El 4 de mayo, el Ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne tuiteó:

«Acabo de terminar una llamada con nuestros homólogos de Perú Gustavo Meza-Cuadra, Colombia Claudia Blum, Brasil Ernesto Araújo​​​​​​​. Hablamos de la pandemia del COVID-19, el impacto en las Américas, principalmente de la crisis de Venezuela y las necesidades humanitarias de los venezolanos. Juan Guaidó».

Primero examinemos la cuestión relativa al COVID-19. Perú, Colombia y Brasil están evaluando el impacto de la pandemia en las Américas, bajo los auspicios de Canadá y como corolario, deben considerar el impacto en Venezuela. Quizás podamos ayudar

El diagrama a continuación, basado en datos emitidos por la CDC, importante organismo de salud pública helvético añade Ecuador a los países mencionados por el ministro Champagne, por lo que contribuye a aclarar la situación. Ecuador se suma a su lista de por ser Estado miembro del Grupo de Lima. Este grupo de países, del cual Trudeau fue uno de los principales miembros fundadores en 2017 y en el cual hoy ocupa una posición de liderazgo, se ha dado por objetivo el derrocar al Gobierno de Maduro.

Salta a la vista que Venezuela es el país que sirve de ejemplo en América Latina. Mientras que Perú, Colombia, Brasil y Ecuador por ser dictaduras de derecha, como es natural, son aparentemente incapaces o no están interesados en adoptar una política humana para combatir la pandemia.

En primer lugar, Venezuela tiene un gobierno revolucionario bolivariano. Le motiva la necesidad de controlar el COVID-19 y pone todos sus escasos recursos, tanto humanos como físicos, al servicio de su población. Los recursos serían mucho menos escasos si no fuera por las sanciones paralizantes impuestas por los Estados Unidos y Canadá contra Venezuela. Los hechos, como se muestra en los gráficos, persisten.

En segundo lugar, es importante señalar que Canadá y los otros países del Grupo de Lima citados en el tuit gubernamental canadiense (al cual se aúna Ecuador) no se interesan en el bienestar de los pueblos de América Latina. El COVID-19 es solo una herramienta tanto para estos países como para los Estados Unidos del Presidente Donald Trump. Hace las veces de arma no solo para mantener latente el intento estadounidense de recolonizar la región con la plena colaboración de sus aliados previo al brote de COVID-19, sino que también sirve para instigar un impulso más hostil en uno de los momentos cumbres de la pandemia, con todo cinismo.

Entonces, ¿qué se esconde detrás del tuit del Ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, François-Philippe Champagne? Él menciona las necesidades “humanitarias” de los venezolanos y se refiere a la “crisis de Venezuela”. Como es posible ver, en el tuit también aparece Juan Guaidó, el “presidente interino” como lo mientan Trump y Trudeau.

El tuit del gobierno canadiense lleva fecha del 4 de mayo. Durante la madrugada del 3 de mayo, un grupo de mercenarios fuertemente armados, colombianos en su mayor parte, acompañados por infantes de la marina estadounidense, intentaron una incursión marítima en Venezuela. El objetivo declarado era derrocar al gobierno legítimo del Presidente Maduro, tal como lo expone este video. A mayor abundamiento, el ángulo del gobierno venezolano queda confirmado en este segundo video.

No obstante, el intento de golpe de Estado fue un fracaso rotundo. La unión cívico-militar de Venezuela con el apoyo de pescadores de la localidad detuvieron y arrestaron a los invasores, de los cuales algunos fueron matados.El Gobierno de Trudeau estaba al tanto, puesto que el 4 de mayo aparecían las noticias del acontecimiento en la televisión canadiense. Adicionalmente, en mi boletín informativo del 4 de mayo, invité a más de 3.500 suscriptores a que escribiesen al Primer Ministro Trudeau y a su Ministro de Asuntos Exteriores.

En el tuit presentado a continuación, Orlando Viera-Blanco, “falso embajador” de Canadá apoyado por Trump y Trudeau, anunció triunfalmente lo que él pensó sería la inminente entrada de Guaidó a Caracas en calidad de presidente y no como presidente interino. Nótese la marca explicativa después de “próximamente”.

Hay un precedente para esto. El 29 de abril, una semana antes del intento de invasión, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo:

«En Venezuela, me complace informar que el esfuerzo multilateral para restaurar la democracia continúa generando una dinámica propicia. Le he pedido a mi equipo que actualice nuestros planes para reabrir la Embajada de los Estados Unidos en Caracas para que estemos listos a trabajar. Tan pronto como Maduro ceda su puesto, estoy seguro de que iremos a levantar “esa bandera nuevamente en Caracas”.

El gobierno de Trudeau que sigue los pasos de la política global de los Estados Unidos en América Latina se fijó ciertamente en el enunciado de política extranjera estadounidense.

Sin embargo, el golpe de Estado fue frustrado de antemano. Al gobierno canadiense se le nota extrañamente cómodo con estas actividades, tal como lo demuestran las relaciones internacionales estrechas con el representante de Guaidó en Canadá.

Sea lo que sea, es evidente que el gobierno canadiense está perfeccionando sus planes contra Venezuela como corresponde a la política COVID-19 de Trump.

Al igual que a Trump, a Trudeau no le queda más que enfrentar nuevamente un intento de golpe de Estado fallido. Además, ¿cómo explica Trudeau que se supone estará a favor de una «solución pacífica» en Venezuela y no de una intervención militar, cuando es miembro esencial del Grupo de Lima, y cuando el acto del 3 de mayo fue una incursión militar enérgica e ilegal en el suelo de una nación soberana?

Esto es un asunto inconcluso.