Respondiendo al Ministerio de Defensa. Cuestión nº4. El gasto militar es absurdo si se forma parte de una organización defensiva supranacional

Fuente: https://antimilitaristas.org/Cuestion-no-4-El-gasto-militar-en-Espana-es-un-gasto-absurdo-si-se-forma-parte.html            Grup Antimilitarista Tortuga                                                     Octubre 2023

Cuestión nº4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional

Cuestión nº4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional

Continuamos con nuestra respuesta argumentada a los artículos del documento del Ministerio de Defensa «Las claves del porqué». En esta ocasión abordamos su cuarto título. Y no podemos hacerlo sin sorpresa ante su enunciado: «El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional».

Hasta donde llegan nuestros sentidos y nuestras entendederas no había noticia alguna sobre ningún argumento antimilitarista similar. No sabemos quién se ampara en la existencia de, por ejemplo, la OTAN —organización a la que alude principalmente el artículo— para exigir la desaparición del gasto militar. Motivos para abolir los presupuestos militares los hay de sobra, como bien puede leerse en esta serie de escritos, pero estos abordan siempre, además de los asuntos meramente económicos, los éticos.

No hace falta explicar que no pretendemos que desaparezca el gasto militar en el estado español para que este recaiga en organizaciones supranacionales de carácter criminal. Además, nos queda claro que la pertenencia a estas organizaciones supone, por el contrario, un aumento del dinero destinado a la violencia, la guerra y la muerte.

Aun así, el artículo en cuestión contiene algunas ideas que bien merecen ser rebatidas.

Podemos sintetizarlas (y contrargumentarlas) de la siguiente manera:

a/ La afiliación de España en la OTAN evita que el estado deba enfrentar en solitario determinados «riesgos y amenazas». De este modo se organiza una «Seguridad Colectiva» que garantiza «los derechos y libertades de nuestros ciudadanos». Este «es un hecho incontestable en virtud del tratado fundacional de la OTAN» y su artículo quinto «en virtud del cual si uno de sus miembros fuera agredido, todos los restantes países miembros acudirán en su ayuda».

Respuesta: Necesitamos saber cuáles son esos «riesgos y amenazas» porque no se nos ocurre ninguno que no tengo su origen en nuestra propia pertenencia a la OTAN.

En sus 74 años de historia la Organización del Tratado del Atlántico Norte no ha sido más que una extensión de la fuerza militar estadounidense. Su creación suponía un intento de ejercer presión sobre el bloque soviético y, tras la desaparición de la URSS, se ha limitado a apoyar militarmente las decisiones tomadas desde Washington.

Esta realidad dista —y mucho— de aquel planteamiento defensivo y colaborativo del quinto de sus artículos fundacionales. Antes bien, supone la puesta en práctica de una política exterior agresiva y defensora de las desigualdades y los privilegios del Norte.

Ello, lejos de crear un mundo más seguro, acentúa las injusticias y, mediante el uso de la fuerza, nutre la espiral de la violencia, hecho que paga la población civil, incluso, en ocasiones, la de los estados agresores.

Prueba de todo lo dicho serían las intervenciones militares en los Balcanes, Irak o Libia, así como la expansión de la organización hacia el este de Europa, en contra de lo que aseguraron en su momento los líderes occidentales.

Por el contrario, pensamos que la mejor manera de eliminar cualquier peligro es atacando sus causas. Así se viene considerando también en el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) con el uso de conceptos como el de «seguridad humana».

b/ España por ser miembro de la OTAN debe contribuir (no solo económicamente) al funcionamiento de la misma, pues el principio de «reciprocidad», proclamado por el ya citado artículo quinto del tratado de Washington, impide a los estados «convertirse en consumidores de una seguridad que otros pagan». España es el séptimo contribuyente económico y, a su vez, dedica un bajo porcentaje del Producto Interior Bruto a gastos de Defensa.

Respuesta: Parece contradictorio que el séptimo estado (de 31) que más aporta económicamente a la OTAN dedique a cuestiones militares un porcentaje «muy discreto en comparación con otras naciones» de su entorno. Solo se entiende si lo comparamos únicamente con los que más aportan o si, en contra del cacareado principio de reciprocidad, hay unos cuantos países que viven de lo aportado por otros. En este caso — tal y como se nos presenta la información en el texto del Ministerio— España no debería ser de los más beneficiados.

Dejemos la errada lógica del argumentario de Defensa y centrémonos en la realidad. Más bien parece que Estados Unidos haría la principal aportación, pues son sus intereses los que principalmente están en juego, y que el resto de estados contribuirían según sus posibilidades, o aun por encima de ellas, como buenos sicarios que quieren su parte del pastel.

Por otra parte, quieren hacernos creer que el gasto militar español es reducido. Debemos recordar que año tras año la mayor parte de este aparece oculto en los Presupuestos Generales del Estado. Los 10.000 millones declarados en el Ministerio de Defensa representan apenas una cuarta parte del presupuesto militar del estado español, como bien demuestran los estudios más minuciosos al respecto.

c/ «La influencia internacional de un país es directamente proporcional a la entidad y eficacia de sus Fuerzas Armadas, al ser éstas una herramienta fundamental de su Política Exterior». Además, España participa en otras organizaciones de carácter internacional como la ONU, la UE y la OSCE.

Respuesta: Después de estar tantas páginas mostrándonos la cancamusa para que no percibiéramos el truco, el Ministerio se despacha con un ataque de sinceridad. Parece que ni «Seguridad Colectiva», ni principio de reciprocidad, ni defensa ante «riesgos y amenazas», ni nada por el estilo: todo se reduce a la política exterior. Podría deducirse, si seguimos el devenir de ya citadas intervenciones de la OTAN, que, lejos de defendernos de alguien, el ejército español está entre quienes atacan.

Se diría que lo que se busca participando en la OTAN es estar al lado del más fuerte, al menos de momento, en la política exterior. Además, contribuir con cantidades nada desdeñables ayudaría a sacar mayor tajada de cada guerra, aunque lejos de la de las mayores potencias.

Por último, entendemos que cualquier estado occidental aprovecha su poder económico y militar para alcanzar una posición de dominio en diferentes organizaciones internacionales y que, a su vez, hace uso de éstas para mantener la privilegiada y cruel disposición de sus piezas en el tablero internacional.


CUESTIÓN N.º 4. El gasto militar en España es un gasto absurdo si se forma parte de alguna organización defensiva supranacional

Existen innumerables riesgos y amenazas de diversos orígenes que España debería enfrentar en solitario si nuestro país no se encontrara amparado por su pertenencia a diferentes organizaciones multinacionales de seguridad, entre las que destaca la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El planteamiento de esta cuestión debiera ser si la afiliación de España en esta organización nos reporta dividendos en términos de Seguridad Colectiva contra los riesgos y las amenazas compartidos que garantizan los derechos y libertades de nuestros ciudadanos. Toda vez que este supuesto es un hecho incontestable en virtud del tratado fundacional de la OTAN, España tiene una obligación en la parte alícuota que le corresponda para sufragar los gastos de esta obligación inherente a su pertenencia a la Alianza Atlántica.
Sería ilusorio pensar que un país, por el hecho de pertenecer a una alianza defensiva, puede hacer dejación de sus responsabilidades en lo que respecta a su propia seguridad. El hecho de ser miembro de una organización demanda una aportación de capacidades reales en beneficio de la misma; todos sus miembros se benefician del apoyo y capacidades de todos y se adhieren a los derechos y responsabilidades que configuran la organización, generándose una reciprocidad que impide convertirse en consumidores de una seguridad que otros pagan.
En el caso de la OTAN, organización político-militar cuya finalidad es garantizar la libertad y la seguridad de los países miembros por medios políticos y militares, establece en su artículo 5º del Tratado de Washington el principio de Defensa Colectiva de sus miembros en virtud del cual si uno de sus miembros fuera agredido, todos los restantes países miembros acudirán en su ayuda. Es muy difícil que pueda contribuirse a tal propósito si no se dispone de fuerzas organizadas adecuadamente para ello.
España debe asumir sus com­promisos como miembro de pleno derecho de la OTAN, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE). En el ámbito de la OTAN estos compromisos nos obligan a contribuir económicamente (somos el séptimo contribuyente), a poner a disposición de la Alianza nuestros medios y capacidades y a participar en los contingentes que despliegue la alianza en solidaridad con nuestros aliados y en beneficio de nuestra propia seguridad.
Es indudable que la influencia internacional de un país es directamente proporcional a la entidad y eficacia de sus Fuerzas Armadas, al ser éstas una herramienta fundamental de su Política Exterior, para lo cual se precisa un adecuado esfuerzo inversor que asegure el mantenimiento de sus capacidades. Por otra parte -como ya se ha indicado- el porcenta­je del PIB comprometido y dedicado por España a gastos de Defensa es muy discreto en comparación con otras naciones de nuestro entorno.


Ver también:

0-Las claves de la apuesta por un mundo sin ejércitos. Respuesta al prólogo del argumentario militar.
https://antimilitaristas.org/Las-cl…

Cuestión nº 1. Las inversiones en defensa van en detrimento de las correspondientes a sanidad y educación.
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 2. La inversión para la adquisición de los nuevos vehículos blindados 8×8 detrae recursos para gasto social.
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Cuestión nº 3. Los gastos en armamento y sistemas de defensa en España son inútiles, pues no se emplean en guerras y llegan a ser obsoletos sin haber sido utilizados realmente
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº5. Con el importe de un carro de combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores:
https://www.antimilitaristas.org/Cu…

Cuestión nº6. El ejército no puede vencer pandemias ni evitar catástrofes:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº7. España no tiene ninguna amenaza directa que la ponga en riesgo de un conflicto que haga necesario tener unas Fuerzas Armadas:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 8. Los ejercicios, maniobras y actividades de instrucción militar causan agresiones al medioambiente, contaminan y dañan la flora y la fauna en los campos de tiro y maniobras y zonas de instrucción:
https://www.antimilitaristas.org/Cu…

Cuestión nº 9. El ejército no debiera tener presencia en espacios educativos o de ocio infantil con la excusa de que es una profesión más:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 10. El ejército no puede participar en procesiones y otras manifestaciones de carácter religioso:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 11. El ejército no es una institución democrática y, por ello, no tiene cabida en una sociedad libre y democrática:
https://antimilitaristas.org/Cuesti…

Cuestión nº 12 (última). La participación militar en la resolución de conflictos, lejos de solucionar el conflicto, genera nuevos problemas: muertos, refugiados, violaciones, etc.: https://antimilitaristas.org/Cuesti…


Hemeroteca de Insumissia: Mentiras para justificar el ejército español (del 1 al 10):
https://antimilitaristas.org/Mentir…

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