la retención de agua, la fertilidad del suelo y el almacenamiento de carbono a largo plazo.
Tera mezcla el biocarbón con fertilizantes orgánicos que vende a los agricultores de toda la región, con el objetivo de mejorar las cosechas y restaurar los suelos degradados, al tiempo que sienta las bases para la generación de créditos de carbono.