Fuente: https://mpr21.info/un-dirigente-yihadista-nombrado-ministro-de-asuntos-religiosos-de-somalia/ Redacciónmpr21
A principios de julio el nuevo presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamoud, anunció su intención de negociar con el grupo yihadista Shebab. Como consecuencia de ello ha nombrado a uno de sus dirigentes, Mujtar Robow, como ministro de Asuntos Religiosos.
Robow, cofundador y antiguo portavoz de Shebab, participó en la Guerra de Afganistán con los talibanes. Desde el martes es ministro de Asuntos Religiosos en el nuevo gobierno somalí presentado por el primer ministro Hamza Abdi Barre.
El grupo islamista somalí lleva 15 años de insurgencia contra el gobierno federal. Para suavizar la claudicación, al dirigente yihadista, conocido como Abu Mansour, se le presenta como un terrorista arrepentido que dejó las armas.
Incluido en la lista de terroristas mundiales especialmente designados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos -personas y organizaciones consideradas una amenaza para la seguridad y la política exterior de Estados Unidos-, tenía una recompensa de 5 millones de dólares por su cabeza.
En 2013 Robow rompió con los shebab tras un enfrentamiento con su jefe, Ahmed Abdi Godane. Después huyó a la región de Bakool (suroeste), tras repudiar públicamente al grupo yihadista.
En octubre de 2018 anunció su candidatura a la presidencia del estado federal del suroeste. Su eslogan de campaña en aquel momento era: “He sabido crear a los shebab, sabré destruirlos”.
Detenido mientras hacía campaña, Robow fue acusado por el gobierno dirigido por el presidente Mohamed Abdullahi Mohamed de haber organizado una milicia y de no haber renunciado a su ideología extremista. Desde entonces se encontraba bajo arresto domiciliario en la capital, Mogadiscio.
El nombramiento del Robow como ministro de Asuntos Religiosos forma parte del plan del nuevo presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamoud, de negociar con los shebab.
Elegido en mayo después de haber sido presidente de 2012 a 2017, Hassan Sheikh Mohamoud dijo a principios de julio que los enfoques anteriores para derrotar a los shebab no habían funcionado y que su gobierno estaba abierto a alternativas, incluidas las negociaciones con el grupo yihadista. Los shebab habían desarrollado un mecanismo de adaptación a la represión militar y no podían ser eliminados sólo por la fuerza.
“Actualmente no estamos en condiciones de negociar con los shebab. Lo haremos, en el momento oportuno”, dijo durante una visita a Turquía. “Ahora estamos abriendo la puerta a todos los que quieren denunciar la violencia, las ideologías extremistas y unirse a la vida normal en Somalia”, añadió.
En África se extiende la política de negociación con los yihadistas
Son varios los países africanos que han optado por una política de acercamiento a los yihadistas arrepentidos, entre ellos Níger y Mauritania.
El presidente mauritano Mohamed Cheikh El Ghazouani firmó el 15 de julio un decreto por el que indultaba a ocho presos yihadistas, entre ellos uno de nacionalidad siria, condenados por terrorismo.
El presidente mauritano ha puesto fin al pacto secreto y en parte financiero que marcó la presidencia de su predecesor, Mohamed Abdel Aziz, sin ningún complejo para negociar la paz civil con los grupos yihadistas.
Fue a finales de 2009, bajo el mandato del predecesor del presidente Ghazouani, cuando el gobierno mauritano decidió adoptar un enfoque político para abordar las causas de la radicalización religiosa, abriendo un diálogo ideológico con 70 detenidos yihadistas.
Tras dos semanas de conversaciones dirigidas por dignatarios religiosos, 47 de estos detenidos se comprometieron a dejar las armas y renunciar al extremismo. Tras recibir el indulto presidencial o la reducción de la condena, todos ellos tuvieron acceso a subvenciones para facilitar su reinserción económica y social.
Mauritania no ha sufrido ningún atentado terrorista en los últimos quince años. Sin embargo, al menos tres de los indultados de ellos volvieron a tomar las armas: dos murieron en operaciones militares y el tercero, Cheikh Brahim Ould Hamoud, fue detenido en 2019 en Malí y luego liberado en octubre de 2020 a cambio de la liberación de los rehenes Sophie Petronin y el ya fallecido ex primer ministro maliense, Soumaila Cissé.