German Gorraiz 14 de noviembre de 2025 Hora: 08:36

Si salen más correos o testimonios que ahonden en los vínculos de Trump con la red de pedofilia de Epstein, ello podría dañar políticamente al inquilino de la Casa Blanca, especialmente con las elecciones intermedias de 2026 en el horizonte. Fotos: EFE
El Watergate fue un caso de abuso de poder con pruebas directas (grabaciones, testimonios jurados y obstrucción de justicia) que erosionaron la confianza pública y forzaron la dimisión de Nixon en 1974.
¿Está Trump en la lista Epstein?
El 12 de noviembre de 2025, los demócratas en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicaron tres correos electrónicos de la herencia de Epstein, obtenidos como parte de una investigación más amplia sobre el encubrimiento de archivos Epstein por parte de la Casa Blanca. Estos documentos, de más de 20.000 páginas en total (aunque los republicanos liberaron el grueso ese mismo día), destacan referencias a Trump. Estos correos no prueban que Trump participara en abusos pero sí sugieren una cercanía social en los 90 y principios de 2000. Trump admitió conocer a Epstein («un tipo genial», dijo en 2002), pero dice que lo expulsó de Mar-a-Lago en 2007 por acosar a empleadas jóvenes.
¿Watergate 2.0?
Como en el Watergate, hay un «goteo» de documentos que exponen conexiones presidenciales con figuras turbias (Epstein vs. los «fontaneros» de Nixon) y los demócratas lo usan para presionar por transparencia, similar a cómo los medios y el Congreso erosionaron a Nixon. Sin embargo, en el Watergate existían pruebas forenses (grabaciones de la Oficina Oval) y testigos creíbles (como John Dean). Aquí, todo viene de Epstein, quien «se suicidó» en custodia, no hay corroboración independiente y Trump niega conocimiento de los crímenes de Epstein.
¿Habrá una «Garganta Profunda» que provoque la dimisión de Trump?
La «Garganta Profunda» original del Watergate (Mark Felt, del FBI) fue un insider anónimo que filtró pruebas irrefutables, pero a día de hoy no hay indicios de un whistleblower similar con evidencia que supere estos correos y Trump reacciona con negación y contraataques (como llamar «hoax» a todo), y su base lo ve como víctima de «caza de brujas».
Sin embargo, la nueva representante demócrata Adelita Grijalva firmó una petición el 12 de noviembre alcanzando 218 firmas para forzar una votación en la Cámara la próxima semana sobre la liberación total de archivos Epstein del Departamento de Justicia. El presidente de la Cámara, Mike Johnson (republicano), confirmó la votación, pero Trump y líderes del GOP (Grand Old Party, o Partido Republicano) se resisten, alegando «seguridad nacional». Si salen más correos o testimonios (como los de Ghislaine Maxwell, colaboradora en la red de abusos sexuales de Epstein, condenada a 20 años), podría dañar políticamente a Trump, especialmente con las elecciones intermedias de 2026 en el horizonte.
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