Cinco agentes de inteligencia ucranianos que intentaban plantar sustancias radiactivas en la zona de la operación militar especial para culpar a Rusia resultaron detenidos, informó este viernes el Servicio Federal de Seguridad (FSB).

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«Obrando en el interés del cliente extranjero, el grupo tomaba medidas para adquirir al margen de prohibiciones y restricciones legales un kilogramo de isótopo cesio-137, por 3.5 millones de dólares, para exportarlo de contrabando y usarlo en perjuicio de los intereses de Rusia en el transcurso de la operación militar especial», afirmó la agencia en una nota de prensa.

Un operativo que el FSB llevó a cabo, con el apoyo del Ministerio del Interior, permitió detener in fraganti a los sospechosos, mientras trataban de comprar el material.

Según el comunicado, estos son «miembros de un grupo criminal organizado que actuaba en coordinación con un nacional de Ucrania».

Expertos aseguran que el cesio-137 puede usarse para fabricar una bomba sucia y también constituye uno de los principales residuos presentes en los residuos radiactivos de los reactores nucleares.

Su periodo de semidesintegración es de unos 30 años y puede contaminar terrenos y alcanzar la cadena alimenticia.

En ese sentido, el FSB indicó el inicio una investigación penal por presuntos delitos de manejo ilegal de substancias radiactivas y contrabando en grado de tentativa contra los detenidos.

Las bombas sucias combinan explosivos convencionales y sustancias radiactivas. Aunque no pueden generar una explosión nuclear, sí provocan la dispersión de sustancias radioactivas en la zona afectada.