Ucrania. Kiev mata a 27 civiles en ataque de artillería mientras planea expandir geográficamente la guerra en Rusia

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/01/26/5d59-j26.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                 Jason Melanovski                                                                 26/01/24

Una persona muerta durante el bombardeo en Donetsk, Ucrania, el domingo 21 de enero de 2024. [AP Photo/Alexei Alexandrov]

Veintisiete personas han muerto y 25 más han resultado heridas en un ataque de artillería del ejército ucraniano a un mercado en las afueras de la ciudad de Donetsk, controlada por Rusia.

Según Denis Pushilin, jefe de las autoridades locales en Donetsk, el mercado fue alcanzado por proyectiles de artillería de calibre 155 mm y 152 mm, lanzados por el ejército ucraniano.

En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió un comunicado cuestionando la posibilidad de una resolución negociada en un futuro próximo dada la creciente cantidad de ataques a civiles por parte de Kiev en el conflicto en curso. ‘Estos ataques terroristas del régimen de Kiev demuestran claramente su falta de voluntad política para lograr la paz y resolver este conflicto por medios diplomáticos’, indicó.

Significativamente, el ataque también fue denunciado por las Naciones Unidas. Según un portavoz de la ONU, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, ‘condena enérgicamente todos los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, incluyendo el bombardeo de hoy a la ciudad de Donetsk en Ucrania’.

Ucrania aún no ha respondido a la condena de la ONU por el ataque. Sin embargo, en su discurso nocturno en vídeo, el presidente ucraniano Volodímir Zelensky culpó a Rusia de haber bombardeado más de 100 localidades en Ucrania.

Los ataques marcan otra provocación violenta contra civiles perpetrada por Kiev mientras continúa perdiendo territorio poco a poco debido a una severa escasez de municiones y personal.

Desde finales del 2023, las Fuerzas Armadas de Ucrania también han llevado a cabo varios ataques a la ciudad rusa de Belgorod, lo que ha resultado en bajas civiles. La ciudad se encuentra a solo 25 kilómetros de la frontera con Ucrania y es caracterizada frecuentemente por los nacionalistas ucranianos como ‘tierras históricamente ucranianas’. Las autoridades rusas han calificado los ataques como ‘indiscriminados’. Un número de residentes de Belgorod han empezado a abandonar la ciudad debido a los continuos ataques.

A principios del 30 de diciembre, Ucrania llevó a cabo su mayor ataque hasta la fecha en Belgorod, que resultó en la muerte de al menos 25 civiles que estaban celebrando el Año Nuevo en la plaza principal de la ciudad. Más de 100 resultaron heridos y, de los muertos, cinco eran niños, según las autoridades de Belgorod.

Coincidiendo con los crecientes ataques a civiles en territorio controlado por Rusia, el lunes, que se celebra como el ‘Día de la Unidad’ en Ucrania, Zelensky emitió un decreto presidencial declarando seis regiones de Rusia como ‘históricamente habitadas por ucranianos’. Según el decreto, las regiones de Krasnodar, Rostov, Voronezh, Belgorod, Kursk y Bryansk fueron sometidas a una ‘rusificación forzada’ y se ordenó al gobierno ucraniano desarrollar un ‘plan de acción’ para preservar la ‘identidad nacional ucraniana’ en Rusia.

Este tipo de teorías irredentistas aparentemente absurdas, hasta ahora se habían limitado a los grupos políticos de extrema derecha del país. En septiembre de 2022, Dmytro Yarosh, fundador y exlíder del fascista Sector Derecho, prefigurando lo que ahora es política del gobierno de Zelensky, exigió en Facebook que Ucrania debía hacer reclamaciones territoriales en varias regiones y ciudades rusas. Concretamente citó a Belgorod, Kubán y Vorónezh y pidió una expansión de la guerra para capturar ‘tierras ucranianas’. Ahora, las propuestas de Yarosh se han convertido en política gubernamental.

El gobierno ucraniano está tramando una expansión geográfica y escalada de la guerra, incluso mientras las Fuerzas Armadas de Ucrania continúan perdiendo territorio. El lunes, las fuerzas rusas tomaron el control de Krokhmalne en la región nororiental de Kharkov (Járkiv) en Ucrania. Tras la fallida contraofensiva de primavera-verano que costó la vida de más de 125.000 soldados ucranianos en solo unos meses, los expertos militares ahora reconocen ampliamente que es poco probable que Ucrania recupere sus territorios perdidos o Crimea, y mucho menos expandirse en territorio ruso.

La proclamación de Zelensky y la adopción de propaganda nacionalista de extrema derecha son, de hecho, evidencia de la desesperada situación del gobierno de Kiev. Sin ningún camino a seguir en una guerra que ha cobrado la vida de hasta 400.000 soldados ucranianos, las fantasías de guerra de extrema derecha y los ataques insensatos a civiles se han convertido en política de Estado.

Pero la extrema profundidad de la crisis del régimen y el estado de Ucrania y el estado de la guerra de la OTAN en sí no disminuye el peligro de una expansión y escalada de la guerra. Al contrario, lo aumenta.

La proclamación del objetivo de expandir la guerra profundamente en Rusia sigue al anuncio de que se movilizarán otros 500.000 hombres para lo que ya es la matanza masiva más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. También se produce en medio de una crisis en desarrollo del estado ucraniano y de una amarga lucha interna entre Zelensky y el general Valeriy Zaluzhnyi, jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Según informes de medios rusos, las crecientes incursiones en territorio ruso han sido ordenadas personalmente por Zelensky y fueron llevadas a cabo posteriormente por el jefe de la inteligencia militar ucraniana (HUR), Kirill Budanov, y el régimen neonazi Kraken, formado por veteranos del notoriamente fascista Regimiento Azov. Como parte del HUR, Kraken opera separadamente de las Fuerzas Armadas Regulares de Ucrania.

Por lo tanto, es probable que estos ataques se estén llevando a cabo fuera del mando de Zaluzhnyi, señalando una profunda crisis dentro del estado ucraniano sobre la futura dirección de la guerra. Zaluzhnyi supuestamente ha favorecido una estrategia defensiva tras la fallida contraofensiva de verano. En noviembre, declaró públicamente en The Economist que la guerra estaba en un ‘impasse’, provocando una rápida y airada negación por parte de Zelensky y su gabinete.

En el último año, el servicio de inteligencia militar de Budanov ha sido central en una serie de ataques con drones, incluyendo a Moscú y al Kremlin e incursiones en territorio ruso que han sido lideradas por fuerzas fascistas. Hace un año, se distribuyó una foto de Budanov en su oficina con un mapa de Rusia, dividido entre diferentes potencias, detrás de su escritorio.

Informes recientes han sugerido que Zelensky planea reemplazar a Zaluzhnyi con Budanov. Aunque tales informes aún no han sido confirmados por nadie dentro del régimen de Zelensky, Zaluzhnyi estuvo notablemente ausente de la primera reunión del Consejo OTAN-Ucrania de ministros de defensa, la cual fue asistida por el Representante Militar de Ucrania ante la OTAN.

Si Budanov reemplaza a Zaluzhnyi, su pasado sugiere que Kiev intentará redoblar sus incursiones en territorio ruso y los ataques con drones, y expandir la guerra de manera significativa tanto en alcance como en intensidad. Esto también implicará inevitablemente un fortalecimiento adicional de las fuerzas fascistas dentro del estado y las fuerzas armadas de Ucrania.

El lunes, el mismo día que Zelensky presentó sus reclamos a territorio ruso como ‘históricamente ucraniano’, Zelensky propuso un plan para otorgar doble ciudadanía a los ucranianos de etnia residentes en el extranjero y sus descendientes, así como a extranjeros que luchan por las Fuerzas Armadas de Ucrania como voluntarios. Según Zelensky, la ley de doble ciudadanía permitirá a todos los ucranianos de etnia y sus descendientes, que ‘durante varias olas de emigración, se vieron obligados a abandonar su patria y terminaron en Europa, Estados Unidos, Canadá, países de Asia y América Latina’, obtener ciudadanía.

Zelensky tuvo la cortesía de no mencionar el nombre de la Organización de Nacionalistas Ucranianos y su ala paramilitar, el Ejército Insurgente Ucraniano. Estas organizaciones de extrema derecha lucharon del lado de los nazis contra la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial y participaron en el Holocausto. Cuando Alemania nazi perdió la guerra, muchos de ellos emigraron a América del Norte, en particular, donde encontraron empleo y protección de las agencias de inteligencia y establecieron una significativa red de extrema derecha. Hasta el día de hoy, esta sección de la ‘diáspora ucraniana’ es políticamente, financieramente y culturalmente influyente, incluyendo en la academia y constituye una importante base de apoyo para la guerra de la OTAN contra Rusia. No está claro si tales nuevos ‘ciudadanos’ podrían también convertirse en posibles reclutas para las Fuerzas Armadas de Ucrania en su continua guerra subsidiaria de la OTAN.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 24 de enero de 2024)

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