Rusia  denunció que no observa intenciones de Kiev por asumir el control de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la línea de contacto en Donbás, señaló este martes el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov.

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En el marco de las tensiones en la frontera entre ambos países, Peskov dijo que no ve ‘intenciones de la parte ucraniana de calmarse de alguna manera’ y tomar el control de sus fuerzas armadas que ‘a menudo son la causa de provocaciones’ en esa región del este de Ucrania.

En Nueva Delhi, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov declaró que Rusia espera que países occidentales influyan en Ucrania para que cumpla con los Acuerdos de Minsk con el fin de solucionar el conflicto en Donbás

Moscú, según Lavrov, está preocupada por el desarrollo de la situación en Donbás.

«Kiev ha pasado de criticar el marco político para resolver la crisis en Donbás a amenazas de una acción militar y, espero que (…) las capitales europeas exijan que (el presidente Vladímir) Zelenski implemente los Acuerdos de Minsk», dijo Lavrov al término de una reunión con su par indio, Subrahmanyam Jaishankar.

Por su parte, el subjefe del gabinete ucraniano y ministro para los territorios ocupados, Alexéi Réznikov, dijo al canal ICTV que Kiev no enviará delegados a Minsk cuando se retomen las consultas del Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa).

El funcionario se pronunció por buscar «una ciudad y un país diferentes», argumentando que «Belarus está bajo la influencia de Rusia» y «no hay confianza» hacia ella.

El conflicto entre ambos Estados se agudizó a partir que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aprobara una doctrina de seguridad inédita hasta ahora, que contempla la recuperación de la anexionada Crimea y el control sobre el territorio rebelde de Donbass (Donetsk y Lugansk).

Moscú sigue enviando tropas a la frontera con Ucrania mientras Kiev refuerza su dispositivo militar en la ‘línea de separación’ con las fuerzas separatistas de Donetsk. Las dos partes se acusan mutuamente de llevar a cabo ataques esporádicos en violación del alto el fuego.

Peskov recordó este martes que el presidente ruso Vladimir Putin, durante su conversación de hace unos días con la canciller federal alemana Angela Merkel, y con el presidente francés Emmanuel Macron, detalló las preocupaciones de Moscú en relación con la situación en Ucrania.

‘Nuestras preocupaciones también fueron comunicadas a otras capitales. La situación realmente deja mucho que desear’, agregó el secretario de prensa de la Presidencia rusa, según la agencia de noticias Itar -TASS.

Por su parte, el presidente ucraniano pidió este martes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acelerar la adhesión de su país al bloque, para enviar una «señal real» a Rusia, que inmediatamente protestó, en un contexto de creciente tensión entre ambos vecinos.

La adhesión de Ucrania a la Alianza Atlántica es una provocación que Kiev lanza al Kremlin desde hace mucho tiempo.

«La OTAN es el único camino hacia el fin de la guerra en Donbás», territorio del este ucraniano en conflicto con separatistas prorrusos, afirmó el presidente Volodimir Zelenski, en un tuit dirigido al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, después de una entrevista telefónica.

El 26 de marzo pasado, la tensión volvió a escalar en Donbás, tras la muerte de cuatro soldados ucranianos y las heridas de otros dos, como resultado de disparos, presuntamente por opositores a la autoridad ucraniana.

En un discurso ofrecido ante el Parlamento el 30 de marzo, el jefe de Estado Mayor de Ucrania, Ruslan Khomchak, declaró que Rusia había enviado fuerzas a áreas cercanas a las fronteras de Ucrania, «con el pretexto» de realizar maniobras militares.