El ministros de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, al cierre de la sesión anual del Club Internacional de Debates Valdái, declaró a la prensa que su Gobierno, de conjunto con el de Azerbaiyán y otros países del territorio están trabajando en estabilizar la situación en Nagorno Karabaj.

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Lavrov también dijo que ninguna «administración temporal» destruirá los lazos entre Ereván y Moscú al comentar las declaraciones de Armenia sobre la posibilidad de abandonar la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar controlada por su país y que incluye también a cinco repúblicas exsoviéticas, entre ellas Armenia.

En un momento dado, cuando las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán llegaron a su punto más álgido y una guerra se avizoraba entre las dos naciones del Cáucaso, Ereván acuso a Rusia de desentenderse de la situación. Luego de eso Bakú lanzó una operación “antiterrorista” contra el territorio en disputa y después de 24 horas logró rendir a los independentistas.

Precisamente este lunes Azerbaiyán presentó esbozos de su plan de reintegración de la región de Nagorno Karabaj al territorio nacional azerí. Entre las medidas propuestas está la designación de representantes especiales y que los residentes en la región puedan trabajar en esas representaciones especiales.

Pero según la portavoz del primer ministro armenio, Nazeli Baghdasarián, «100.520 desplazados forzosos de Nagorno Karabaj llegaron a Armenia” desde que terminó la operación azerí, y de acuerdo con datos oficiales, la población karabají antes del éxodo era de unos 120.000 habitantes.

Pashinián dijo que “solo los funcionarios y un número limitado de la población permanecen allí».