El Sudamericano 29/08/25
Socius, Sociī: (del latín)
–
Sustantivo
1) Compañero, aliado
2) Uno que acompaña a otro, compañero, camarada.
3) Persona que comparte una responsabilidad, posesión, etc., socio, colega. (b) (en sentido general de cosa compartida). (c) (en mal sentido, aplicado a un cómplice). (d) (pl.) Los miembros de un colegio o asociación similar.
Adjetivo
1) Mantener compañía con otro, vivir o actuar en sociedad. (b) (w. gen.) asociado (en una actividad, etc.). (c) asociado en un colegio o similar. (d) (transf.) pariente, relacionado.
2) De o perteneciente a un compañero; (usualmente) perteneciente o consistente en el (los) compañero(s) de uno en batalla o simulación.
3) (espec., de comunidades, soberanos, etc.) Que presta ayuda en la guerra, aliado, confederado. (b) (de comunidades dependientes en Italia y provincias, (c) (de armas, alianzas). (d) (de tropas, etc.), perteneciente a estados aliados.
4) Poseído, practicado, etc., con un compañero, compartido, común. (b) (del matrimonio o familiar y sus relativos).
*
El socialismo, del latín socius, como pulsión social y como movimiento político, es muy anterior a la modernidad burguesa. Es una politicidad especial, (especie) tan antigua como la división del trabajo y la expropiación del fruto de ese trabajo. Es una respuesta como conciencia de la injusticia material y de la opresión en todas sus formas permanentes y transitorias. Muy anterior aún a la filosofía clásica, tan antigua como la vida en comunidad. Por eso se ha dicho con razón que el socialismo (marxismo decía Sartre cómo sinónimo) es el horizonte histórico de nuestro tiempo.
Ninguna forma racional de interpretación de la realidad capitalista podrá negar nunca la vigencia y la historicidad del socialismo como universal concreto. Porque el socialismo expresa los anhelos de las más amplias mayorías del mundo incluso aún cuando éstas tengan apenas una mínima conciencia de ello. Incluso cuando aquellos que se llamen a sí mimos socialistas tampoco comprendan las implicaciones y las responsabilidades histórico-políticas que ello supone.
Por eso los pueblos que han resistido victoriosos al fascismo criminal del Imperialismo genocida lo han hecho siempre llevando la bandera roja de la liberación humana como estandarte de vanguardia. Ninguna política burguesa es capaz de movilizar de tal modo los anhelos y las esperanzas de los pueblos. Ésta lección está escrita en la historia de las luchas de la humanidad.
El socialismo nace de las propias entrañas de la sociedad de clases por eso no puede morir y sigue naciendo. Es la promesa de revolución social y la incesante búsqueda humana de redención. El comunismo marxista, en todo su despliegue histórico-concreto, es la expresión teórica mas acabada de esa búsqueda, de esa lucha.
Ningún burgués podrá negar jamás la justicia de la causa del socialismo que es la causa de los comunistas y el único camino posible para salvar a la especie humana de la catástrofe capitalista.
*
LUCHAMOS PARA VENCER
EL FASCISMO ¡NO PASARÁ!
HIJOS. Red Mundial