Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2021/05/05/solidaridad-con-la-resistencia-en-colombia/ Existen algunas diferencias en las maneras opresivas con las cuales operan los Estados del mundo. Sin embargo, las lógicas estructurales no se inmutan: reformas que precarizan aún más la vida y mantener el orden establecido son algunas de las insistencias de este sistema de muerte. Insistencias que se agudizan mediante la violencia que imparten los asesinos a sueldo legitimados por la ley estatal que patrullan las calles mientras golpean, violan, asesinan y desaparecen personas. Esas fueron, son y serán sus funciones. El control social, resguardar el Capital e impedir las revueltas que luchan por otras formas de vida son sus objetivos. Para eso fueron creadas las policías del mundo y para eso se las mantienen.
Frente al terrorismo del Estado colombiano, la digna rabia de miles de personas se materializa en las calles e intenta visibilizar el repudio no solo contra el proyecto de la reforma tributaria —que fue retirado y provocó, además, la salida de Alberto Carrasquilla del Ministerio de Hacienda—, sino contra el agronegocio, contra toda la estructura uribista y contra un genocidio estatal que intenta silenciarse desde hace años.
Este 4 de mayo, mientras en el territorio dominado por el Estado colombiano se sigue tomando las calles, en su consulado en la Ciudad de Buenos Aires se grita “¡Uribe, paraco, el pueblo está berraco!” y “¡Duque, fascista, vos sos el terrorista!”, mientras se afichan carteles en las paredes de la pulcra institucionalidad.
Son las 4 de la tarde y cientos de personas solidarias con la resistencia que avanza contra el fascista de Duque, Uribe y sus cómplices se autoconvocan para extender estas alianzas que atraviesan fronteras, ya que, como grita un manifestante: “No nos podemos acostumbrar a masacres sistemáticas”. Otra lee un documento en el que al día de la fecha se han contabilizado “354 detenidxs, 326 heridxs por el ESMAD, 326 denuncias por abuso de poder, autoridad, violaciones y torturas por parte de la policía y 31 manifestantes asesinadxs. Este es el saldo de la represión a las manifestaciones en contra de las reformas tributaria, jubilatoria y de salud de la política social y económica de Iván Duque”.
Frente a esta situación, es interesante percibir las diversas —a veces antagónicas— consignas que se expresan. Una manifestante exige la “reconstitución del orden democrático”, cuando, casi en simultáneo, otra le advierte, “pero si son fascistas y genocidas”.
En Colombia están cometiendo una masacre contra el pueblo que sigue de pie en las calles, manifestándose, alzando la voz y exigiendo dignidad. Mientras se ocupa la calle, ya con la convocatoria culminando, escuchamos “son jóvenes que se enfrentan a las balas del Estado”, un Estado, como cualquier otro Estado, que por más benevolente que se autoproclame, nunca podrá dejar de ser la miseria planificada que anula la vida.
Cobertura colectiva: Aislamiento Represivo, La Obrera Colectivo Fotográfico, Periódico Gatx Negrx, La Chispa Prensa.
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