mpr21 Redacción
Turquía, una potencia emergente en el escenario internacional, está ampliando su presencia en África con notable determinación. Durante más de una década, Ankara ha seguido una política de expansión estratégica en el continente, combinando diplomacia, ayuda al desarrollo e inversiones. Este enfoque multidimensional tiene como objetivo posicionar a Turquía como un actor clave en la región.
Recientemente ha firmado de un acuerdo de exploración de los fondos marinos con Somalia que marca una nueva etapa en esta estrategia de influencia, revelando las ambiciones turcas en el campo energético y político en África oriental.
El 18 de agosto, Turquía y Somalia alcanzaron un acuerdo para la exploración de recursos submarinos en el Cuerno de África. Su objetivo es explotar las vastas reservas de gas y petróleo estimadas en 30.000 millones de barriles, un tesoro potencial capaz de transformar la economía somalí. Para llevar a cabo la exploración, Ankara desplegará el Oruç Reis, un sofisticado buque de investigación sísmica de 86 metros de eslora, símbolo del desarrollo tecnológico turco. Este buque, ya utilizado en el Mediterráneo y el Mar Negro, encarna la presencia turca en las aguas del Cuerno de África.
La participación turca en Somalia no es nueva. Desde la visita diplomática de Erdogan en 2011, Turquía ha tejido una densa red de contactos en el país. Grandes inversiones en los sectores de salud, educación y defensa han consolidado la posición de Ankara como socio privilegiado de Mogadiscio. La construcción de la mayor base militar turca en el extranjero, en la capital somalí, demuestra la importancia de esta colaboración.
Este plantemiento general, que combina ayuda económica y presencia militar, permite a Turquía establecerse de manera sostenible en una región crucial para el control de las rutas marítimas y el acceso a los recursos naturales.
El acuerdo turco-somalí se produce en un contexto de creciente rivalidad internacional por la influencia en África Oriental. Estados Unidos, consciente de los problemas, también concluyó el pasado mes de marzo un acuerdo similar con Somalia, a través de la empresa Liberty Petroleum. Esta competencia ilustra la importancia estratégica de la región, tanto económica como políticamente.
Turquía, firme en su compromiso de larga data y su conocimiento del terreno, quiere destacar proponiendo una asociación más general, aprovechando los vínculos históricos y culturales con Somalia. Su enfoque podría darle una ventaja significativa en la explotación de recursos marinos, al tiempo que fortalecería su estatuto de potencia regional.
El acuerdo de exploración marítima entre Turquía y Somalia representa mucho más que una simple colaboración económica. Simboliza la ambición de Turquía de afirmarse como un protagonista importante en África, capaz de competir con las grandes potencias tradicionales. Al combinar experiencia técnica, apoyo al desarrollo y presencia militar, Ankara despliega una estrategia sofisticada destinada a asegurar sus intereses a largo plazo.
Para Somalia, esta asociación ofrece una oportunidad de diversificar sus alianzas y acceder a recursos cruciales para su desarrollo. Sin embargo, aún queda por seguir el delicado equilibrio entre los diferentes actores internacionales en el Cuerno de África, ya que podría rediseñar los contornos geopolíticos de esta región estratégica en los próximos años.