Editorial de la Unión Palestina de América Latina – UPAL 08/10/25
Greta Thunberg, aquella joven que el mundo conoció como la incansable defensora del medio ambiente, ha dado un paso aún más valiente en la arena de las luchas universales: se ha convertido en una firme defensora de la causa palestina.
Con apenas unos años de diferencia entre su primera protesta estudiantil frente al Parlamento sueco y su actual compromiso político, Greta ha demostrado que la coherencia moral no tiene fronteras. Si ayer se plantó frente a los gobiernos y corporaciones que destruyen la Tierra, hoy se planta frente al régimen sionista que destruye vidas, hogares y esperanzas en Palestina.
El precio de esa solidaridad ha sido alto. El ejército sionista, incapaz de tolerar la voz de una joven con autoridad ética, la ha humillado públicamente, arrastrándola por los cabellos y obligándola a besar la bandera de la ocupación. Pero ni la violencia ni la intimidación han logrado doblegarla: Greta se mantiene firme, levantando una voz clara en defensa de un pueblo sitiado y masacrado.
Este episodio desnuda la esencia del poder colonial: el miedo al ejemplo, la furia contra quien se atreve a desenmascarar la injusticia. Y sin embargo, la imagen de Greta, vulnerable físicamente pero indomable en espíritu, se convierte en un símbolo aún más poderoso. Ella representa a esa juventud global que no está dispuesta a aceptar ni el genocidio en Palestina ni la destrucción del planeta.
Su gesto solidario tiene un alcance que trasciende las fronteras de Gaza y Cisjordania. Greta nos recuerda que la lucha por Palestina es también la lucha por un mundo más justo, más humano y más digno. Que no se trata solo de defender una tierra ocupada, sino de defender la esencia misma de los derechos humanos y la vida.
Desde UPAL saludamos a Greta Thunberg y reafirmamos que su ejemplo fortalece la conciencia mundial. Palestina no está sola, y cada vez son más las voces que, como la suya, se niegan a callar ante el genocidio. Porque apoyar a Palestina no es una opción política, es un deber moral.
Unión Palestina de América Latina – UPAL
8 de octubre de 2025