El viceministro de Asuntos Exteriores de Türkiye, Ahmet Yıldız, alertó este lunes ante la Corte de Justicia Internacional (CIJ) que si no es controlada la crisis en Gaza y Cisjordania pudiera extenderse en contra de la seguridad global.

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Durante la última jornada de las audiciones públicas que tienen lugar en el máximo tribunal de la ONU para emitir una opinión consultiva sobre las prácticas israelíes en los territorios palestinos ocupados, el Gobierno turco señaló que el sistema internacional basado en reglas está “a punto del colapso”.

“La trayectoria actual corre el riesgo de una conflagración regional más amplia, así como de una polarización entre comunidades”, destacó el diplomático de la nación otomana.

A su vez, denunció la falta de voluntad política de la comunidad internacional para poner fin al genocidio contra el pueblo palestino mientras recalcó las resoluciones a favor del cese al fuego que no han podido ser adoptadas.

En este sentido, Yıldız calificó las prácticas de la ocupación sionista contra el pueblo palestino como de “la Edad Media, y, a veces, incluso peores” mientras apuntó que la propia ocupación constituye el verdadero obstáculo para la paz.

Otras intervenciones

Los ministros de Asuntos Exteriores de Indonesia y Malasia llamaron a declarar ilegal la ocupación israelí y la retirada de las tropas de Tel Aviv, entretanto, destacaron la necesidad de respetar el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.

Por su parte, el abogado del Estado y procurador general de Zambia, Mubambe Muchende, indicó que la solución de dos Estados «no puede imponerse desde el exterior» si aspira a la sostenibilidad.

Además, señaló que la corte “no es el único mecanismo de resolución de disputas disponible ni el mejor”, sino que este debe limitarse a “dar deferencia y santidad a los acuerdos bilaterales”.

Asimismo, la Organización para la Cooperación Islámica (OSI) condenó los crímenes de Israel en Palestina y solicitó el fin de la ocupación ilegal israelí en ese territorio, así como de las violaciones del derecho internacional.

“Imploramos al Consejo de Seguridad que haga cumplir el derecho internacional y detenga esta espiral de violencia” solicitó, Hissein Brahim Taha, secretario general de la OCI.

También advirtió sobre las consecuencias de la guerra “que la potencia ocupante israelí está librando en Gaza y esta agresión que lleva ya cinco meses está causando miles de víctimas y ha representado crímenes de guerras y el riesgo de genocidio como ustedes reconocieron el 26 de enero, condenamos con la misma fuerza los crímenes cometidas por Israel la potencia ocupante y de los colonos en Cisjordania”.

De igual forma, recordó que la paz duradera y justa total está basada en la solución de los estados como única forma de garantizar la seguridad y la estabilidad de todos los pueblos en la región y lo va proteger del ciclo de guerra y violencia.

Asimismo, esperamos que todos los países dejen de exportar armas y municiones a las autoridades ocupantes, sabiendo que las fuerzas armadas y los colonos las están usando contra el pueblo palestino,  que esta denunciando todas las formas de odio y discriminación.

Por parte de Zambia, intervino el Abogado del Estado y Procurador General, mariscal Mubambe Muchende, que fundamentó su participación en la Carta de las Naciones Unidas, el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia y los Acuerdos de Oslo entre Israel y Palestina.

El representante zambiano refirió que el tribunal tenía delante una “cuestión compleja que requiere sabiduría salomónica” y le solicitó asumir una “perspectiva integral y equilibrada”, del modo en que subrayó las “complejidades y matices” de los sucesos.

Asimismo, sugirió la búsqueda de las soluciones por las partes «a través de un medio de solución de su elección, que son las negociaciones».

«El tribunal no es el único mecanismo de resolución de disputas disponible ni el mejor». Concluyó que el tribunal debería “más bien dar deferencia y santidad a los acuerdos bilaterales entre los dos estados”, manifestó.

De igual forma, la Liga de los Estados Árabes solicitó “poner fin a la última ocupación opresiva, expansionista, de apartheid, de colonos y colonial que aún persiste en el siglo XXI”.

El Jefe Adjunto de la Misión Permanente en Bruselas, Abdel Hakim El Rifai y el Consejero Principal y Abogado, Ralph Wilde, representaron a la Liga de los Estados Árabes.

El ente, mediante un comunicado, afirmó que “la persistencia de esta ocupación, los actos de genocidio, la limpieza étnica, los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad, el desplazamiento de poblaciones, el encarcelamiento de palestinos detrás de muros de segregación ilegales, la expansión de los asentamientos ilegales, la creación de nuevas realidades políticas sobre el terreno, con el objetivo de complicar la situación desmantelamiento de la ocupación».

“Poner fin a la total impunidad de Israel y someterlo, como cualquier otro Estado, a las normas universales del derecho internacional ayudará a anular sus pretextos para rechazar sistemáticamente las iniciativas de paz”, subrayó la Liga.

La Liga Árabe pidió “el fin de la ocupación, la expulsión inmediata de los colonos y la habilitación de la autoadministración palestina”.

El asesor jurídico de la Unión Africana, Hajer Gueldich afirmó que «la historia de Palestina es una historia de desposesión, desplazamiento y deshumanización».

También agregó que la situación se reafirmó con la embestida bélica de Israel contra la  población civil de Gaza, yo afirmó que la nación palestina se encuentra “soportando una sucesión de nakbas desde la Declaración Balfour hasta las guerras de 1948, 1956, 1967 y 1982, con el establecimiento y expansión de asentamientos israelíes”.

Concluyó que “este procedimiento consultivo instantáneo es una oportunidad para responsabilizar por fin a Israel por sus actos, pero también para poner fin inmediatamente a su impunidad”.

En representación de España, intervino el subdirector de la Oficina Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores Emilio Pin Godos, y el jefe de la Oficina Santiago Ripol Carulla.

El representante jurídico realizó una valoración del derecho internacional acerca del conflicto palestino y recalcó que, independientemente de la retirada en 2005, Israel no ha finalizado la ocupación de Gaza.

«Ha conservado el control efectivo sobre el territorio a través de su control del espacio aéreo, el espacio, el mar territorial y las fronteras terrestres exteriores», afirmó el  representante jurídico.

También aseguró que Israel había quebrantado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

De igual forma, el jefe de la Asesoría Jurídica de la Cancillería, Santiago Ripol Carulla, basó su exposición en la responsabilidad estatal en la realidad de Palestina.

Al asegurar que las resoluciones de la ONU y las condenas a las políticas de Israel no habían producido sanciones, proponiendo específicamente la obligación de los estados de cooperar contra estas políticas.

«El establecimiento de misiones diplomáticas en la Ciudad Santa es una grave amenaza a la estabilidad de la paz en la región y en el mundo», recordó el representante de español.

Por su parte, el representante permanente  ante las Naciones Unidas de Fiji, Filipo Tarakinikini, inició su exposición resaltando el derecho de los palestinos a la autodeterminación y el “derecho del Estado judío de Israel a existir como un Estado soberano con fronteras seguras”.

“La única manera de lograr una paz verdaderamente sostenible entre Israel y el pueblo palestino, de hecho entre cualesquiera vecinos, es a través del respeto mutuo”, afirmó.

De igual forma la representante de Maldivas, asesora jurídica, Amy Sanders, basó su razonamiento en el quebrantamiento de las leyes internacionales por parte de Israel, concretamente en la cuestión de los recursos hídricos.

«Muchos palestinos en la Franja de Gaza simplemente no tienen, uso las propias palabras del tribunal, acceso a agua potable», refirió.

También agregó que es «sobre una base discriminatoria, el uso de las aguas subterráneas vitales se ve empañado por asignaciones extremadamente desiguales entre israelíes y palestinos”.

La discriminación sistemática y “el impacto en las mujeres y los niños es notablemente atroz, con la escasez de agua potable, una crisis aguda para las madres que intentan alimentar a sus bebés”, agregó Sanders.