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Xul Solar (Argentina), Drago , 1927.
Saludos desde la oficina Nuestra América del Instituto Tricontinental de Investigación Social,
El pasado 9 de mayo, Moscú se preparó para conmemorar el 80 aniversario de la heroica victoria del Ejército Rojo sobre el nazismo. Más allá de la importancia histórica, el condimento más interesante para los tiempos que corren es la unidad política que se mostró en este evento los gobiernos de China y Rusia, con una postura fuertemente crítica de occidente y recuperando una historia común y una narrativa para la construcción de un nuevo mundo sobre las bases de la derrota de aquel proyecto de barbarie. La presencia de los presidentes Lula Da Silva, Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y otros mandatarios de diferentes regiones completan el panorama de lo que es solo un botón de muestra de la aceleración de los tiempos históricos en la transición hegemónica global.
Es precisamente la apuesta por la multipolaridad que llevan adelante los pueblos del Sur Global a través de proyectos políticos soberanos lo que acelera la transición. Si bien el proceso de cambio del orden global lleva varias décadas, en los últimos meses el cambio va a ritmo vertiginoso por diferentes motivos. En primer lugar, la decadencia económica de Occidente no parece tener solución: la política arancelaria de Donald Trump no tiene los resultados esperados y la industria de Estados Unidos está sometida al imperio de las finanzas y el Consenso de Silicon Valley. Esto lleva un constante intento por revitalizar la economía a través de burbujas especulativas, siguiendo las sugerencias que en su momento planteó Alan Greenspan. De esta manera, en términos productivos occidente no tiene nada que ofrecer. El grupo de países de los BRICS+ producen hoy el 40% por ciento del producto mundial e incluyen al 45% por ciento de la población del mundo. Más aún los acuerdos comerciales, de infraestructura, de inversiones y financieros de los BRICS+ con otros países parte del Sur Global involucran a la casi totalidad de las regiones del mundo productoras de materias primas y alimentos. Así, ante un Sur Global con eje en oriente con un modo de desarrollo productivo e inclusivo, occidente continúa apostando a la financiarización que solo ofrece a los pueblos del sur la precarización de la vida, la escasez de bienes, la inestabilidad y una desigualdad vergonzosa.
Ebony G. Patterson (Jamaica),… .estuvieron en un tiempo de desconocimiento… para aquellos que dan testimonio […se pararon en un tiempo de desconocimiento … para los que dan testimonio], 2017.
En segundo lugar, asistimos a un momento de acelerada disolución del proyecto cultural occidental. La ilustración que acompañó al nacimiento del proyecto capitalista occidental dio paso a proyectos societales anticientíficos, basados en la apatía o fanatismos de diverso tipo. Occidente parece oscilar entre el neoliberalismo zombie y la construcción de sociedades desmembradas, con una ruptura tajante del vínculo social. Ante eso, los pueblos sufren la frustración constante como un único resultado de vivir en sociedades que no los contienen. Ante este proyecto deshumanizante, el Sur Global muestra caminos de esperanza basados en la articulación del conocimiento humano y la tecnología, la modernización económica con la humanidad en el centro y la cooperación política para la paz frente a la beligerancia creciente y sin tapujos de la OTAN, como desarrollamos precisamente en nuestro último dossier en colaboración con el Foro Zetkin.
Sin duda, la consolidación y la expansión de los BRICS+ (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos) es un fenómeno central en esta aceleración de la reconfiguración en curso del orden mundial. Porque, no vamos a dejar de repetirlo, la multipolaridad es un proyecto por el que los pueblos del Sur Global debemos luchar y no un estadio ya alcanzado. Esta articulación política y económica de los BRICS+, sobre todo desde la agenda planteada en Kazán como lo ha trabajado Isabel Rauber , emergen mejores condiciones al conjunto del Sur Global para llevar adelante una agenda de desarrollo soberano, con una cooperación económica que permita romper los vínculos de dependencia histórica con el Norte Global que se han expresado a través del intercambio desigual, la fuga de capital, la dependencia del capital extranjero y la superexplotación del trabajo para garantizar el funcionamiento de la maquinaria expansiva del imperialismo global.
Taller 4 Rojo (Colombia), Vietnam o agresión del imperialismo a los pueblos , 1972.
Tomemos algunos aspectos del BRICS+ que ayudan a pensar en la construcción del proyecto multipolar para el Sur Global (ver nuestro dossier 78 ).
- Hoy en día, como hemos dicho, la mayor parte del comercio global transcurre en el eje Sur-Sur. Si bien el comercio de China hacia Europa y Estados Unidos continúa siendo importante, estos porcentajes se reducen año a año. Es por eso que la discusión que se viene transitando y que en el último encuentro de los BRICS+ en Kazán fue central, es la posibilidad de desplazar al dólar del comercio de los países del Sur. Esta es una apuesta muy importante y responde, no sólo a una necesidad política sino también a una realidad material: la moneda de referencia mundial no puede ser la moneda de un país que no es el más productivo en términos globales y, al mismo tiempo, no representa por sí solo la mayor parte del volumen de comercio global. Esta discusión se ha desarrollado en detalle en el segundo volumen de Wenhua Zongheng (文化纵横). Se discuten aquí la posibilidad de una moneda común de los BRICS+ y la conformación de una canasta de monedas, entre otras alternativas. La mejor estrategia para llevar a cabo un cambio en la arquitectura financiera y reemplazar al dólar es aún un debate, pero la aceleración también se ve en este punto con China deshaciéndose veloz y sostenidamente de bonos del tesoro norteamericano.
La desdolarización abre posibilidades muy importantes para el Sur Global y, en particular, para América Latina donde la dependencia se expresa en la necesidad constante de “producir” dólares para estabilizar las economías nacionales. Lo cual no conduce más que al sobreendeudamiento del cual el ejemplo más bochornoso es el del gobierno argentino de Javier Milei. - Por su parte, un debate importante es cómo financiar estrategias de desarrollo soberanas, con la humanidad en el centro. En esta dimensión el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS establecido en 2015 es una de las instituciones de mayor importancia concreta para pensar el aporte que este agrupamiento de economías del Sur Global produce. Mientras el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial juegan a ser los garantes del proceso de financiarización de occidente, el NBD ya ha proyectos desarrollados de infraestructura y desarrollo sostenible por más de 30 mil millones de dólares. Lo más interesante es que esta institución plantea entre sus prioridades y tareas estratégicas la financiación en el Sur Global de proyectos de Infraestructura de Transporte; Energías Limpias y Eficiencia Energética; Agua y Saneamiento; Protección Ambiental; Infraestructura Digital; Financiamiento en Monedas Locales y Respuesta a Emergencias. Estos elementos marcan una distancia abismal con los objetivos del fondo monetario como garantía de las estrategias de austeridad y pobreza de los pueblos del Sur. Además, la asunción de la ex presidenta Dilma Rousseff en la presidencia de este organismo en 2023 expresa, sin dudas, una excelente noticia para nuestra región. Claro que la agenda y las iniciativas deben ser construidas por nuestros pueblos y sus gobiernos, puesto que no es necesariamente una consecuencia natural de que la presencia de una institución de financiamiento produzca un cambio estructural en nuestros países.
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