El Gobierno de Siria estableció este martes puestos de control en las localidades de Saraqeb y Abu Azeydin en el norte de del país árabe, fronterizas con Türkiye, para ayudar a las víctimas del terremoto en Siria que residen en áreas no controladas por Damasco.

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Hasta el momento, las Naciones Unidas solo estaban autorizadas a ingresar suministros a esa región de forma directa a través del cruce de Bab al Hawa, lo que habría contribuido a las demoras en la respuesta internacional a la tragedia.

Según el mayor general Oleg Egorov, subdirector del Centro Ruso para la Reconciliación de las Partes en Guerra en Siria, se brindará asistencia a los residentes afectados por el terremoto en una zona ocupada por tropas de potencias extranjeras y mercenarios locales al servicio de países occidentales.

«Convoyes con carga humanitaria, incluidos alimentos, medios de calefacción , y se formaron tiendas de campaña para las personas que quedaron sin hogar», dijo Egorov en una sesión informativa.

Egorov también afirmó que brindar ayuda a las víctimas del terremoto fue un desafío debido a la falta de garantías de seguridad en el territorio controlado por grupos militantes, considerados por Siria como terroristas militantes, apoyados por fuerzas de ocupación de Estados Unidos.

El funcionario ruso señaló que un camión está listo para dirigirse a las zonas de catástrofe, escoltado por miembros del Comité de la Media Luna Roja Árabe Siria.

Siria enfrenta una catastrófica situación debido a 12 años de guerra, un asfixiante bloqueo por parte de Estados Unidos y se suma a lo anterior dos devastadores terremotos que sacudieron el país el pasado día 6.

No obstante, la ayuda internacional continúa llegando a Siria por parte de naciones y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Niñez (Unicef).

Según informaron este martes las autoridades sirias, 15 aviones aterrizaron en las últimas 24 horas en los aeropuertos de Latakia, Damasco y Alepo, para un total de 90 desde que los terremotos golperaron el norte del país árabe.

Diez camiones de la Organización Internacional para las Migraciones que transportaban asistencia humanitaria han pasado por el cruce de Bab al-Salam hacia el noroeste de Siria desde Türkiye.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) pidió este martes 396 millones de dólares a la comunidad internacional para poder hacer frente a la crisis humanitaria en Siria.

La organización ya ha distribuido comida a 150.000 personas en las zonas afectadas por los seísmos en Siria, a 90.000 de ellas en las áreas controladas por militantes y a 60.000 en las ciudades de Alepo, Hama, Tartús y Latakia, administradas por el Gobierno.