Los autores ganadores del Premio Nobel Annie Ernaux y Abdulrazak Gurnah se encuentran entre los cientos de escritores, editores y otros trabajadores del sector editorial que se han comprometido a no trabajar con instituciones culturales israelíes que son «observadores silenciosos de la abrumadora opresión de los palestinos «.
En una carta abierta , organizada por el Festival Palestino de Literatura (PalFest) y publicada el lunes, los firmantes dijeron: «No podemos, en conciencia, relacionarnos con las instituciones israelíes sin interrogar su relación con el apartheid y el desplazamiento».
Esto incluye instituciones que «nunca han reconocido públicamente los derechos inalienables del pueblo palestino consagrados en el derecho internacional».
Sally Rooney , la autora superventas de Normal People , firmó la carta, al igual que la popular poeta Rupi Kaur , quien originalmente publicó su trabajo en Instagram.
La ganadora del Premio Booker, Arundhati Roy, y el destacado poeta palestino Mohammed El-Kurd también se encuentran entre los firmantes.
“No podemos relacionarnos en conciencia con las instituciones israelíes sin interrogar su relación con el apartheid y el desplazamiento”
– Festival de Literatura Palestina
La carta, que denuncia las acciones de Israel en Gaza como genocidio, dice: «Hacemos un llamamiento a nuestros editores, redactores y agentes para que se unan a nosotros para tomar una posición, para reconocer nuestra propia implicación, nuestra propia responsabilidad moral y para que dejen de relacionarse con el Estado israelí y con las instituciones israelíes cómplices».
Otros firmantes incluyen a Jhumpa Lahiri , quien ganó un Premio Pulitzer en 2000, y Kamila Shamsie , ganadora del Premio de Ficción Femenina de 2018.
El historiador de gran éxito William Dalrymple también firmó la carta, al igual que los periodistas Owen Jones , Afua Hirsch y Pankaj Mishra , y la académica Judith Butler .
Divisiones en el mundo editorial
«La cultura ha jugado un papel integral en la normalización de estas injusticias», decía la carta.
«Las instituciones culturales israelíes, que a menudo trabajan directamente con el Estado, han sido cruciales a la hora de ofuscar, disfrazar y blanquear artísticamente el despojo y la opresión de millones de palestinos durante décadas».
Abogados del Reino Unido por Israel , un grupo de defensa legal que está desafiando al gobierno del Reino Unido por su suspensión parcial de las ventas de armas a Israel , ha enviado una carta por separado a organismos comerciales y editores, afirmando que el «boicot es claramente discriminatorio contra los israelíes».
En los últimos meses hemos vivido profundas divisiones en el mundo editorial debido a la guerra de Israel en Gaza.
El Festival Internacional del Libro de Edimburgo (EIBF) puso fin en mayo a una asociación de 20 años con la firma de gestión de activos Baillie Gifford, tras la presión de los activistas por sus vínculos con empresas tecnológicas y militares israelíes .
Ese mismo mes, la Sociedad de Autores del Reino Unido, el mayor sindicato de escritores, ilustradores y traductores del país, votó por un estrecho margen para rechazar una resolución que apoyaba un alto el fuego en Gaza.
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