El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió recientemente su decisión de indultar al exmandatario hondureño Juan Orlando Hernández, condenado a 45 años por narcotráfico y tráfico de armas, alegando que fue una «trampa» política y que «personas muy buenas» pidieron su liberación.

Durante una entrevista con el medio Politico, Trump afirmó tener «muy poco» conocimiento sobre Hernández, salvo las alegaciones de que el expresidente hondureño había sido objeto de una persecución política por parte de sus adversarios. El mandatario republicano reconoció que le pidieron el indulto y accedió a hacerlo, sin especificar quiénes fueron las personas que intercedieron por Hernández.

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El exmandatario estadounidense aseveró que la única información que manejaba era que la extradición de Hernández, ocurrida en 2022, constituía una «trampa al estilo Obama-Biden». Desestimó la condena al señalar que «era el presidente del país. El país trafica con drogas, como probablemente se podría decir de todos los países, y como era presidente, le dieron unos 45 años de prisión».

Tras el indulto, Juan Orlando Hernández fue excacerlado el pasado 1 de diciembre. En 2024 había sido declarado culpable de una conspiración masiva de narcotráfico, que resultó en una sentencia de 45 años en una prisión estadounidense. La Corte Federal de Nueva York lo acusó de facilitar la entrada a Estados Unidos de cientos de toneladas de cocaína. 

En el juicio, uno de los testigos aseguró que el exalcalde Alexander Ardón, aseveró que entregó millones de dólares tanto a Hernández como al expresidente Lobo para asegurarse rutas sin obstáculos para mover las drogas. Según su calculo, con la ayuda de las autoridades hondureñas movió sin problemas unas 250 toneladas de cocaína, en sociedad con Tony Hernández, el hermano del exmandatario, y de Joaquín «El Chapo» Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, ambos condenados a cadena perpetua en EE.UU.

Los testimonios y las pruebas aportadas en el proceso judicial demostraron cómo el político hondureño orquestó una vasta conspiración de tráfico que hizo ganar millones a los carteles, mientras Honduras se mantenía como uno de los países más pobres, violentos y corruptos de Centroamérica.

Finalmente, el veredicto unánime de un jurado federal encontró a Hernández culpable de conspirar para importar a Estados Unidos más de 400 toneladas de cocaína en total, aprovechando su poder presidencial para proteger a los cárteles, a cambio de millonarios sobornos que financiaron su campaña política.

Las declaraciones de Trump no ocurren en un vacío. Durante la reciente campaña presidencial en Honduras, Trump apoyó abiertamente al candidato del Partido Nacional (el mismo de JOH), Nasry Asfura a pocas horas de que se desarrollen las elecciones del 30 de noviembre. Además, el jefe de Estado estadounidense amenazó con «no ayudar» a Honduras si no ganaba su candidato favorito.

Pedido de captura internacional contra J.O.H.

 

Este lunes, el fiscal general de la República de Honduras, Johel Zelaya, solicitó la ejecución de una orden de captura internacional contra el expresidente Juan Orlando Hernández.

Mediante una publicación en su cuenta de X, Zelaya informó que instruyó a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y exhortó a organismos de seguridad nacionales e internacionales, incluida la Organización Internacional de Policía Criminal – INTERPOL, a localizar a Hernández, acusado de lavado de activos y fraude en el caso Pandora II.

“Hemos sido lacerados por los tentáculos de la corrupción y por las redes criminales que han marcado profundamente la vida de nuestro país”, escribió el fiscal, al reiterar que su «lucha es frontal”. La decisión responde a la estrategia anticorrupción de su administración, alineada con compromisos asumidos al asumir el cargo.

Zelaya señaló que su exhortación la ha hecho «en el marco del Día Internacional Contra la Corrupción que se conmemora mañana 9 de diciembre».