Haití Libre y Soberana
PUERTO PRÍNCIPE, lunes 18 de noviembre de 2024 – El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebrará una reunión crucial el miércoles para discutir la crisis en Haití. La sesión se convocó a petición de Rusia y China, dos miembros permanentes del Consejo que, al tiempo que expresaron su preocupación por la inestabilidad en el país, insisten en nuevas consultas antes de apoyar cualquier despliegue militar bajo un mandato de la ONU.
La reunión estará marcada por una presentación de Rosemary DiCarlo, Secretaria General Adjunta de Asuntos Políticos, quien hará un balance de la situación humanitaria y de seguridad en Haití. Las bandas armadas continúan expandiendo su control, afectando al 85% de Puerto Príncipe y sumiendo a la capital en una violencia extrema. El asesinato, el secuestro, la violación y el desplazamiento masivo están alimentando una crisis humanitaria sin precedentes. Se han formado grupos de autodefensa en respuesta a esta violencia, pero agregando una capa adicional de peligro en un clima ya explosivo.
Este contexto alarmante llevó a los Estados Unidos y Ecuador a proponer una resolución para transformar la Misión de Apoyo a la Seguridad Multinacional (MSS) liderada por Kenia en una operación formal de mantenimiento de la paz. Tal transformación proporcionaría una mayor legitimidad para esta misión y una financiación estable, una necesidad urgente, mientras que el MSS, creado hace varios meses, sigue siendo insuficientemente financiado y con poco personal.
Sin embargo, Rusia y China, mientras participaban activamente en las discusiones, expresaron reservas sobre la efectividad de tal misión. Su solicitud de un debate en profundidad ralentizó el proceso, obligando a esta sesión pública a celebrarse seguida de consultas privadas.
Hasta la fecha, solo se han movilizado 430 oficiales para esta misión, incluidos 400 de Kenia y unos 30 de las Bahamas, Jamaica y Belice. El presidente de Kenia, William Ruto, ha prometido enviar 600 policías más para fin de año, pero el número de policías aún está lejos de los 2.500 necesarios para hacer frente al poder de las bandas armadas en Haití. La financiación es otro obstáculo importante. De los $ 96.8 millones prometidos, solo $ 85.3 millones se desembolsaron, mientras que las necesidades reales superan los $ 600 millones. María Isabel Salvador, jefa de la misión política de la ONU en Haití, recientemente hizo sonar la alarma sobre el déficit, destacando que sin una financiación adecuada, la misión no podrá lograr sus objetivos.
Esta situación refuerza el escepticismo de las poblaciones locales y los analistas internacionales, especialmente porque las misiones anteriores de la ONU en Haití, como la MINUSTAH, han dejado profundos traumas. Los escándalos de abuso sexual y la epidemia de cólera introducida por las fuerzas de paz han sacudido la confianza de los haitianos en cualquier intervención internacional.
Bocchit Edmond, ex Ministro de Relaciones Exteriores de Haití, destacó la urgencia de una acción concertada y coordinada. Para él, esta reunión del Consejo de Seguridad debe ser el punto de partida para un compromiso firme. «El gobierno haitiano debe defender firmemente la transformación del MSS en una misión de la ONU con recursos suficientes y un mandato claro. Cada día de retraso empeora la situación sobre el terreno».
También criticó la lentitud de las contribuciones financieras y los compromisos internacionales. «El pueblo haitiano no puede seguir esperando. La comunidad internacional debe entender que esto no es solo un problema de seguridad, sino una crisis existencial para Haití». Bocchit Edmond hizo hincapié en la necesidad de que el gobierno de transición desempeñe un papel más proactivo, definiendo una hoja de ruta clara y asegurando un diálogo inclusivo con todas las partes interesadas.
Mientras tanto, la población haitiana sigue sufriendo en un contexto de inestabilidad y violencia extrema alimentado por la organización terrorista «Viv Ansanm».