Fuente: La Jornada Afp Jueves 24 de noviembre de 2022, p. 29
Hamas celebra los ataques, pero no los reivindica
El premier israelí convoca a reunión urgente al gabinete de seguridad
Jerusalén. Dos atentados con bomba en paradas de autobús de Jerusalén dejaron ayer un adolescente israelí-canadiense muerto y 15 heridos, en un modus operandi que no se veía desde hacía años.
La primera explosión, en las afueras de Jerusalén, provocó el deceso y 11 lesionados. La segunda, poco después y a poca distancia, hirió al menos a tres personas.
La oficina del primer ministro saliente, Yair Lapid, identificó al fallecido como Aryeh Schupak, de 15 años, que Canadá afirmó que también es ciudadano de ese país.
Según un fotógrafo de la agencia de noticias Afp, la primera explosión perforó una valla metálica situada detrás de la parada de autobús. Se colocaron diferentes cargas explosivas en los dos lugares. Sospechamos que fue un atentado combinado
, indicó la policía israelí, que reforzó la seguridad en Jerusalén. Una fuente de seguridad declaró a Afp que las bombas fueron activadas a distancia.
Los ataques, que hasta el momento no han sido reivindicados, ocurrieron en un contexto de tensiones crecientes relacionadas con el conflicto israelí-palestino y de las negociaciones lideradas por el ex premier Benjamin Netanyahu para formar gobierno que podría ser el más derechista en la historia de Israel.
El doble atentado fue condenado por la Unión Europea y Estados Unidos, que ofreció su ayuda para esclarecer estos actos de terrorismo
.
Hamas, movimiento islamita palestino en el poder en la franja de Gaza, celebró
los ataques, sin reivindicar su autoría. Son el precio de los crímenes y la agresión
de Israel contra nuestro pueblo
, afirmó.
Lapid convocó a una reunión de emergencia con los jefes de seguridad en el cuartel general del ejército en Tel Aviv e informó a Netanyahu sobre la situación, incluida la violencia en Cisjordania ocupada.
El último atentado en Jerusalén, la disputada ciudad en el corazón del conflicto israelí-palestino, se perpetró en 2016, de acuerdo con los servicios de seguridad interior de israel (el Shin Beth).
En ese contexto, Lapid, amenazó con una severa represalia a los secuestradores de un joven israelí que, según su familia, fue desconectado de un respirador por hombres armados cuando estaba internado en un hospital palestino en Cisjordania.
En la noche del martes al miércoles, el ejército israelí informó que los restos de un joven israelí muerto en un accidente de tráfico en Cisjordania fueron secuestrados
en un hospital de Jenín, bastión de las facciones armadas en ese territorio palestino ocupado.
Todavía estaba vivo, lo vi respirar, ellos (hombres armados) lo desconectaron de la máquina para secuestrarlo
, declaró a la radio Ynet Hossam Fero el padre del joven, Tiran, quien sostuvo que su hijo murió en cautiverio.
Según el testimonio de la familia, los secuestradores entraron al hospital, desconectaron del equipo médico al joven que luchaba por sobrevivir y se lo llevaron
, aseveró Lapid en un comunicado.
La víctima tenía 17 años y no 18, como habían anunciado las autoridades.
El secuestro de israelíes, vivos o muertos, ya sirvió en el pasado como moneda de cambio a grupos armados para pedir la liberación de prisioneros o la devolución de los restos de compañeros fallecidos.